Vael y velkan en conjunto lloraban con Lass en sus brazos y, aunque trataban de curar su herida, no alcanzaban. lass gimió. —va-el— él extiende su brazo y acomoda su cabeza. Su frente baja sangre y ella, con sus ojos adormecidos, acaricia sus mejillas mientras las gotas de lágrimas espesas de él caen en su cara.—es-estas herido y-es-estás llorando— él sorbe su nariz y lloro con llantos —no tenías que sacrificarte por mí te dije que vivieras por nuestro bebé——ha-has su-sufrido mucho mi amor, encerrado a-ahí ti-e-nes- qu-que agh! Li-libre— —por favor——n-no-llores, te am-o— —¡AHHHHHHHHHHH! NOOOOOOOOOOOOO, NOOOOOOO!—***Vael caminó con Lass en sus brazos hasta la mansión. Había muerto el amor de su vida junto a su hijo y, mientras iba dejando lágrimas a su paso, cantaba una canción de amor. ~Vuelve, solo quiero que lo intentes, no me digas que ahora necesitas suerte. ¿De verdad que necesitas que recuerde que las cosas que se cuidan no se tiran de repente? Vuelve, solo quiero que
Vael despierta, siente unas caricias en su cabeza y gime, se estruja los ojos y Lass le sonríe. —Te ves fatal, ¿acaso no duermes en semanas?—Espeta ella con un tono burlón, él tiembla y aclara los ojos que se les llenan de lágrimas en automático y la abraza, la abraza fuerte. —¡mi reina!—llora como un niño sobre ella y a los minutos se calma y la mira quién estaba llorando también.—nunca me vuelvas hacer eso, nunca vuelvas a dormir tanto tiempo— ella limpia sus lágrimas y la besa apretando su nuca —¿cuánto tiempo dormí?— —Lo suficiente como para que yo me volviera loco-Se quedan viéndose unos minutos y él toca su cara —yo fui un estúpido y quiero pedirte perdón, perdóname por haberte hecho sufrir tanto, soportaste todo tanto por mi culpa y casi te pierdo, tal vez los siglos no me alcancen para pedirte perdón—.—te perdonaré con una condición——Pídeme lo que sea, si es mi vida es tuya, solo pide por tu boca y se te concede——quiero que la casa que me vas a comprar fuera de aquí, t
Los meses pasaron, el pequeño tenía seis meses de vida y Vael no lo dejaba tranquilo ni un momento. Amaba que su hijo era su copia exacta, solo que el pequeño tenía la mitad de su cabello blanco y la otra, rojo. El bebé era muy inteligente para su edad, pero tan tierno que todos lo querían cargar. —¡buenos días, mi amor!— lass besa sus cachetes y él alza los brazos para que su mami lo cargué. Vael estrella su mano contra su trasero cuando ella le da la espalda y todos se quedan viendo. —Vael y yo pronto nos iremos, quiero que sepan que pueden ir a nuestra casa cuando deseen, la compramos bastante amplia para cuando quieran ir-Arturo resopla, pues no veía necesario que se mudaran, pero lass quería vivir frente a la playa y Vael no quería ser alfa, quería ser una persona común y corriente.— Sé que no estás de acuerdo, papá, pero ya tomamos una decisión, creo que RAKSHA no es para nosotros y tengo malos recuerdos aquí— La manada se había recuperado muy bien, y otras manadas heridas
Esta es la tercera parte de la trilogía de hombres lobos “los ojos del sol” Orden para leer los libros 1- bajo el posesivo alfa 2-una diosa para un beta 3-vael alfa maldito. *** Me despierto agitada con la mano en mi pecho —¡ahhhh!— estoy empapada de sudor, trato de recobrar la respiración, pero se me hace tan difícil. Mi camiseta la podía exprimir de tanto sudor nocturno, mi cabello está hecho un desastre, las trenzas se habían deshecho, me miró al espejo, el cabello rojo es abundante, así que es pesado y está en mi cara. Pataleo, cansada y sin fuerzas, entró al baño de mala gana, abro la ducha, pero antes voy al lavamanos. Me miro en el espejo, mis ojos están al borde del llanto, tengo ojeras y me veo horrible y aunque trato de impedirlo las lágrimas no las puedo evitar, me sostengo del lavamanos, sorbo mi nariz y dejo de llorar de la nada —¿de qué te vale llorar? No hará que esta m*****a pesadilla desaparezca— me hablaba mi reflejo, creo que solo era producto de mi ima
