—Aun no hemos terminado, pero no te preocupes, ¿Si? Confía en mí.—No es que no confíe en ti amor, solo que deberías decirle a Samuel que tienes un día muy importante como para tenerte trabajando hasta muy tarde —ahora si se escucha un poco molesto.—Te prometo que descansaré, ¿Si? Y llegaré a la audiencia temprano.—¿Cómo? ¿No vendrás a casa? ¿Vas a amanecer por allá?—Es que muy largo e importante —le explico.—Eso es abuso laboral, pero está bien…—Gracias por entender… ¿Cómo está Alejandrito? —le pregunto con una sonrisa.—Bueno, estaba llorando mucho en la cuna y lo puse a dormir conmigo, me parece que alguien ya sabe cómo conseguir lo que quiere y yo no puedo evitar mal criarlo —bromea y me hace reír.Veo a Douglas porque este está haciendo señas para que corte la llamada y eso me pone triste.—Amor, me tengo que ir, ¿Si? Tengo una noche larga y deseo terminar todo eso hoy.—Vale, nos vemos mañana. Y cuando Samuel te lleve, hablaré con él.—Es que era mi responsabilid
Luego de un rato siguiéndome el beso, me separa de él.—No, Isabel, no quieras enredarme —me dice enojado.—No te estoy enredando, solo avivó las llamas del pasado, si tenía sentimientos hacia ti, pero creía que tú me veía solo como una amiga y bueno, tu hermano demostró mucho interés —miento, pero hago que suene sincero.Douglas agacha su rostro y suspira.—Tienes razón, era un tonto debí ser más atrevido —se analiza a sí mismo—. Pero ahora estás enamorada de César, ¿No?Me echo hacia atrás creyendo que esto será más difícil de lo que pensé.—¿Sabes Douglas? Si no quieres esto, entonces no me hubieras dicho que tenía que acostarme contigo y si no tuviera iniciativa, es porque no me gusta, solo disfruta de lo que estás pidiendo como el chico malo que eres, ya que me gustan los chicos malos como tú y César es muy bueno para mí —digo con fastidio.Siento que sujeta mi mano y lo veo, en sus ojos se ve que he despertado el deseo y que bu no, porque sinceramente prefiero él lo haga,
Me quedo callada por unos segundos, debo decírselo, tengo que, aunque me odie por ello, fue obligado, pero le mentí, eso duele mucho.—No tan bien, no sé lo que pasó, pero me la traje, no sé si hay un problema con eso —le digo y se acerca a mi para darme un beso y yo me alejo.—Para nada —responde extrañado de mi comportamiento—. ¿Y esa ropa? No saliste así anoche —me examina y es extraño.¿Por qué lo es? Porque sigo acostumbrada a que todo suene como Alejandro y César siempre habla con mucha inocencia, sin ganas de lastimarme, es diferente, demasiado.—Una ropa que me quedó en casa de mamá, tuve que cambiarme porque… —pienso rápido—. Me vomito la ropa anterior.—Oh eso se escucha mal, le diré a Cecilia que la atienda mientras vamos al juicio, ¿Lo atiendes? —me ofrece al niño y me niego.—Estoy sucia… me siento sucia y… —me interrumpo a mi misma.—De acuerdo, entiendo, acomodate para irnos, ¿Ya desayunaste? —me pregunta y niego—. Pediré que te preparen algo.Sale de la habitac
—Me vieras más seguido si no te revolcaras con la esposa de tu hermano —me reprocha y veo a Hannah, quien se siente mal por eso—. O sea, no entiendo que es lo que te pasó. Veo a mi padre y este evita la mirada conmigo, doy un suspiro, él la tiene engañada. —Algún día, lo entenderás, te amo. —Beso su mejilla y ella confundida. Pues sueno a como si me estoy despidiendo y en parte, puede que sea así, ya que no se si después de esto mi madre siga apoyando a su familia sin importar su reputación criminal. Me giro para irme y veo que Isabel ya estaba entrando, no me di cuenta cuando acabó el otro juicio, también llaman a mi hermano Douglas y solo lo veo de reojo, pero ni le deseo suerte. —¿Solo te quedarás viendo? —Douglas se regresa para hablarme. —¿Qué quieres que te diga? —lo miro extrañado. —Pues que amas tanto a Isabel que no te molesta si ella también me quiere a mi —me dice y estoy confundido—. Ella no pasó la noche con Samuel, pasó la noche conmigo y el vestido negro q
