Cuando ya estamos sentados en la mesa el timbre suena, mi madre se levanta rápidamente y camina hacia la puerta, Adrien está frente a mí, yo le doy una sonrisa incómoda.
—Estoy segura que son Julián y Olivia —digo, suspiro cuando los veo aparecer, Julián me mira sonriendo.
—¡Hola hermanita! —me saluda, luego mira a Adrien—. ¡Hola, cuñadito! —se acerca a él para saludarlo, Adrien se levanta muy cortés y lo saluda con un abrazo de esos que se dan los hombres, un medio abrazo y las palmadas, un clásico.
—¿Qué haces aquí? —le pregunto entre dientes, él se encoge de hombros para luego sentarse a mi lado.
—Mamá nos invitó —dice, Olivia entra sonriendo de forma tímida y se sienta al lado de Adrien.
—Un gusto conocerlo, Señor Adrien —saluda a A
La lengua de Adrien viene subiendo desde mi pie, mi rodilla, mis muslos, y ¡oh!, con pesar, sube por mi abdomen, se detiene en cada unos de mis pechos y luego sube por mi cuello hasta mi boca.—¡Exquisita! —dice para luego besarme en los labios, puedo sentir el sabor de mi feminidad. Paso mis manos por el cuello de Adrien y mis piernas las enredó en su cintura, el impulso del movimiento provoca que Adrien entre en mí, gimo, eso era justo lo que quería.Adrien comienza un vaivén con sus caderas, y mientras me besa y toca mis pechos con sus manos y su lengua, me dejo llevar en el segundo orgasmo de esta noche, y no llevábamos ni una hora todavía.Tengo los ojos vendados con un pañuelo que Adrien tenía, el hecho de no poder mirar provoca que mis sentidos están en alerta y todo lo que siento es el doble de placer, cada caricia y sensación llegan hasta mi cerebro de forma m&
—Señorita Agatha, pase —me dice la chica del mostrador. Yo asiento y me levanto para entrar al box donde se toman los exámenes de sangre, una vez termino, es el turno de Adrien, cuando se levanta me susurra.—Debo confesar que le tengo miedo a las agujas —dice, yo sonrío tiernamente, es un hombre fuerte e imponente pero tiene miedo de las agujas, quién lo iba a pensar. Todos tenemos miedos aunque seamos las personas más fuertes, y claro, si no los tuviéramos seríamos auténticos robots.Adrien sale un poco pálido de la sala, me levanto sonriendo y le agarro la cara con las manos.—¿Estas bien? —le pregunto, aunque obviamente sé que no lo está.—Habían muchos tubos de sangre que me quitaron, eso me pone nervioso —dice, yo asiento.—Tranquilo, ya todo paso, ¿quieres ir a comer algo? —
—Creo que es mejor que trabajes desde aquí, no hay razón para volver a ir a la empresa a menos que haya una emergencia —digo, estamos acostados en el sofá de la sala viendo una serie de médicos “La anatomía según grey”—Está bien —dice.—Cuando veo estas series me dan ganas de haber estudiado medicina —digo riendo, Adrien asiente.—Cuando veo series de abogados me dan ganas de ser uno —dice, yo asiento y paso mi mano desde sus labios hasta la empezada de su pantalón.—Serías un abogado muy sexy —digo, Adrien levanta la vista desde su IPad y me da una mirada sensual.—¿Ya estás lista? —pregunta moviendo las cejas, yo me río y le pongo pausa a la serie.—Como siempre —digo, Adrien deja en la mesa su IPad y me sube sobre él, agarra mi cabeza y comienza a besarm
Adrien iba tranquilo, ya íbamos en el Jeep, pero yo no me podía sacar esa sensación rara.—¿Estás bien? —me pregunta, sonrío, dejando a un lado todos mis pensamientos raros.—Si claro, ¿y tú? —pregunto, él asiente.—Yo bien, la verdad nunca me resfrío, puede ser el cambio climático pero solo llevo dos días aquí —dice riendo.—Tranquilo, ¿qué te gustaría que hiciéramos después? —pregunto, él me mira sonriendo.—Quiero ir a tu café preferido —dice, yo río.—Lo haremos aunque no se parece en nada a los cafés de París —le advierto.—Eso debes dejar decidir a mí, en una de esas me gusta esta ciudad y me mudo aquí —dice, yo lo miro enarcando una ceja y él ríe.
