Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoMe había quedado toda la mañana en la cama, sabía que me tenía que levantar para sorprender a Valeria, le quería llamar a Dom, para que me pasara unas de sus recetas, pero mejor entré a su página para bajar unas dos o tres recetas, él siempre se había destacado con las comidas, aunque yo sabía preparar muchos platillos, mi gemelo era experto.Salí para ir al supermercado a comprar todos los ingredientes que iba a necesitar para la comida y también compré para la despensa, pues no debía faltarnos comida en el departamento, esa era una regla que había aprendido de mis padres, siempre estar bien surtidos de alimentos.Hice una comida que nunca me falló a la hora de conquistar el corazón de una mujer y esperaba que esta vez no fuera a ser la excepción. Quería que Valeria, se sintiera impresionada por mis habilidades en la cocina, bendita seas Ava DeCostello que me enseñaste a cocinar así, pensé. Abracé a Valeria, apenas puso un pie dentro de
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, México–Hola Alan, claro que sí. Adelante Dex.–Gracias, Valeria, y tú Dex cuando termines aquí con Valeria que te acompañe por favor a la locación.–Si Alan.Alan se fue y me dejó solo con Valeria. Me gustó ver el orden con el que trabajaba en su área, tenía todo bien preparado y organizado y me encantaba verla a ella. Se puso a buscar algo adecuado para mí y cuando lo tuvo, me lo dio para que me lo fuera a probar y después me le hizo los ajustes necesarios, creo que ella también estaba un poco nerviosa.–Wow Dex, te ves bien guapo – No pudo evitar decirme – Pareces hasta uno de mis modelos.–Tú siempre estás hermosa – La tomé de la cintura y la rodeé con mis brazos.La quería besar como un loco, para celebrar esta oportunidad que se me estaba presentando y como pensé anteriormente, tal vez para futuros proyectos, pero ella me detuvo en mi intento.–Dex, estamos en el trabajo. Suéltame, por favor.–Claro, cierto y lo siento Valeria. Vamos con
Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoCuando vi a Dex estarse besando con esa infeliz de Silvana, ni yo misma puedo explicar lo que sentí. No podían ser celos, pues él y yo no éramos nada y lo que había pasado en nuestro departamento, no pasó de ser algo casual que ambos quisimos y consentimos; Sin embargo, al verlo así con ella sentí que algo en mi interior se inquietaba y se molestaba. No me pareció para nada que apenas anoche, me había besado y algo más que eso a mí y ahora estaba con ella. Me di la media vuelta y me fui indignada y él no tardó en correr detrás de mí.–Valeria, siento mucho lo que has visto – Se disculpó – Pero, te puedo asegurar que para mí eso no ha significado nada. De verdad.Seguí caminando sin querer escuchar más de sus excusas, después de todo a mí nada tenía que importarme si Dex se quería besar o hasta acostar con Silvana. Todo lo que él quisiera hacer de su vida y con su vida a mí me tenía que tener sin cuidado. Estaba muy enojada que tod
Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoPero Silvana, se iba a ir por donde había venido, aquí no la quería, pues ni siquiera cuando había intentado ser mi amiga la había invitado.–Silvana no se irá – La defendió Dex – Ella es mi invitada y también vivo aquí. Estábamos por pedir de cenar, por si quieres hacerlo con nosotros.Dex, tenía la gran desfachatez de venir a invitarme a convivir con la bruja de Silvana, definitivamente los dos se querían burlar de mí, pero nunca lo iban a lograr, no dejaría que Silvana jactara de que había venido especialmente a restregarme en la cara de que ya había conquistado a Dex, que les fuera bien en su romance, no estaba para presenciar semejante estupidez.–No, muchas gracias por la invitación – Dije con sarcasmo – Disfruten de su cena, que yo me iré a cenar fuera.La estúpida de Silvana, me miraba y en sus labios tenía marcada una sonrisa de triunfo, como si estuviéramos peleando por la atención de Dex, por mí, se lo podía quedar, si
