PARTE OCHO: ENTRADA AL VALLE DEL DOLOR CAPÍTULO UNO —Señora Leticia, la verdad es que no creo que la señorita hubiera sido capaz de golpearlo de esa manera. El último día que él vio a la señorita Muriel él estaba muy contento. La verdad se me hace difícil de creer que ella haya sido cuando Diego ha sido muy bueno con ella. —Dijo Samuel pensando en las palabras que le había dicho Diego cuando estuvieron en su habitación. — ¡Por supuesto que no fue ella pero fue su mundo, al mismo que le dije a Diego que no se metiera! Samuel no dijo más. Eso realmente tenía algo de cierto. Diego y aquella mujer no eran iguales, quizá fue eso lo que hizo que le dieran a Diego la golpiza que nunca antes en su vida le habían dado. —La verdad es que todo esto se me hace tan difícil de creer. Por un lado tenemos a la pequeña Fernandita y por el otro… ¡Ay, ¿qué vamos a hacer, Samuel?! De pronto, sin que ellos lo pensaran, la habitación de la que no tenía n más de media hora de haber salido, alguien má
PARTE OCHO: ENTRADA AL VALLE DE DOLOR CAPÍTULO DOS — ¡Okay! Dime la razón por la que estamos aquí. — Peguntó Andrea en el momento en que él la había ayudado a sentar en aquella mesa de un restaurante lujoso.—Solo quería que comieras bien y no te atrases, comas a tus horas por tì, por tu hijo y por todo lo que viene.Andrea solo suspiró. La verdad era que ya estaba harta de la misma situación. Era cierto que había dicho que iba a hacer todo para que ellos pudieran llevarse bien al menos como compañeros de trabajo pero la verdad era que ella no aseguraba que fuera a verlo como una persona común después de todo lo que había pasado.—Bueno, pues si es así, gracias.— ¿Quieres que te pida algo en especial? ¿Hay algo en especial que debas de comer? Dímelo, quiero saberlo todo.Una vez más Andrea suspiró. No era tiempo de perder la cordura cuando él se estaba portando bien genuinamente. Lo más que ella podía hacer era seguir el juego e intentar verlo como la persona más común.—Solo
PARTE OCHO: ENTRADA AL VALLE DEL DOLOR CAPÍTULO TRES Un auto color negro que se detenía en las puertas de aquel hospital que no parecía tener todo el equipo para atender a sus pacientes como debían.. Ni iquiera Mandira había podido comprender la razón por la que su madre había preferido ir a ese hospital.— ¿Ves cómo toda la gente se nos queda viendo? —Preguntó Mandira al darse cuenta que las miradas de la gente estaba sobre ellas al verlas bajar de un auto tan lujoso como ese.—Tranquila, Mandira, sé que esto es lo que tu papá hubiera querido y aquí estamos ayudando a la gente que en verdad lo necesita.— ¿Por qué no solo damos el dinero y ya?—Ya te lo dije antes. Esta es la manera en la que vamos a hacer las cosas y asegurarnos de que los doctores no se queden con nada. Nada es nada.Y de esa manera la señora Lourdes entró en aquel hospital. Tanta gente que lloraba, tanta gente que solo necesitaba una esperanza para poder seguir adelante, una esperanza que les dijera que
PARTE OCHO: ENTRADA AL VALLE DEL DOLOR CAPÍTULO CUATRO Una tarde más que caía una tarde en la que ella no sabía nada, sus pasos podrían continuar de la misma manera y la verdad es que su corazón se estaba destrozando, estaba dejando un camino atrás lleno de sangre. En la mente aún tenía las palabras de Fermín, jamás iba a poder olvidar con la furia que las dijo pero en esa furia también supo encontrar su sinceridad. Diego le había mentido, Diego no solo era un bailarín en ese club él era algo más y lo peor de todo quizá era que viéndolas los ojos haciéndoles saber sus sentimientos haciendo que ella cayera por él, él no supo detenerla, él simplemente siguió mintiendo de la misma manera en que sabía hacer, en que hacían esos hombres que solo se burlaban, los hombres eran iguales para ella. Con una mano en su vientre sabiendo que lo único que podía amar en el mundo y que jamás le iba a fallar, y que por supuesto su amor iba a ser correspondido, siguió su camino pensando en su hijo y