Lo único que hace con su mirada, es hacerme sentir culpable por acostarme con su esposa, ya que si él sigue vivo, Isabel no es ninguna viuda.—Ay hijo mío —lo abraza y llora, claro que ella se vio afectada con su falsa muerte.—Nos pondremos al día luego, ¿Vale? Quiero ver a mi esposa —le avisa y raramente mi madre acepta.Tal vez la idea de perder a su hijo la hizo recapacitar, como si es mejor que ellos hagan los que le haga feliz. Alejandro se voltea para vernos y se aproxima, pero yo pongo delante de Isabel para protegerla.—Te moriste, y tú ya no eres su esposo —digo seriamente y es que me niego a aceptar que él se acerque a ella para lastimarla.Sinceramente por un parte me siento feliz, es mi hermano, pero para Isabel quiero que esté muerto.—Pero si soy el padre de su hijo, ¿No? ¿Hiciste la prueba de ADN? —me pregunta y yo asiento—. Sabía que lo harías, ¿Dónde está? ¿Puedo verlo?Isabel me hace a un lado para poder verlo y yo solo la observo. Ella camina hacia él y lo
—Todo lo que tengas que decirme, puedes hacerlo ahora —escucho que se aproxima y él me ve.—A solas —pide él.Isabel me quita a Alejandrito y lo carga, yo no tengo problema con eso, con tal de que no se lo de a mi hermano.—Pues es una lastima para ti, pero velo por mi seguridad así que tendrás que hacerlo frente a César —le responde y yo sonrío en forma de victoria, esa es mi chica.Mi hermano vuelve a apretar su mandíbula como antes, pero respira hondo y parece que lo aceptará.—De acuerdo.Miro a Isabel y ella me hace una seña para que lo deje pasar, eso hago y lo llevo a la sala, mientras que ella se va por un momento diciendo que va a cambiar al niño. Invito a Alejandro a sentarse y él lo hace, luego yo me siento frente a él y solo nos comenzamos a vernos, desafiantes, diría yo.—Entonces… ¿Te estás acostando con mi esposa? —me pregunta yendo directo al grano.—Estamos saliendo —digo de forma más educada, creo yo. Pero eso le causa risa.—No sabía que debía cuidarme de ti, para m
Recordar el pasado le duele y lo sé, porque he estado ahí en sus momentos más débiles, cuando se sentía una tonta, en sus pesadillas, en su miedo de que él acabe con su vida, aún así creyendo que estaba muerto, ella tenía miedo de él y debía afrontarlo, con todo.—¡No puede hacerme eso! ¡Yo quiero estar con ustedes! —le grita.—Puedes ver al niño, y ya veremos cómo dividirnos el tiempo.—¿Qué? No, él no un objeto, lo correcto es que esté con ambos padres.—¿Y que ejemplo le vamos a dar al estar juntos? Los matrimonios si son para siempre, pero es porque hay comunicación, respeto confianza, y compromiso entre ambos, cosa que yo tenía hacia a ti, pero como no es recíproco, no puedo mantenerlo, me hiciste mucho daño Alejandro y eso debes entenderlo. Así que si es todo lo que tenías para decir, por favor retírate.—¡¿Es en serio?! Tú ni siquiera me respetas a mi, te acostaste con mis dos hermanos —le reclama y se levanta.Yo también me levanto, ¿Cómo es que él sabe eso? ¿Y yo porque me pr
Isabel.—¿Segura de que quieres hacer esto? —me pregunta el abogado por la llamada.Yo estoy en el baño, encerrada viendo el moretón de mi ojo, el moretón que mi esposo me había causado, fue un golpe adrede porque se había enojado conmigo, ¿Razón? Mi esposo es muy celoso, hasta con mi familia.Flashback.“Oye prima, estoy en la ciudad y me encantaría verte”, recibo un mensaje de Teobaldo, mi primo.El día marca la tarde y Alejandro, mi esposo sigue en el trabajo, no permite ningún tipo de visita sin su presencia y bueno, también dependiendo de la visita.Pero no veo a Teobaldo desde hace mucho, de pequeños éramos muy unidos hasta que mi tío por su trabajo tuvo que mudarse, ya después nos veíamos en reuniones o festividades, y al llegar a la universidad, no vi mucho a Teobaldo, se puso a estudiar derechos y quería graduarse con honores así que tomo la decisión de exigirse más.Así que aprovecharé que mi primo está en la ciudad y lo veré, ¿Qué malo podría pasar? Tenemos cosas que adelan