Adrien iba tranquilo, ya íbamos en el Jeep, pero yo no me podía sacar esa sensación rara.
—¿Estás bien? —me pregunta, sonrío, dejando a un lado todos mis pensamientos raros.
—Si claro, ¿y tú? —pregunto, él asiente.
—Yo bien, la verdad nunca me resfrío, puede ser el cambio climático pero solo llevo dos días aquí —dice riendo.
—Tranquilo, ¿qué te gustaría que hiciéramos después? —pregunto, él me mira sonriendo.
—Quiero ir a tu café preferido —dice, yo río.
—Lo haremos aunque no se parece en nada a los cafés de París —le advierto.
—Eso debes dejar decidir a mí, en una de esas me gusta esta ciudad y me mudo aquí —dice, yo lo miro enarcando una ceja y él ríe.
—Volveré a París —me dice cuando estamos en el Jeep, yo lo miro—. Quiero hacer esto en mi casa con mi familia —dice, yo asiento.—Entiendo ——Quiero que te devuelvas conmigo —dice, Adrien toma mi mano y me mira, yo ni siquiera lo pienso y solo asiento.—Por supuesto —no podía dejar a Adrien solo, no ahora que probablemente me iba a necesitar—. Estaré ahí para lo que necesites —digo, Adrien suspira y sonríe llevándose mi mano a sus labios dejando un beso.—Tendré que presentarte a mi familia, no es muy grande pero quiero que la conozcas —dice, yo asiento.—Lo haré ——Me gustaría que te quedaras conmigo en mi departamento —dice, yo vuelvo a asentir, él me mira sorprendido.—No puedo creer que hayas dicho tantas veces que sí &mdash
La desesperación de dos amantes deseosos el uno del otro hizo que Adrien pasara varios semáforos en amarillo para no demorarnos, mientras yo besaba su cuello y tocaba su miembro por encima de su pantalón.Al entrar al departamento, Adrien me aprisiona contra la pared y me quita la ropa con rapidez sin dejar de besarme, con una agilidad impresionante, no puedo evitar gemir cuando baja sus labios por mi cuello y tira de mi cabello hacia atrás para tener más acceso, me besa, me muerde y chupa.Llevo mis manos hacia su pelo y lo jalo, de modo que ahora Adrien me mira, sus pupilas están dilatadas y toda la expresión de su rostro es deseo puro, tal como me gusta, sonrío maliciosamente y nos doy vuelta, de modo que ahora, Adrien está apoyado en la pared. Abro su camisa de un solo tirón, algunos botones caen al suelo pero no le tomo importancia, comienzo a besar su cuello bajando por sus pectorales y abdomen
—¿Álvaro? —pregunto sorprendida, él esta sonriendo levemente, perfectamente vestido con su traje negro, que tal como me había mencionado, estaba hecho a su medida.—Hola Agatha ——¿Qué haces aquí? —pregunto, él se encoge de hombros.—Supe que estabas aquí y quise pasar a saludarte —dice, yo sé perfectamente que significaba el pasa a saludarme, ya lo había hecho algunas veces—. ¿Puedo pasar? —pregunta intentando entrar, yo niego.—La verdad no es un buen momento —digo, él asiente mirando hacia dentro.—¿Estás con alguien? —pregunta, voy a responder pero la voz de Adrien se hace presente.—¿Llego la pizza?, muero de hambre… —dice, ambos se quedan mirando, Adrien esta vestido solo con un pantalón, su torso perfecto está
No me doy cuenta como las palabras salen de mi boca, era mi pensamiento y lo dije en voz alta, y la forma en la que Adrien me está mirando lo confirma, la imagen en otro momento podría ser bastante graciosa, Adrien con el pedazo de pizza a medio camino hacia su boca.¡Qué hice!Me levanto rápidamente y corro hacia el baño, cierro la puerta con llave y me apoyo en la puerta.—¡Por dios Agatha, eres una tonta! —digo en voz baja, paso una mano por mi cabello, quizás Adrien no siente lo mismo por mí y por eso se quedo callado, se siente muy mal decir te amo y que la otra persona no conteste. Algunas lágrimas se acumulan en mis ojos.—¿Agatha? —unos golpes en la puerta se escuchan junto a la voz, niego con la cabeza pero no respondo—. Abre la puerta —dice.—Salgo en un momento —digo, suspiro me obligo a sonreír mir&aacu