PARTE OCHO: ENTRADA AL VALLE DEL DOLOR CAPÍTULO CINCO El tiempo que se iba y que no regresaba, las estaciones que ya no verían incluso si él decía que sí, las fuerzas que se iban, las batallas que se estaban comenzando a perder, todo eso todo aquello que podemos describir como una vida, la crueldad de una vida. Si tan solo él pudiera pedir un deseo, si tan solo pudiera tener ahí a su hermana y mandarla como un ángel mensajero para que le dijera a Dios algo, sería muy sencillo su deseo sería solo uno, que su hija viviera viviera eternamente y que no sufriera más todo lo que había sufrido en esos 7 años. Finalmente Diego había llegado a la casa, esta vez no había ni rastro de felicidad, todo parecía lúgubre, todo lleno de dolor y de tristeza, simplemente él no reconocía más su casa. No pude evitar mirar alrededor, fue en ese momento en que se dio cuenta de cuánta falta hacía su pequeño angelito, su hija, la hija que aunque no era completamente suya, ya lo sentí ser porque más que s
PARTE OCHO: ENTRADA AL VALLE DEL DOLOR CAPÍTULO SEIS Diego se quedó un momento más ahí, viendo como su hija dormía, cómo se perdía en el Valle de los sueños justamente donde el dolor no la molestaba más, o dónde aquel olor a medicina, aquella habitación, aquellas luces, aquellas enfermeras y doctores, donde nadie tenía el poder de molestarla ni siquiera él mismo con sus preguntas.Cuando supo que su hija estaba dormida y se había quedado abrazando sus muñecas él vio la hora en su reloj en la muñeca, era el momento de salir y conseguir el dinero que necesitaba para que su hija siguiera con el tratamiento, para que supiera que no estaba sola que todo lo que ella tenía que hacer era seguir adelante, luchando mientras él le daba todas las armas que estaban en sus manos, y si no estaban en sus manos iba a ser hasta lo imposible por conseguirlas.Poco a poco, no queriendo dejar a su hija como si algo le dijera que no lo hiciera esa noche, que podría hacerlo mañana pero no esa noche, tuvo
PREFACIO DIEGO CERVANTES ¿De qué va el futuro? ¿De qué va el presente? ¿De qué va todo eso que sigue siendo desconocido para nosotros? Como las estrellas en la noche, como el sol naciente de una mañana, como los colores de un arcoíris que aparece de vez en vez y al frente, un camino que no muestra más de lo que no debe, que no muestra más de lo que no tiene permitido. Un camino que es la vida, un camino que ya fue escrito justamente antes de nuestro nacimiento. Al final, ¿cuál es la realidad? ¿Es la vida de una persona ya escrita desde antes del nacimiento o es la vida la que es dada y es uno mismo quien escribe aquella vida? La realidad es que…Una entre un millón de historias sería aquella que estaba por comenzar. De mano en mano, un camino adelante que les espera como toda la vida que adelante estaba a punto de ser escrita, así era de la manera en que caminaba aquel joven padre de la mano de su hija. Una pequeña niña de no más de siete años. La misma de viva sonrisa como lo era a
PARTE UNO: VIDAS CRUZADAS CAPÍTULO UNO: ENCUENTRO Una vez más, Andrea regresó al mundo. Los recuerdos ya se habían esfumado de ella. Una sonrisa tonta se dibujó en su rostro al darse cuenta que el matrimonio, una vida feliz y nada de eso estaba hecho para ella. Pero había algo que, no importaba la manera, no importaba lo que tuviera que hacer, había algo en ella que no cambiaba. Algo que siendo una niña, siempre lo supo. Ella quería ser madre, ella quería tener un hijo. Ahora que comprendía que a su vida no iba a llegar un príncipe azul, había algo a lo que se aferraba y eso era a un hijo. No sabía cómo pero tarde o temprano le diría a su abuelo que estaba esperando al heredero de los Muriel.Un poco más cansada de lo normal, con el alcohol ya haciéndole un efecto extraño en el cuerpo, Andrea se levantó de su lugar en la barra y bebiendo el último trago de la copa, se quitó el anillo más falso que un hombre pudo darle para terminar de ahogarlo en la misma copa de la que ella había b