TYLERTenía la vista fija en algún punto de la habitación, este proceso de dolor físico no había sido ni la mitad de todo lo que sentía emocionalmente. Tenía odio acumulado hacía mí mismo, ver como la muerte estuvo a punto de asesinarla, o Cazador tomó aquella arma y la ajustó en su cuello, no era ni la mitad de lo que mi cuerpo dolía.Todo pasó cuando menos lo esperé, tomé su cuerpo y caí con ella al suelo, seguidamente sentí como me eleve y volví a caer recibiendo un fuerte golpe en la cabeza. Un pitido resonó en mis oídos doliendo, ardían y quería gritar.Abrí los ojos viendo borroso, todo era humo, Samantha estaba encima de mí, la corrí a un lado con cuidado sin poder escuchar aún, el pitido se mantenía, sentía que mi tímpano explotaría, trataba de mirarla pero era imposible, solo podía ver neblina, sentí el humo entrando en mis pulmones.Dolor en cada parte de mi cuerpo y mi pierna se calentó de un momento a otro, parecía un humo naranja, era fuego, si no hubiese movido a Samanth
"Puedes huir de todo, menos de la muerte"ZAYN ROOS "LA MUERTE"—¡Eres un maldito enfermo!— gritó mi madre. Me alzó fácilmente gracias a lo delgado que estaba y me lanzó al suelo raspando mis rodillas débiles—¡La muerte vive en ti y no quiero que me condenes!— volvió a tomarme de los brazos y miró el bote de basura a mi lado, seguidamente me tiro con fuerza dentro, solté un gemido de dolor —Solo espero que te pudras como la basura que eres y nunca vuelvas— me escupió dedicándome una mirada de odio antes de irse.Tenía tan solo nueve años, pero ya era un psicopata.Solo pude ver como su silueta se perdía con cada paso que daba y mis ojos se llenaron de lágrimas, la voz se había detenido por unos minutos, logrando que me diese cuenta lo solo que estaba.Ahí me di cuenta que siempre había estado solo.Ella trabajaba de prostituta toda la noche, de día solo estaba hablando por teléfono o decidiendo qué vestido usaría cuando cayera el sol. No atendía mis llamados, ni revisaba si quedaba co
Dos semanas después.SAMANTHASalí del baño y caminé sentándome en la camilla. Ya me sentía estable, pero aún los hematomas y un punto exacto de mi espalda, dolía.Ya me habían dado el alta, esperaba a Ellie para irnos, ya se había cumplido la segunda semana en recuperación y aún no había visto a Tyler, cada vez estaba más preocupada, pensaba qué tal vez era mentira que estaba despierto, de otra forma, ¿Porqué no me había visitado? O peor aún, ¿Porqué no me dejaban visitarlo?Por otro lado Ellie, desde que salió por la puerta el día que desperté se había ido por una semana, semana en la que estuve sola, solo una enfermera estuvo al pendiente de mí. Cuando volvió, me dijo que lo había echo por que necesitaba tomar aire, también se había puesto el anillo. No hablamos más de el tema, lo haría cuando ella quisiera.Por la puerta ella entró con el desayuno en mano.—Compré Waffles— me los tendió —También, me encontré a alguien en el camino, quería verte...Fruncí el ceño preguntándome de q
«Dos semanas antes, día que la bomba estalló»HARRY "MONSTRUO"El mundo se detuvo segundos antes de que todo volara en pedazos.Dicen que hierba mala nunca muere, entonces la explosión logró que chocara contra un muro, rompiéndome una costilla, mi pie estaba roto, nunca había sentido un dolor tan desgarrador, y se había hinchado con rapidez, un escombro cayó sobre él. Con rapidez y fuerza logré quitarlo de encima, una llama casi logra alcanzarme, me hubiese quemado si no me movía rápido.Humo se esparció con facilidad obstaculizando mi visión, todo se estaba quemando, pero la primera persona que vi fue a Calavera, ya era tarde, un muro cayó sobre él, pude distinguir su brazo y su tatuaje visibles, sangre a su alrededor, y una había una ola de fuego acercándose. Ya no podía hacer nada, un sentimiento desgarrador se formó en mi estómago, era tan joven.Tragué saliva con miedo, no podía ni imaginarme si Tyler hubiese terminado igual, me armé de valor buscándolo, tuve que arrastrarme, no
New York, temporada de invierno. "La noche de las tragedias".TYLERCamino sin rumbo alguno, tambaleando, mi alma grita por dentro mientras siento mis manos húmedas por su sangre. Estoy vacío, desolado, quiero devolver el tiempo a cuando era solo un niño, quiero regresar a los momentos donde erafeliz, inocente y no sabía lo que en realidad significaba estar vivo.Sin embargo me sentía como uno, me sentía como un niño asustado, vulnerable. No tenía a donde ir, no sabía a dónde ir, quería tan solo perderme entre la oscuridad y no volver a salir a la luz, simplemente no volver.Supongo que de eso se trata la condena al crecer. Todos tenemos que enfrentar nuestras propias batallas, aunque sean una jodida mierda. Debo decir que las mías no han sido nada fáciles, lo estoy corroborando ahora, justo en este momento donde toda mi vida se va por la borda.E
Le dicen Lucifer.Otros Diablo, nunca se sabe.¿Has escuchado sobre que el dinero lo puede comprar todo, incluso personas?Para muchos esto sería una idea descabellada, pero para él no es así.Entre tantas a elegir, aquella chica esbelta de buen cuerpo fue la escogida.Arrastrada a un infierno, donde encontrará el amor en medio de tanto caos y en entre tanto conocerá la verdadera oscuridad de una mirada. Descubriendo que no todo lo que vemos es real, y que la mentira está a la vuelta de la esquina.Al mismo tiempo él, aprenderá que el amor, no se compra.
"Tres años después"TYLER—¿Alguien sabe porque está el hijo de perra en el suelo?— pregunté con cinismo mirando de reojo como se quejaba del dolor.Todos en el salón estaban en silencio viendo la escena.—Pido la palabra— petición de Calavera.—Habla— otorgué.Se formó un pequeño silencio avisando que se aproximaba una mala broma.—Por imbécil— respondió, escuché risas que acompañé.—Tienes razón— ladee una sonrisa —¿Te das cuenta por que debes controlar tus ataques de imbécil ante mi persona?— me dirigí al bastardo que trataba de levantarse.¿Ataques de imbécil? No lo había pensado, un nuevo insulto en mi vocabulario extenso llamado "Maldiciones rutinarias".—Si— respondió
SAMANTHA—¿Sobrina?— pregunté incrédula —¿Cómo puede ser? Mis padres jamás me hablaron de usted.—Soy el hermano de tu madre, querida— se levantó acercándose —No sabes cuánto tiempo esperé para conocerte— extendió sus brazos para darme un abrazo el cual rechace.Miré bien sus facciones buscando algún parecido con mi madre, y a decir verdad sus ojos eran idénticos.—Espera— le detuve con mi mano —No te conozco, ni tú a mí— comencé a desesperarme —¡¿Por qué estás aquí?!—¡Siéntate!— exclamó la mujer exaltándome.Bajé el rostro y tomé asiento en la silla de cuero disponible al lado de mi aparente y recién aparecido tío.—Nunca hablamos, ta