PARTE CUATRO: LAMENTABLE FINAL CAPÍTULO UNO Teniendo la intención de fumar un cigarrillo ya que desde hace mucho tiempo que no lo hacía, abrió la cajetilla, desde la llegada de su hija que ya no lo había hecho y no era que fuera un fumador sino que desde que ella llegó a su vida, quiso cambiar su vida por las más saludable posible y más cuando supo que su hija tenía leucemia. Ahora que se encontraba solo en aquel mismo parque donde había visto a la señorita Andrea unas cuantas veces y con la que había llegado a un trato. Habían pasado desde meses desde la primera y la última vez que sintió que Andrea podría ser la persona correcta cuando se trataba de amar, y es que verla disfrutar de la vida, verla sonreír a lado de su hija, verla ser diferente a lo que siempre pensó de la gente rica lo hizo cambiar su pensar.Solo dos veces se habían ido en esos dos meses donde ellos no se habían visto más de cinco minutos solo para informarse cómo iba el proceso del embarazo de Andrea, si es que
PARTE CUATRO: LAMENTABLE FINAL CAPÍTULO DOSLos ojos de Andrea no evitaron llenarse de lágrimas al escuchar la confesión de su amiga, ella estaba embarazada, tanto trabajo, tanto que hacer en la empresa la había hecho olvidar por un momento que ella estaba en su asunto mucho más importante y ahora que los dos meses habían pasado y a ella había llegado aquella respuesta que tanto esperó. Ella estaba embarazada, ella le debía el mundo a Diego Cervantes, ella ya podía ser feliz.Cuando su amiga se separó de ella, la felicidad invadió de igual manera a Natalia. Ella mejor que nadie sabía lo feliz y lo mucho que ella había deseado ser madre.— ¿Estás segura de lo que dices? ¿Estás segura que estoy embarazada? Por favor, no juegues conmigo, Natalia, sabes que esto es lo que estoy deseando más que a nada en el mundo. —Preguntó Andrea con lágrimas en los ojos.—Por supuesto, sabes que los análisis no mienten. Tú estás embarazada y eso es en todo lo que tienes que pensar, hay mucho por hacer,
PARTE CUATRO: LAMENTABLE FINAL CAPÍTULO TRES bar, regresar al bar era como regresar al mismísimo infierno del que lo sacó una buena mujer lo había sacado para que buscara un trabajo digno. ¿Qué se había mantenido haciendo Diego en ese tiempo desde que ya no iba al bar? Trabajo aquí y trabajo allá, traer, llevar mensajes, cocinar aquí cocinar allá, aunque había estado trabajando en todo y había aprendido aún más de lo que ya sabía, parecía que el mal siempre iba a estar de su lado. La mala suerte, la mala vida que él ya no quería llevar.Era cierto que había momentos en que se preguntaba qué sería de su vida si la pequeña Fernanda no estuviera en ella pero al momento, la respuesta llegaba. No sabía exactamente en el tipo de hombre que se hubiera convertido pero era claro que no en el que era, no en un hombre protector, no en un hombre que cuidaba, que entendía de los deseos y de las necesidades.—El bar —dijo Diego sin saber exactamente qué más decir.Lo que su amigo le había dicho
PARTE CUATRO: LAMENTABLE FINAL CAPÍTULO CUATRO Doce de la noche y la celebración no terminaba. Ni siquiera Andrea se había acorado de ir a trabajar a la compañía desde que su amiga le había dado aquella noticia. Estaba embarazada y no había nada que le importara más que eso.Su abuelo a su lado en aquel comedor enorme, no dejaba de sonreír y beber vino tinto. El mismo que usaba solo para momentos especiales.— ¿Ya tienes una idea de cómo le llamarás? —Preguntó su abuelo.Andrea, con una enorme sonrisa en el rostro, pasó el bocado para poder contestar la pregunta de su padre antes de haber sido abuelo.—No sé, no he tenido tiempo de pensar en eso.— ¡Por supuesto que no has tenido tiempo de pensar en ello! ¿Qué tipo de preguntas hago si te acabas de enterar que estás embarazada, nieta mí? —Dijo el abuelo riendo.—Había pensado que si es hombre debemos de llamarlo como tú.El señor Muriel volvió a reír a carcajadas. — ¿Por qué como yo? —Para que lleve el apellido con honor.— ¿
