PARTE TRES: UN HIJO QUE NO SE PUEDE AMAR CAPÍTULO CUATRO Frente a los ojos de Diego toda una maravilla que él no podía celebrar porque no tenía el valor de acercarse. — ¿Y el bebé, podemos verlo? —Preguntó Fermín todo emocionado. Dayanna lo miró, no, no era una mirada cualquiera, no era una mirada que pretendía contestar con amabilidad y lo peor era que, ni la misma Dayanna podía explicarlo. —No, no aún, —contestó fríamente. —Esperemos solo un momento y vendré con más información. —Y sin más, Dayanna se retiró. Tan pronto como ella lo hizo, el señor Muriel, las amigas de Andrea y Fermín se abrazaron. Todo había salido perfectamente, todo había salido como lo esperado y Andrea y su bebé iban a estar bien. —Bien, ahora que ella está más tranquila, deberíamos de ir por un café, ¿quieren un café? —Preguntó una de las amigas de Andrea siendo completamente otra persona, pasando de ser una caprichosa a ser muy dulce. —Sí, es lo que estoy necesitando —dijo el señor Muriel, —Fermín, ¿
PARTE TRES: UN HIJO QUE NO SE PUEDE AMAR CAPÍTULO CINCO DOS DÍAS DESPUÉS Aquel sueño del que jamás pudo apartarse, aquel sueño que nunca supo por qué lo soñó solo supo que más que en su cabeza, se quedó en su corazón, siempre a decir que era como la introducción a una historia llena de dolor, dos día habían sido desde el momento en que ese sueño llegó a ella, no pudiendo entender el verdadero significado de todo eso, era como si de un momento a otro ella ya hubiera quedado prendada de Diego, se hubiera enamorado de una persona que le había regalado una margarita y le había dicho cosas lindas mientras se la daba. “Una flor para una madre, siento que hoy el poema de una flor para otra flor ha muerto ya. Hoy un nuevo poema ha nacido, una flor para una madre, una madre que será la más amorosa, la más linda, la que más le diera amor a su hijo.” Por supuesto que ella iba a ser una buena madre, por supuesto que ella iba a ser la mejor de las madres pero más que eso, iba a darle una famil
PARTE TRES: UN HIJO QUE NO SE PUEDE AMARCAPÍTULO SEIS UNA SEMANA DESPUÉSCon mil y un sueños por realizar, con la mente llena de ideas, con una vida por delante que iba a continuar, sus grandes ojos azules se cerraron viendo por última vez el techo de aquel lugar en donde a ella estaban a punto de hace realidad su sueños más grande.Nada había sido sencillo, idas al hospital, estudios uno tras otro, Diego siendo sometido a más y más estudios que no parecían tener final, un contrato que se firmó en donde él renunciaba a todo solo para hacer realidad el sueño de una mujer que creía que podía comprarlo todo. Más temprano que tarde ella se iba a dar cuenta que el dinero no lo compraba todo. Solo esperaba que fuera una buena madre par aquel niño que iba a ser implantado en su vientre, una nueva vida estaba por llegar y si Andrea resultaba ser tan buen madre como ella le decía a Diego querer ser, aquel niño iba a ser uno de los más felices en el mundo.En su vientre lograron implantar
PARTE TRES: UN HIJO QUE NO SE PUEDE AMARCAPÍTULO SIETEMás rápido de lo que hubiera pensado el mismo Diego, lograron llegar al parque donde la pequeña Fernandita estaba esperando por su padre junto con la señora que siempre cuidaba de ella. Y de pronto, todo lo que pudo ver la señora Leticia teniendo a la pequeña ahí, a su lado, fue un carro lujoso pararse en el parque al mismo tiempo que dentro, dos personas parecían discutir algo. Efectivamente esa gente discutía ahí dentro un solo asunto, un asunto que Andrea no hubiera imaginado discutir con un hombre como él. Algo ahí se estaba saliendo de las manos de Andrea.—Venga, señorita Muriel, venga por favor —dijo Diego con una enorme sonrisa en el rostro.—No, no, no, suficiente hice al hecho de haberte traído, ahí está tu hijo y deberías de ir con ella que hasta donde sé, la mujer que está ahí no tiene mucho tiempo para esperar por ti.—Por favor, señorita Muriel, venga conmigo —dijo Diego sin dejar de insistir. —Es bueno que conoz
