TYLERSubí en el coche y arranqué a una velocidad considerable.Tenía la mandíbula apretada y mis manos no dejaban de temblar, mi pecho subía y bajaba, sabía a dónde iba, sabía que estaba a punto de verla.¿Porqué?Tener su número y ubicación ya había sobrepasado mis límites.Simplemente necesitaba relajarme un segundo, ella era mi calma, quería calma.En minutos llegué al hospital donde daba su ubicación gracias a su teléfono, estacioné. Sentía una ira interna por el echo de saber quien la acompañaba, ella vino a este lugar con él, con él maldito que impedía mi tranquilidad.Solo que esta vez no podía eliminar ese obstáculo, no ahora.Estaba ahí, al frente del lugar apretando el volante.¿Porqué no puedo estar lejos de ella?Me miré en el retrovisor.«Cuándo te miras al espejo, dime, ¿No lo ves?»Tragué saliva.Negué.Bajé la mirada.—No eres igual a él, Tyler— me dije a mí mismo —Estás aquí por amor, ni siquiera tienes su apellido, eres Blake, Tyler Blake.«No te preocupes, Samantha
SAMANTHALlevaba un rato sentada en la sala de espera, Matthew estaba en emergencias. Aún no recibía respuesta de él, Ellie me llamó más de mil veces por lo cual tuve que decirle mi paradero.Le vi llegar, me puse de pie abrazándola.—Estaba muy preocupada, ¿Qué fue lo que ocurrió?— preguntó.—Ayer unos hombres intentaron robarlo— abrió la boca —Descuida, no estaba presente.—Por dios, pobre chico. ¿Qué le ocurrió?— preguntó preocupada.—Lo golpearon muchas veces y robaron su teléfono. Hace un rato perdió el conocimiento así que fue llevado a emergencias, espero que todo salga bien— miré mis manos, no podía evitar sentirme culpable.—Tranquila— me abrazó nuevamente —Él estará bien, no te preocupes.Asentí. —Eso espero.—¿Cómo estás? Digo, ayer estabas extraña.Ladee el rostro.—No quiero hablar de eso, ¿Ok?— sonreí falsamente.Ella se dio cuenta, me conoce tanto.—No sonrías así, por favor— miró hacia otro lado.—Lo siento— tomé su mano —No es
SAMANTHA—¿Debías trabajar hoy?— preguntó Ellie tomando un poco de su café.Había olvidado mi trabajo con todo esto, nunca había faltado en todos estos meses, solo espero que no me despidan por la falta.—Se supone— respondí dejando el café a un lado.Amo el café, pero en ese momento no quería probarlo.—Todo estaría mejor si viviéramos juntas en New York, como lo habíamos planeado— ladeó el rostro —Pero veo que te gusta mucho sufrir.Suspiré.—Ellie, creo que ya te he dado una respuesta. Me gustaría que me apoyaras, sería bueno— murmuré.Ella rodeó los ojos. Dejó su café.—Matthew puede visitarnos cuando deseee— insistió —También vivir con nosotras, si así lo desea...—No es por Matthew— interrumpí.Ella frunció el ceño.—¿Porqué otra razón?No lo sé, no lo sé.Negué.—Tú...—¿Qué?— tragué saliva.Me miró analizando algo, juntando piezas. Yo también lo hacía.Negó.De la nada un recuerdo oscuro llegó a mi mente. Ese día, el momento en el que volví a caer de nuevo en esta tristeza, de
SAMANTHAUn doctor salió de emergencias y se acercó hasta donde estaba, me puse de pie dispuesta a escuchar su diagnóstico.—¿Familiar de Matthew Grey?— preguntó.—Soy el padre— escuché una voz masculina a mis espaldas, voltee.Un hombre de traje, de unos cuarenta años, alto, canoso,con barba, y de ojos verdes se detuvo a mi lado sin mirarme, con toda su atención al doctor. Parecía estar preocupado, lo noté al ver que luchaba por mantener su mirada seria aunque tragaba saliva y apretaba los labios.—El joven sufrió un desmayo causado por estrés emocional, esto puede ocurrir cuando le asusta algo, o tiene algún tipo de dolor; creemos que es lo más seguro. También pudo ocurrir por ansiedad, pero descartamos esa opción. Pasó más de cinco minutos sin conocimiento así que lo mantuvimos en observación un buen rato como notó. Ya se encuentra estable y justo ahora volverán a llevarlo a su respectiva habitación, permanecerá ahí hasta mañana, sus heridas son manejables, lo importante es que alg