—Volveré a París —me dice cuando estamos en el Jeep, yo lo miro—. Quiero hacer esto en mi casa con mi familia —dice, yo asiento.—Entiendo ——Quiero que te devuelvas conmigo —dice, Adrien toma mi mano y me mira, yo ni siquiera lo pienso y solo asiento.—Por supuesto —no podía dejar a Adrien solo, no ahora que probablemente me iba a necesitar—. Estaré ahí para lo que necesites —digo, Adrien suspira y sonríe llevándose mi mano a sus labios dejando un beso.—Tendré que presentarte a mi familia, no es muy grande pero quiero que la conozcas —dice, yo asiento.—Lo haré ——Me gustaría que te quedaras conmigo en mi departamento —dice, yo vuelvo a asentir, él me mira sorprendido.—No puedo creer que hayas dicho tantas veces que sí &mdash
La desesperación de dos amantes deseosos el uno del otro hizo que Adrien pasara varios semáforos en amarillo para no demorarnos, mientras yo besaba su cuello y tocaba su miembro por encima de su pantalón.Al entrar al departamento, Adrien me aprisiona contra la pared y me quita la ropa con rapidez sin dejar de besarme, con una agilidad impresionante, no puedo evitar gemir cuando baja sus labios por mi cuello y tira de mi cabello hacia atrás para tener más acceso, me besa, me muerde y chupa.Llevo mis manos hacia su pelo y lo jalo, de modo que ahora Adrien me mira, sus pupilas están dilatadas y toda la expresión de su rostro es deseo puro, tal como me gusta, sonrío maliciosamente y nos doy vuelta, de modo que ahora, Adrien está apoyado en la pared. Abro su camisa de un solo tirón, algunos botones caen al suelo pero no le tomo importancia, comienzo a besar su cuello bajando por sus pectorales y abdomen
—¿Álvaro? —pregunto sorprendida, él esta sonriendo levemente, perfectamente vestido con su traje negro, que tal como me había mencionado, estaba hecho a su medida.—Hola Agatha ——¿Qué haces aquí? —pregunto, él se encoge de hombros.—Supe que estabas aquí y quise pasar a saludarte —dice, yo sé perfectamente que significaba el pasa a saludarme, ya lo había hecho algunas veces—. ¿Puedo pasar? —pregunta intentando entrar, yo niego.—La verdad no es un buen momento —digo, él asiente mirando hacia dentro.—¿Estás con alguien? —pregunta, voy a responder pero la voz de Adrien se hace presente.—¿Llego la pizza?, muero de hambre… —dice, ambos se quedan mirando, Adrien esta vestido solo con un pantalón, su torso perfecto está
No me doy cuenta como las palabras salen de mi boca, era mi pensamiento y lo dije en voz alta, y la forma en la que Adrien me está mirando lo confirma, la imagen en otro momento podría ser bastante graciosa, Adrien con el pedazo de pizza a medio camino hacia su boca.¡Qué hice!Me levanto rápidamente y corro hacia el baño, cierro la puerta con llave y me apoyo en la puerta.—¡Por dios Agatha, eres una tonta! —digo en voz baja, paso una mano por mi cabello, quizás Adrien no siente lo mismo por mí y por eso se quedo callado, se siente muy mal decir te amo y que la otra persona no conteste. Algunas lágrimas se acumulan en mis ojos.—¿Agatha? —unos golpes en la puerta se escuchan junto a la voz, niego con la cabeza pero no respondo—. Abre la puerta —dice.—Salgo en un momento —digo, suspiro me obligo a sonreír mir&aacu