Julia, Una mujer Hermosa, Inteligente, e Interesante,... quería ser reconocida por todas esas cualidades, sabía que para lograrlo debía esforzarse mucho ya que provenía de una clase social que la limitaba....
Henry, un hombre duro y cruel, hecho así mismo por la misma vida, era el heredero de un gran legado qué él aborrecía, pero qué le tocó aceptar por azahares del destino....
Julia, Una mujer Hermosa, Inteligente, e Interesante,... quería ser reconocida por todas esas cualidades, sabía que para lograrlo debía esforzarse mucho ya que provenía de una clase social que la limitaba....
Henry, un hombre duro y cruel, hecho así mismo por la misma vida, era el heredero de un gran legado qué él aborrecía, pero qué le tocó aceptar por azahares del destino....
Ella una Diabla disfrazada de Ángel, .. Él, todo lo contrario, un Ángel disfrazado de Demonio...., ¿Quien se convertirá en quién?, ¿logrará Henry convertir a Julia en un Ángel de verdad?...o ¿será Julia quien convertirá a Henry en ese Demonio que aparenta ser?.
¿Será que se puede vivir entre dos mundos?, ¿será que podemos ser alguien que en realidad no somos?, ¿será qué la vida nos trata igual por aparentarlo?... ¿será que al tratar de alcanzar lo que queremos, perderemos nuestra esencia, haciendo que terminemos en convertirnos en alguien que en realidad no somos.
Julia Nelsson nació un 10 de Enero hace 28 años, su infancia estuvo marcada por varios traumas que la hicieron ser desconfiada a todo ser humano, pero también tenía un inteligencia única que la hacía esconder todo ese dolor y aún así hacerse querida y estimada por muchos, esos de los cuáles ella solo los veía como escalones para poder cumplir con su objetivo que era ser totalmente independiente de todos aquellos que la veían como alguien sin importancia, a sus veintiocho años ya estaba casi en la cúspide, hasta que se volvió a encontrar a ese Demonio que terminó de malograr su vida cuando cumplía sus casi diecisiete años. ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ ~~~PRESENTE~~~ JULIA Tenía casi 16 años cuando lo conocí, mi vida en realidad no había sido fácil sufrí de abuso sexual en mi propio hogar por parte de uno de mis primos, tenía como cuatro años cuando pasó, por eso creo que no le d tanta importancia eran recuerdos de alguien que sentía
PASADO Ella ha sido mi obsesión desde que la vi por primera vez no tendría más de catorce o quince años, llevaba un uniforme escolar que consistía en una sudadera y un polo ajustado a su diminuto pero atractivo cuerpo, se veía que sería ¡una gran belleza, una belleza sin igual!, la observé desde mi auto puesto que acababa de llegar a mi empresa, cuando la vi conversar con el guardia que protegía la puerta de entrada se le veía una sonrisa carismática y hablando con una confianza con Frank, así se llamaba él, la verdad que verla así brindando esa confianza no me gustó para nada, y no sé por qué, es que ella era apenas una niña y yo pronto cumpliría mis 26, así ¿que hacía viendo y no sólo eso, estaba teniendo semejantes pensamientos con una chiquilla, una nena qué apenas comenzaba a vivir?. —¡Hijo la vas a dejar sin brillo!—, un fuerte golpe en mí espalda me hizo reaccionar, era mi padre Vito
JULIA —¡Quien te crees que eres para tratarnos de esa manera!—, era lo que iba a decirle a esa voz tan jodidamente sensual que me erizó y me hizo mojarme nada más escucharla, pero al girar sobre mi eje y al encontrarme con ese cuerpo de Dios Griego, ¡uuufff señor! que hombre tan hermoso, suspiré, era alto que alto, altísimo!, medía casi 1.85 cms, era entre rubio y pelirrojo tenía unos ojos tan azules como la profundidad del océano, su cuerpo ¡uuufff!, se ve que gastaba sus buenas horas en el gimnasio para mantenerlo firme, al ir elevando mis ojos por todo el cuerpo de ese hermoso hombre me encontré con esas dos lindas gemas color azul turquesa o no sé, no logré identificar bien el color, por qué cuando lo miré directamente vi qué me miraban ¿con qué?, ¿deseo, humor, rabia?, no sé pero tampoco es que me desagradara de a mucho. —No es necesario mi Señor—, dijo mi amigo Frank, el guardia, sí mi amigo por qué nos hemos tratado muy b
