Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoDex se retiró a su recámara y por alguna razón, yo no quería que se fuera. Me había quedado picada con los deliciosos besos, que nos habíamos dado. Me habían encantado, tanto que, me recosté nuevamente en el sillón de la sala y pasaba mi lengua por mis labios, cómo si de esa manera yo fuera a poder sentir nuevamente, esos besos exquisitos que nos dimos. Dex, tenía lo suyo y nadie, pero nadie me había besado así. Estuve tentada a ponerme de pie e ir a buscarlo a su recámara, para que termináramos lo que empezamos, pero me detuve y mejor me fui a la mía, para llamar a Larissa, que en cuanto sonó el primer tono, ella respondió.–Val, eres bruja, te iba a llamar ahora mismo, para saber cómo sigues – Me dijo mi amiga – Me vine muy preocupada por ti, pero es que tenía que venir. Mi abuelo sigue enfermo y lo fuimos a ver con mamá.–Siento mucho lo de tu abuelito, amiga – Respondí – Yo, me siento mucho mejor y por eso es que te llamo, no
Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoNo lo iba a negar, Dex me gustó desde la primera vez que lo había visto, pero eso no iba a decir que iba a tener algo con él, por qué mi intención no era acostarme con el primer hombre que me gustaba, yo tenía mis metas.–Y él me gusta a mí, desde que lo vimos en el centro comercial. Es amigo de Luis, el chico que te quiero presentar, viene de otro lugar, pero está muy guapo y besa como no tienes idea, ayer, estuve a punto de pedirle que me hiciera suya.Estuve a punto de caer en la tentación, ese hombre me hizo ver estrellas con tan solo darme un beso, no me quería imaginar qué podía hacer con el resto de mi cuerpo, pero como había dicho antes, no iba a tener algo con él, mi objetivo ya estaba trazado.–Pues se lo hubieras pedido – Larissa estaba irreconocible – Sí, yo he sido tú, me había quedado encamada con Dex, todo el día, no hubiera desperdiciado esa gran oportunidad.Larissa, a pesar de venir de una familia de ricos, era d
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoMe había quedado toda la mañana en la cama, sabía que me tenía que levantar para sorprender a Valeria, le quería llamar a Dom, para que me pasara unas de sus recetas, pero mejor entré a su página para bajar unas dos o tres recetas, él siempre se había destacado con las comidas, aunque yo sabía preparar muchos platillos, mi gemelo era experto.Salí para ir al supermercado a comprar todos los ingredientes que iba a necesitar para la comida y también compré para la despensa, pues no debía faltarnos comida en el departamento, esa era una regla que había aprendido de mis padres, siempre estar bien surtidos de alimentos.Hice una comida que nunca me falló a la hora de conquistar el corazón de una mujer y esperaba que esta vez no fuera a ser la excepción. Quería que Valeria, se sintiera impresionada por mis habilidades en la cocina, bendita seas Ava DeCostello que me enseñaste a cocinar así, pensé. Abracé a Valeria, apenas puso un pie dentro de
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, México–Hola Alan, claro que sí. Adelante Dex.–Gracias, Valeria, y tú Dex cuando termines aquí con Valeria que te acompañe por favor a la locación.–Si Alan.Alan se fue y me dejó solo con Valeria. Me gustó ver el orden con el que trabajaba en su área, tenía todo bien preparado y organizado y me encantaba verla a ella. Se puso a buscar algo adecuado para mí y cuando lo tuvo, me lo dio para que me lo fuera a probar y después me le hizo los ajustes necesarios, creo que ella también estaba un poco nerviosa.–Wow Dex, te ves bien guapo – No pudo evitar decirme – Pareces hasta uno de mis modelos.–Tú siempre estás hermosa – La tomé de la cintura y la rodeé con mis brazos.La quería besar como un loco, para celebrar esta oportunidad que se me estaba presentando y como pensé anteriormente, tal vez para futuros proyectos, pero ella me detuvo en mi intento.–Dex, estamos en el trabajo. Suéltame, por favor.–Claro, cierto y lo siento Valeria. Vamos con
Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoCuando vi a Dex estarse besando con esa infeliz de Silvana, ni yo misma puedo explicar lo que sentí. No podían ser celos, pues él y yo no éramos nada y lo que había pasado en nuestro departamento, no pasó de ser algo casual que ambos quisimos y consentimos; Sin embargo, al verlo así con ella sentí que algo en mi interior se inquietaba y se molestaba. No me pareció para nada que apenas anoche, me había besado y algo más que eso a mí y ahora estaba con ella. Me di la media vuelta y me fui indignada y él no tardó en correr detrás de mí.–Valeria, siento mucho lo que has visto – Se disculpó – Pero, te puedo asegurar que para mí eso no ha significado nada. De verdad.Seguí caminando sin querer escuchar más de sus excusas, después de todo a mí nada tenía que importarme si Dex se quería besar o hasta acostar con Silvana. Todo lo que él quisiera hacer de su vida y con su vida a mí me tenía que tener sin cuidado. Estaba muy enojada que tod
Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoPero Silvana, se iba a ir por donde había venido, aquí no la quería, pues ni siquiera cuando había intentado ser mi amiga la había invitado.–Silvana no se irá – La defendió Dex – Ella es mi invitada y también vivo aquí. Estábamos por pedir de cenar, por si quieres hacerlo con nosotros.Dex, tenía la gran desfachatez de venir a invitarme a convivir con la bruja de Silvana, definitivamente los dos se querían burlar de mí, pero nunca lo iban a lograr, no dejaría que Silvana jactara de que había venido especialmente a restregarme en la cara de que ya había conquistado a Dex, que les fuera bien en su romance, no estaba para presenciar semejante estupidez.–No, muchas gracias por la invitación – Dije con sarcasmo – Disfruten de su cena, que yo me iré a cenar fuera.La estúpida de Silvana, me miraba y en sus labios tenía marcada una sonrisa de triunfo, como si estuviéramos peleando por la atención de Dex, por mí, se lo podía quedar, si
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoValeria se veía hermosa hace un rato cuando dejó el departamento y eso me intrigó, pensando más que nada con quien se pudo haber ido tan preciosa y muy arreglada. Lo peor del caso era que yo no podía ni averiguarlo, porque Silvana estaba conmigo en el departamento y eso hacía que yo no pudiera hacer nada, absolutamente nada y, ya que estaba atado de manos, iba a disfrutar de Silvana, no me costaría trabajo hacerlo era una señora casada, pero muy guapa.–Dex, no le prestes atención a Valeria, ella es una pesada que siente que no merece la vida que tiene aquí en el canal – Dijo Silvana – Mejor, vamos a aprovechar que estamos solos y que tenemos el departamento para nosotros.Teníamos que aprovechar ahora que no se encontraba Valeria, esperaba que no se devolviera por algo que haya olvidado, ya que vi que llevaba prisa por quitarnos de su vista.–Esa voz me agrada, sería pecado el no disfrutarte Silvana – La atraje hacia mí – Estás muy guap
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoNo debí hacerlo aquí en la sala, por lo menos en la habitación, hubiéramos estado resguardados, sin que nos viera desnudos.–Suéltame Dex – Gritaba Silvana – No pienso permitir, que esta zorra y estúpida me pegue.Yo no la iba a soltar, ella no le iba a hacer daño a Valeria, no se lo iba a permitir, la iba a defender por encima de cualquiera, ella era la que me interesaba, Valeria era a la mujer que hubiera preferido que estuviera en mi cama, no Silvana, pero ya me había valido de la oportunidad que me brindaron en bandeja de plata. –La zorra eres tú, que no sabes estar sin un hombre en medio de tus piernas, que siempre estás abriendo – Respondió Valeria – Para que te lo sepas, sí estaba con Alan, pero no haciendo lo que tú estabas haciendo con Dexter.Qué bueno que eso no había sucedido, bien sabía yo que ella no tenía por el momento nada que ver con Alan, me daba gusto que la pusiera en su sitio, Silvana era una calumniadora, de eso