—hola mamá— Le doy un beso en la frente y me abraza con amor —¿cómo te sientes hoy?— me habla con pena —estoy bien mamá— le miento, pero pone una cara de “no estás bien, dime la verdad” —si mamá ya sé, no estoy bien del todo, sigo teniendo esas pesadillas, sigo despertando agitada, ya no siento miedo, pero lo que vivo en ella es tan real como estoy contigo ahora— —Haré que tu padre se comunique con la diosa, ya veo que los medicamentos no están haciendo efecto y no... — —olvida eso madre, ¿sí? Ahora solo quiero…— —buenos días— vael me interrumpe y entra a la casa saludando a mi mamá como si no la hubiera visto —Vael mi Niño ¿cómo estás?— entrecierro un poco los ojos sin entender y mientras abraza a mi mamá me mira como enfermo trato de darle la espalda y voy al refrigerador negando —¿no quieres nada de desayunar?— mamá le ofrece —ya desayuné, me fui de caza beber la sangre de lo que cazas es tan nutritivo, te sacia por completo— Puedo sentir su mirada en mi trasero y en todo mi se
—No puedes permitir que vael siga poniéndote en esta situación, ¿no crees que debes pararlo?— Iba mirando por la ventana, ignorando todo lo que papá me reclamaba por la actitud de vael hacia mí. Quería gritarle que éramos mates y que esa era la situación, pero le había jurado a vael que si tenía que morir con el secreto, moriría hasta que él me permitiera decirlo o al fin se dignara a marcarme y hacerme su mujer. Deje de escucharlo unos minutos, me perdí en el bosque cuando de pronto sentí un escalofrío. Vi entre los árboles a vael mirándome con esa sonrisa enferma —¡Papá!— grité y él frenó de golpe —¿Qué pasa, lass me estás escuchando?— —¡Yo, eh, si te escucho sé que tengo que ponerle un alto, pero ¡UFF!-Resoplo y no digo nada más, solo yo sabía la pesadilla que vivía con Vael. Él tenía el control sobre mí y yo no tenía ningún control sobre él, era difícil para mí escuchar a todos siempre en mi contra. Creo que solo ser ágil no era suficiente cuando tienes que enfrentarte a lobos,
No soy bueno, de hecho, no nací para hacer el bien, tampoco el mal, sino para hacer lo correcto. ¿Y qué es lo correcto? Gobernar una manada con el orden de los primeros lobos, “el antiguo orden”. En la actualidad, poco a poco, los lobos han ido adaptando cualidades humanas por así decirlo. El primer lobo en tener una compañera humana fue mi abuelo deimon. Fue uno de los primeros en humanizar la raza lobuna, cuando somos más fuertes que ellos y ellos deberían adaptarse a nosotros y venerarnos como los dioses que somos. La mano blanda de mis parientes han creado lobos débiles y hemos tenido que perder a muchos en guerras y batallas a pesar de nuestras victorias porque el amor ha ablandado su fuerza de los lobos. Mi linaje ha combatido el mal que ellos mismos crearon por su debilidad, siglo tras siglos más. Yo no soy como ellos, yo soy diferente, incluso haré la diferencia cualquiera que rete a mi manada; a una guerra lo pensaría dos veces. Quiero fuerza y poder, quiero ver el mundo arr
—¿Por qué no trajiste a lass?, quería verla— —Si quieres verla, ve por ella y déjame en paz, ya le dije que venga, pero no quiere, dice que le duele la cabeza, humana, al fin siempre les duele algo— —Mi hermana, cada vez está más rara —miró a daimon con una ceja alzada mientras me acomodó en la mesa. —Daimon atiende el plato, se enfría la comida— Akira lo regaña, alzó un poco la cabeza, quería saber a qué se refería el pequeño. La conversación cambia de rumbo, todos están hablando. Arturo y Naím no hacen silencio, ríen y beben. Mis hermanos Usher y Frederick juegan en la mesa mientras que yo leo un libro y escucho a mi mamá murmurar sobre mí con Akira —es muy apuesto— y ríen silenciosamente. —Si lo es, pensé que tu hija y él serían mates, pero al parecer no fue así— —Es una lástima, ¿cierto?— Sus ojos se posaron en ambas y doblo un poco el cuello para tranquilamente espetar —¿Si saben que tengo una habilidad excepcional para escuchar incluso los pasos cerca de la puerta y más all