PARTE TRES: UN HIJO QUE NO SE PUEDE AMARCAPÍTULO OCHO La noche ya había caído, las risas no cesaban y en la vida ella no parecía haber disfrutado de una tarde tanto como aquella vez, el trabajo había quedado atrás, todo lo que reinaba en su noche era la compañía de un hacia otro. En el mismo parque donde ella había llegado en el auto con el padre de la pequeña Fernanda, se detenían después de tanto tiempo de haber caminado, reído, comido y pasar de aquí para allá.—Bueno, creo que hasta aquí llego yo —dijo Andrea.La oscuridad de la noche no podía ser más hermosa, no podía ser más alentadora.— ¿Ya te vas, Andrea? —Preguntó la pequeña sin dejar de comer su algodón de azúcar.—Sí, mi pequeña, ya me tengo que ir porque mañana tengo que despertar muy muy temprano —dijo Andrea exagerando un poco sus palabras.Diego solo pudo sonreír. Ella sería una excelente mamá. Estaba seguro de eso.— ¿Trabajas mucho como mi papá? —Preguntó Andrea.—Creo que sí, sí, eso creo.— ¿Nos volveremos a ver
PARTE TRES: UN HIJO QUE NO SE PUEDE AMARCAPÍTULO NUEVE Bajando la mirada de manera lenta, sin saber que decir, teniendo en ella la mirada de su abuelo, no pudo evitar bajar la suya. Ya no podía seguir mintiendo, ya no podía seguir desviando su atención, ella solo quería darle la sorpresa de que estaba embarazada para el momento en que fuera así. Confiaba en que ese día iba a llegar. —Ha llegado la hora de que me lo digas, Andrea. Y espero esta vez no huyas como lo intentas hacer siempre.—Abuelo.—Te espero en mi despacho en cinco minutos —dijo el hombre levantando un poco más la voz.Ahí se quedó Andrea sabiendo que no había manera de huir esta vez. Tenía que decirle a su abuelo que ella podría estar ya embarazada desde ese momento, tenía que hacerlo. Tal como su abuelo había dicho, él la estaría esperando ahí con una taza de café en el escritorio mientras leía unos cuantos documentos, la puerta de su despacho fue tocada.—Adelante.Con cuidado y como no queriendo hacer más rui
PARTE TRES: UN HIJO QUE NO SE PUEDE AMARCAPÍTULO DIEZ DOS MESES DESPUÉS Justamente dos meses habían pasado desde el momento en que un mundo deseos se abrió para ella, dos meses habían sido desde el momento en que deseo entrar un poco más en la vida de Diego, en la que había conocido la manera en la que se desenvolvía, su hija, había llegado a conocer incluso la amanera en la que podía ser aquel bebé que trajera al mundo, había conocido tantas cosas de él cada vez que pasaban los días se daba cuenta que ella había cometido un grave error al solo hecho de haber querido estar más cerca de él.Una vez más se encontraba en el mismo lugar en el que dos meses atrás había estado, no podía siquiera de manera diferente la vida, sus ojos estaban cerrados ella solo esperaba porque un milagro pasara justo en ese momento. ¿Por qué era tan difícil que un solo deseo que solo le hacía bien al mundo fuera tan difícil de cumplir? “Madre, ¿por qué es que siento que esto es tan difícil para mí? Yo sol
PARTE CUATRO: LAMENTABLE FINAL CAPÍTULO UNO Teniendo la intención de fumar un cigarrillo ya que desde hace mucho tiempo que no lo hacía, abrió la cajetilla, desde la llegada de su hija que ya no lo había hecho y no era que fuera un fumador sino que desde que ella llegó a su vida, quiso cambiar su vida por las más saludable posible y más cuando supo que su hija tenía leucemia. Ahora que se encontraba solo en aquel mismo parque donde había visto a la señorita Andrea unas cuantas veces y con la que había llegado a un trato. Habían pasado desde meses desde la primera y la última vez que sintió que Andrea podría ser la persona correcta cuando se trataba de amar, y es que verla disfrutar de la vida, verla sonreír a lado de su hija, verla ser diferente a lo que siempre pensó de la gente rica lo hizo cambiar su pensar.Solo dos veces se habían ido en esos dos meses donde ellos no se habían visto más de cinco minutos solo para informarse cómo iba el proceso del embarazo de Andrea, si es que