SAMANTHACaminaba hasta el baño con furia mezclada con decepción, me sentía tan mal conmigo misma que me detuve un segundo a un lado del baño, mirando mis manos, las cuáles se veían más pálidas de lo normal. Esto ocurría siempre que tenía algún cambio emocional, por ello bajaba la mirada a mis manos en estas ocasiones. También sentía mis mejillas calientes, ¿Porqué Ellie me escondía cosas?—¿Hablaste con él?—escuché una voz familiar, fruncí el ceño.Caminé un poco llegando a la pared que le seguía al baño, misma que daba a él cuarto de conserjes. Ahí estaba el padre de Matthew, hablando por teléfono, me di la vuelta, no era prudente, además, no me incumbían sus llamadas. Pero su siguiente frase me dejó inmóvil...—Espero que la muerte me pague suficiente...La muerte...—Cazador es un bastardo, pensó que querría hacer un convenio con él.Sentí que mi tensión se bajó, me sostuve de la una pared, mi pecho subía y bajaba rápidamente, gritaba por dentro.Todo a mí al rededor se esfumó uno
TYLEREn el lugar una tensión espesa se formó, mi interior ardía, tenía sed de destruirlo. Tenía sed de verlo suplicar compasión, me sorprendí, ¿Cómo es posible sentir tanto odio hacía alguien?—Lucifer— habló Nando en voz baja.No podía quitar la vista de Monstruo, y él tampoco, parecía retarme. ¿Quién demonios se creía para invadir mi trabajo? ¿Para creerse superior a mí?—Él era el socio de quien te hablamos— finalizó —Por ello aquel día tratamos hablarlo.Mordí mi labio con fuerza, sentía como todo mi cuerpo temblaba de furia.—¿Pueden dejarnos solos un momento?— preguntó Monstruo aún sin dejar de verme.Miré a su izquierda notando a Leon, algo me decía que había algo malo en él, y si, era socio de Monstruo antes, y no lo sabía.Tengo la cabeza llena de tantas cosas que no he tenido tiempo de nada. De nada literalmente.Todos salieron del lugar.Al cerrarse la puerta fui el primero en hablar.—¿Qué es lo que quieres de mí? ¿No te dejé bien en claro que no quería volver a verte?Di
TYLERLlegue al negocio, una furia recorría todo mi cuerpo. Entre recibiendo la mirada de todos, quienes seguidamente se acercaron a mi.—Señor.—Quiero que me digan quién demonios es James Grey, y que tiene que ver conmigo.—Tiene que ver algo con Monstruo— habló uno de ellos.Ladee el rostro.—¿También es el padre de ese infeliz?— me referí a Matthew, lo pregunté aunque ya lo sabía.—Si, parece que Monstruo trabajo para él antes de estar donde se encuentra ahora, se dice que quedaron en malos términos, por lo mismo tienen un tipo de rivalidad...—Cazador está en este momento aquí en Londres— continuó otro, fruncí el ceño —Fue visto a unos kilómetros del hospital donde se encuentra Calavera justo ahora.¿Cómo es que está aquí y no me avisó?Las palabras de Monstruo resonaban en mi mente, si Cazador estaba del otro lado, yo estaría preparado.—Resguarden el hospital— mandé.Un sentimiento de desconfianza recorrió mi mente.—Desde ahora ocho de ustedes me seguirán, cuatro en cada auto,
TYLER«No hables de realidad cuando todo fue una mentira, cuando fuiste una mentira»—Esto no es una maldita mentira— susurré— no lo es.Mis manos temblaban, podía oír sus pasos mientras se alejaba.Sentía como lágrimas bajaban por mi rostro, mi pecho se contraía, como el nudo en mi garganta se interponía pidiendo a gritos que soltara mi dolor.Sin embargo la esperanza seguía ahí, ese beso lo confirmó, ella podía mentir con palabras duras, pero su cuerpo, sus labios, sus ojos no lo hacían, nunca podrían hacerlo. Y no me daría por vencido.Comencé a pensar que nunca lo haría, ella es un jodido imán. Un imán del cuál no puedo alejarme así quiera, no puedo hacerlo, una parte de mí me dice que la dejé de una vez por todas, pero la otra me grita que no lo haga, creo que esa parte es mayor que yo.Me di la vuelta hacía ella viendo como se alejaba rápidamente, entonces me decidí, no volvería a revivir lo mismo, no dejaría que se fuera, no volvería a perderla. No lo haría.Despegue mis pies d