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoValeria se veía hermosa hace un rato cuando dejó el departamento y eso me intrigó, pensando más que nada con quien se pudo haber ido tan preciosa y muy arreglada. Lo peor del caso era que yo no podía ni averiguarlo, porque Silvana estaba conmigo en el departamento y eso hacía que yo no pudiera hacer nada, absolutamente nada y, ya que estaba atado de manos, iba a disfrutar de Silvana, no me costaría trabajo hacerlo era una señora casada, pero muy guapa.–Dex, no le prestes atención a Valeria, ella es una pesada que siente que no merece la vida que tiene aquí en el canal – Dijo Silvana – Mejor, vamos a aprovechar que estamos solos y que tenemos el departamento para nosotros.Teníamos que aprovechar ahora que no se encontraba Valeria, esperaba que no se devolviera por algo que haya olvidado, ya que vi que llevaba prisa por quitarnos de su vista.–Esa voz me agrada, sería pecado el no disfrutarte Silvana – La atraje hacia mí – Estás muy guap
Dex DeCostelloPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoNo debí hacerlo aquí en la sala, por lo menos en la habitación, hubiéramos estado resguardados, sin que nos viera desnudos.–Suéltame Dex – Gritaba Silvana – No pienso permitir, que esta zorra y estúpida me pegue.Yo no la iba a soltar, ella no le iba a hacer daño a Valeria, no se lo iba a permitir, la iba a defender por encima de cualquiera, ella era la que me interesaba, Valeria era a la mujer que hubiera preferido que estuviera en mi cama, no Silvana, pero ya me había valido de la oportunidad que me brindaron en bandeja de plata. –La zorra eres tú, que no sabes estar sin un hombre en medio de tus piernas, que siempre estás abriendo – Respondió Valeria – Para que te lo sepas, sí estaba con Alan, pero no haciendo lo que tú estabas haciendo con Dexter.Qué bueno que eso no había sucedido, bien sabía yo que ella no tenía por el momento nada que ver con Alan, me daba gusto que la pusiera en su sitio, Silvana era una calumniadora, de eso
Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoEn la mañana me quería largar a dónde fuera para no tener que encontrarme con el infeliz de Dex, con lo de anoche que pasó entre él y Silvana me habían quedado claras demasiadas cosas y la más importante era que Dex es un hombre que goza de usar a las mujeres a su antojo, era sábado y no tenía escuela así que me salí a caminar por la playa yo sola.–Valeria, ¿Qué haces tan sola por la playa? – Me encontré con Alan – Déjame acompañarte, por favor. Me quedé pensando en ti después de anoche en el bar, eres una mujer hermosa, déjame verte.Ahora era mi oportunidad, iba a ir con todo, no me iba a detener, hasta lograr lo que me había propuesto conseguir con Alan, de hoy no pasaba que quedáramos en algo, era hoy o nunca, por eso la vida me estaba presentando esta gran oportunidad el día de hoy.–Hola, Alan. Qué gusto encontrarte por aquí, salí a caminar un rato por la playa y el mejor momento para hacerlo es temprano – Le sonreí encanta
Valeria Peña MadrigalPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoTeníamos que ir con toda la seriedad del caso, y si algo no me gustaba también se lo haría saber, los dos teníamos que quedar conformes.–Claro, Alan. Alan caminó un rato conmigo en la playa y después yo volví a mi departamento y no estaba Dex, eso era lo mejor. No quería verle la cara, no después del problema que tuvimos por culpa de la infeliz de Silvana. Me fui a trabajar al canal llegada mi hora y Luis, fue por mí para que fuera a arreglar un poco el vestuario del presentador, odiaba tener que estar cerca de Raymundo, pues nunca dejaba de acosarme.–Valeria, mi tío te necesita para lo del vestuario de Dex, me pidió que llevarás unas dos camisas diferentes – Luis me explicaba – Es que la que lleva puesta, no se ve bien en la cámara.¿Y qué hacía Dex en el lugar de Raymundo?, había escuchado que solo iba a ser por aquella vez que no se había presentado por estar enfermo y ahora resultaba que otra vez.– ¿Dex? Pensé que hoy, ya