PARTE CUATRO: LAMENTABLE FINAL CAPÍTULO CINCOOcho de la mañana en punto. No importaba la hora en que ella se hubiera ido a dormir, sentía que de tanta felicidad que tenía en el corazón, no había podido descansar como lo hacía cada vez que llegaba del trabajo después de un largo día de cosas que hacer. Desde el momento en que su amiga le dijo que ella estaba embarazada sabía que tenía que cuidarse, sabía que ella ya no estaba sola, había una pequeña personita que se estaba formando y que merecía de todos sus cuidados, sentimientos y de sus mejores tratos.Cuando estuvo lista, mirándose en el espejo se dio cuenta que no había ningún cambio en ella, el vestido aquel color naranja que llevaba esa mañana no se veía diferente. Ya no podía esperar más por el momento en que se viera como una mujer embarazada. Una sonrisa se hizo en su rostro, ya debería de dejar de estar imaginando y mejor, esperar por aquel tiempo.Lo que iba a pasar esa mañana iba a ser especial. Diego al final sabría q
PARTE CUATRO: LAMENTABLE FINAL CAPÍTULO SEIS Resistiendo un poco más mientras lo tenía de cerca, mientras tenía de cerca su perfume y todo lo que él representaba para ella en ese mundo tan pequeño que lo había envuelto a ellos, Andrea aún tuvo la fuerza para levantar la mirada y alejarse un poco de él. No era que lo deseara porque el deseo suele ser para las personas que nunca han sentido amor o las que no saben la diferencia entre el amor y la pasión.Ella simplemente estaba confundida. Estaba de más decir que ella se había enamorado en el pasado pero es que eso que estaba sintiendo en el alma era tan diferente a lo que ella logró sentir en el pasado siendo inocente.—Creo que ya está —dijo Andrea sin darle la mirada al momento que se hacía para atrás.La casa estaba sola para ese momento. Podría pasar un sinfín de cosas y nadie se enteraría y entre todo eso, estaba aquella noticia que no le podía dar no porque no quisiera sino porque el mismo responsable de su felicidad le había q
PARTE CUATRO LAMENTABLE FINAL CAPÍTULO SIETE Sintiendo como el tiempo se iba lento entre más esperara por ella, sintiendo que podía estar pasando mil y un cosas ahí y él no tenía derecho a decir nada, Fermín se levantó del lugar frente al escritorio donde estaba el señor Muriel quien revisaba algunos documentos de manera despreocupada. No lo entendía, simplemente él no lo entendía, su nieta estaba en la salida con un completo desconocido y el señor Muriel solo se sentaba a revisar sus documentos. —Andrea ya tardó, ¿no lo cree, señor Muriel? —Preguntó Fermín.— ¿Lo crees? —Preguntó el señor Muriel sin darle la mirada a Fermín.—Se supone que solo iba a acompañar al hombre ese y venía.—Mi nieta es así, fácilmente hace amigos así que no te preocupes demasiado. Mejor ven y ayúdame que no entiendo exactamente cuál será el producto final si implementamos este plan.Fermín no pudo decir nada más porque como alguna vez Andrea se lo había dicho, él no tenía ningún derecho sobre
PARTE CUATRO: LAMENTABLE FINALCAPÍTULO OCHO Sin tener la intención de sonreír de la manera en que lo hacía, Andrea entró en la casa en donde su abuelo y la persona más detestable y que era a la misma a la que ya comenzaba a soportar gracias al amor que su hijo estaba haciendo nacer en ella, el mismo que sanaba todas las heridas, Andrea abrió la puerta y caminó hasta el despacho. O al menos, esa fue su intención pues al momento fue la voz de aquel hombre quien la detuvo.— ¿Ya entras o, nos veremos en la necesidad de tratar este asunto mañana en la empresa? —Dijo Fermín cruzado de brazos sin darle la mirada a Andrea.Andrea sonrió de manera sarcástica. No podía creer que él le estuviera hablando de aquella manera cuando ellos no eran más que socios y por supuesto, ella tenía un puesto más levado de lo que él podría tener. No importaba si estaban en la empresa o no, él le debía de respeto, el mismo respeto que no le pudo dar cuando estaban comprometidos y al memos ella, si estaba en