HENRY Verla así tan cerca y con esa actitud de niña rebelde hacía grandes estragos en mi aparato reproductor qué no ocultaba para nada lo obsesionado qué estaba con ella. Cuando dijo quién eres tú y qué se podía defender sola, esa expresión de rebeldía e ingenuidad mezclada eso hizo que se metiera más dentro de mí, lo que me hizo pensar más con la cabeza de abajo que con la de arriba y le dije: —Te equivocas pequeña guerrera, tengo el poder de echarte ¡oh perdón!!, echarlos como unos perros sí se me pega la regalada gana, así que es mejor que cuides tú lenguaje, porque te haría callar esa boquita de mil y una maneras que ni te imaginarias así que ¡no me provoques!—, ella se me quedó viendo de una forma que estoy seguro que captó mi doble sentido por qué sí, lo hice con doble sentido, por qué mientras le decía esas palabras, me imaginé que mi verga estaba alrededor de esos jugosos labios, mientras
JULIA No podía creer frente a quién me encontraba, ya que este era el hombre que debía poner a mis pies, al que debía seducir y volver loco de amor, cuando mi padre y el señor Vitollo me hablaron de él, no me imaginé que fuese todo un Dios Griego y no cualquier Dios, para mi se me asemejaba a Hades el amo y señor del Inframundo, tan hermoso pero a la vez tan perverso y me refiero en todos los sentidos, no es para nada el chico bueno y Santo qué me pintaron mi padre y el señor Vitollo. Por que ese hombre exuda un áurea maquiavélica y sensual a la vez, quizás se preguntarán el por qué sé eso, por qué opino así, bueno les diré que aún con mi corta edad, lo qué he vivido hasta ahora me ha enseñado a saberlo, aunque no lo parezca conozco más de la personalidad de una persona con solo verla quizás hasta más que ella misma, tengo casi dieciséis años ya, y desde hace más de un año entré al juego del señor Vitollo y ya no había forma de retractarme.
JULIA —¿Frank, por favor puedes parar un momento?—, le dije mientras salíamos a las afuera de la ciudad y era por qué yo residía en otro distrito, y para llegar hasta mi hogar teníamos que pasar por un gran zona industrial prácticamente abandonada para volver a retomar la autopista nuevamente—, me siento mal creo que voy a devolver el estómago—, le dije con voz baja. Él estacionó el auto a un costado de la carretera, al hacerlo me bajé inmediatamente, obligándolo ir tras de mí, hice como si estuviese vomitando mientras se acercaba a mí por la espalda. —¿Te encuentras bien Julia?, acaso te excediste con la comida hoy?, quizás es llenura lo que tienes—, me decía con un tono de preocupación en su voz, mientras acariciaba mi cabello y espalda, pero para nada que lo hacía con preocupación, sé muy bien que desde que me conoció quería ese contacto íntimo—, cuando lleguemos al distrito buscaré una farmacia y te compro una medicina para que te mejores—, d
JULIA —Ahora quiero probar yo—, le dije apartándolo un poco de mi, comencé acariciar su figura con mis pequeñas manos esos brazos fuertes y firmes que tenía, fui bajando mi mano por su pecho semidesnudo por qué mientras nos besamos alcancé a desabotonarle su camisa, ese hermoso pecho velludo que me hacía cosquillas mientras lo acariciaba, pasé mis manos por sus erguidas tetillas. Lo mismo que él me hizo se lo hice también primero como mis manos y después con mi boca acaricié cada centímetro de su pecho, fuí bajando por su plano vientre de chocolate que tiene, lamí cada panel qué se le formaba hasta que llegué a su cinturón con una mirada le dije lo que deseaba e inmediatamente se quitó el cinturón bajó sus pantalones junto con su bóxer en un sólo movimiento, su gran miembro casi golpea mi cara de lo enorme y erguido que estaba solo lo contemplé sorprendida. —Que gran aperitivo tengo ante mí, se ve dulce y apetitoso—, le dije sabo
HENRY Después del encuentro de palabras y miradas que tuve con mi pequeña guerrera se me hizo aún más difícil apartarme de ella, porque el verla directamente a los ojos y tenerla muy cerca, sentir su olor, ha superado mis expectativas, todo eso hizo que se clavara más en mi interior. Esa tarde después de mencionarle que se las vería conmigo si se volvía a exceder, me la quedé observando mientras regañaba al guardia: —Frank ya conoces bien las reglas de visita en esta empresa nada de visitantes extraños, así que la única que puede entrar es la señorita—, le seguí hablando a Frank con el mismo tono iracundo que tenía, pero es qué ver a mi pequeña diosa al lado de otro sentí unos profundos celos que jamás pensé sentir y que me carcomía los sesos, ella se giró a verme nuevamente con ganas de retarme, lo supe en ese brillo tan único y peculiar que tenía en sus ojos, pero creo que mis palabras le bajaron un poco los humos. —Elloys no te pr