Adrien había dormido todo el viaje, mi madre le había dado un té de melisa y se había relajado bastante, sobre todo estando en mis brazos, cuando la azafata me avisa que ya llegamos le doy a Adrien besos en la cara hasta que él comienza a despertar, abre los ojos y sonríe.—Nunca se había sentido tan bien despertar —dice, su voz suena ronca, yo sonrío.—Ya llegamos, cariño —digo, él asiente y se levanta, pero rápidamente se gira a mirarme sorprendido, yo ruedo los ojos.—¿Cariño?, vaya vas rápido cariño —dice divertido, yo vuelvo a rodar los ojos pero sonrío.—Como si no te gustara, cariño —digo, él asiente.—Es verdad —Saco mi celular del bolso y lo enciendo para enviarle un mensaje a Roberta, ella y Antoine nos iban a venir a buscar, querían que com
Cuando llegamos al departamento de Adrien, ambos estábamos muy cansados, por el viaje y en parte porque Roberta nos obligó a jugar a las cartas y era un juego largo, si bien en las tres primeras rondas estábamos muy entretenidos, luego ya no lo estábamos tanto y cuando terminamos de jugar, fue un alivio.—Estoy muy cansado, quisiera sexo pero me duele un poco la cabeza —dice, yo asiento, lo obligo a sentarse en la cama y le comienzo a desabrochar la corbata y la camisa.—Tranquilo nene, yo puedo hacer todo el trabajo por ti hoy —digo, él asiente sonriendo.—Sé que siempre puedo contar contigo —dice, posa una de sus manos en mi trasero y lo aprieta, de inmediato la excitación crece y ya estoy lista.—Lo sabes —digo sonriendo.Termino de sacar su ropa y lo empujo hacia atrás, Adrien se deja caer lentamente, pero cuando voy a subirme sobre &ea
Estamos en camino hacia la casa de mis padres, miro a Agatha, se le ve muy nerviosa pero intenta contenerse, pero sé que lo está, mira por la ventana, la verdad no ha dicho mucho desde que le comente sobre lo de venir a ver mi madre, ella aceptó, no la habría traído obligada.—Tranquila —le digo dándole una sonrisa, ella me mira e intenta sonreír pero sale más como una mueca, yo tomo su mano y le doy un pequeño apretón.—Creo que me puse un tanto nerviosa —dice, yo asiento sonriendo.—Tranquila, todo va a salir bien —digo, ella asiente y se lleva mi mano a sus labios y deja un beso.Sé que esto la pone nerviosa, tiene miedo de que mi madre no la acepte, y sé que ahora que me ama, eso le importa.Me ama.Sonrío sin que ella pueda verme, me siento como un maldito crío cuando le prometen comprarle algo, pens&eacu
Al llegar anoche a su departamento habíamos tenido nuestra sesión de sexo como siempre, luego de eso, me había preguntado que tal me había parecido su familia, me había contado de su padrastro y que era como un padre también para él, recuerdo que al escuchar salir esas palabras de sus labios me enderece para mirarlo, me di cuenta de que mi respuesta era muy importante para él y yo ya sabia porqué. Ambos teníamos eso en común, el ser apegados a nuestra familia.A fin de cuentas, me había sentido demasiado bien en su casa, me hicieron sentir como si nos conociéramos de toda la vida, y la actitud de su madre me parecía tan familiar que eso me provocaba sentirme aún más cómoda. Al decir esto, el alivio y felicidad en la cara de Adrien me hizo sonreír.Habíamos llegado hace veinte minutos a la cl&iacut