Los gritos de Mike se podían escuchar por toda la clínica y posiblemente también el sonido acelerado de mi corazón.Estaba realmente asustada con la noticia de un bebé en camino y ni siquiera ver a Mike tan emocionado, abrazándome y dándome vueltas sin dejar de tenerme en sus brazos hizo que me calmara.Cuando Mike volvió a la realidad y dejó de flotar en el aire como si estuviera en las nubes, pudo ver mi cara de angustia y desconcertado me hizo la pregunta que yo temía.—¿Qué sucede, Lucia? ¿No te emociona?La doctora que hacía tiempo que se fijaba en mi cara de pocos amigos y esas continuas gotas de sudor que me caían por la frente de solo pensar en lo que haría con mi vida decidió darnos un poco de espacio, parecía tan desconcertada como Mike. Entendía que el "padre" del bebé estaba más que emocionado, pero la madre parecía inquieta y preocupada cuando debía ser al revés.—Volveré en un rato. —Dijo, agarrando la tabla de resultados en sus manos—. Les doy un poco de espacio, cualqu
**3 meses después**Pronto llegó otro día de ser una ballena en el futuro, era increíble ver como el tiempo había pasado tan rápido para todos y en especial para mí.El sol entraba por las ventanas de la habitación de Mike, hace una semana que duermo con él porque el bebé ya tenía un movimiento muy activo en el útero cuando él no estaba y eso me impedía poder dormir.No negaba que mi cuarto era precioso, olía delicioso y por supuesto era delicioso dormir allí, pero ese hombre no estaba a mi lado y ya se hacía un problema poder dormir con ese diablito en mi vientre moviéndose sin parar.El reloj de la casa empezó a sonar tan pronto como eran las 12:00 PM, hora en que Mike llegaba a casa del trabajo donde de vez en cuando se desviaba a alguna tienda de comida rápida o panadería para saciar mis antojos y eso solo me daba un aviso : Es hora de levantarse.Me puse una bata de baño rosa que Mike me había regalado hace poco más de un mes, la vi en una tienda y me enamoré, sin dejarme saber y
El camino estuvo aburrido durante mucho tiempo mientras decidíamos en qué restaurante comer.Al poco tiempo al fin nos habíamos decidido por Asian Garden Restaurant, una deliciosa comida y un buen descanso nos quitarían todo el estrés que teníamos con el día a día.Mike buscó un lugar para estacionar y luego me ayudó a salir del auto. Al entrar por esa puerta, una hermosa chica de cabello negro hasta la cintura y ojos marrones nos dio la bienvenida y luego nos guió a nuestra mesa asignada.Todos y cada uno de los movimientos que hacía cuando Mike estaba cerca simplemente me hacían reír, era obvio que amaba a ese hombre y a juzgar por cómo nos recibió, ya lo conocía de antes.La chica me vio reír e inmediatamente se sonrojó e hizo una reverencia como diciendo: disculpe. Yo solo le sonreí amablemente y le agradecí por su espléndido servicio, seguido de eso, la joven se acercó y me habló al oído con mucha vergüenza en su rostro.—Lamento las molestias, señora, no sabía que estaba embaraz
Alexander me miró con inseguridad, analizó todo mi cuerpo de arriba a abajo con cuidado, pensé que no iba a ver mi barriga hinchada, pero agradecí en ese momento que los abrigos y bufandas de Mike fueran lo suficientemente grandes como para ocultarlo.—¿De qué estás hablando? ¿Te recuerdo que fuiste tú quien me mintió, me engañó y se burló de mí? ¿Por qué iba a responderte si me lastimaste tanto, Alexander?Mike abrió los ojos y con una expresión de sorpresa caminó hacia mí rápidamente, parecía que algo en él había reaccionado y protegerme era parte de esa reacción.—¿Él es Alexander Miller? ¡No puede ser! ¡Dime que no!—Sí, Mike, él es Alexander y, sinceramente, no sé qué diablos está haciendo aquí.Pero pronto, unas piernas largas y esbeltas se asomaron por detrás de las suyas. Una mujer… típico, ya nada de él me sorprende.—¡Vaya! Pero parece estar en buena compañía —bromeó Mike, notando lo mismo que yo.—Sí, lo veo. Parece que no me quiere recuperar ni saber de mí, lo que quiere e
El ambiente hostil y sepulcral hurgaba en el aire hasta que la mujer que se encendía detrás de Alexander dejo ver su perfecto y hermoso rostro.—Alex, ¿podemos irnos de aquí? Hace frio y creo que el ambiente esta tenso, además todos nos están observando como monos de circo.La mujer lo estaba tratando como fuera su novio o lo conociera de toda la vida y aunque podría ser que fuera de ese modo. Alexander volteo a verla como si hubiera olvidado que estaba allí o que había venido con él y en lugar de tomar hacerla a un lado, hizo todo lo contrario.—Si quieres ve a llamar un taxi y me esperas en el hotel, de todos modos ya tienes las llaves de la habitación.La chica asintió y camino elegantemente contoneando las caderas hasta la salida del restaurant, llamando por completo la atención de todos los hombres en aquella habitación.—Wow… hasta tienes una habitación con ella, sí eres rápido.—Lucia, solo escucha…—Creo que tienes mejores cosas que hacer con esa mujer —le espeté a regañadient
Mike estaba completamente furioso corriendo por la casa. Al parecer su padre necesitaba su atención en la empresa y no era un caso de elección, tenía que ir sí o sí.Cuando acabo de hablar con él se acercó hasta mí con la cabeza agachada y una mueca de tristeza, tomando mis dos manos entre las suyas.—Tengo que ir a la empresa —soltó a regaña dientes —mi padre está molestando con que debo ir a una reunión de la empresa.—Sí, escuché todo el escándalo que estabas formando en toda la casa.Una carcajada salió de Mike, me atrajo hacia su cuerpo y dejo un beso en mi mejilla.—Lo siento por ser tan ruidoso, mi padre me saca de quicio —negó—. Me perderé el eco del bebe pero prometo salir de ese infierno lo más pronto posible.—Tranquilo, ya me encargaré de que todo esté en orden y de tomarme una foto al bebe para ti.—¡Gracias! ¡Lo prometo, estaré allí en poco tiempo!—¡Descuida, descuida, no te apures!Pronto estaba saliendo de la casa camino a ver al médico. Mike me había dicho con lujo
Caminábamos por los pasillos con olor a medicinas por todas partes, al punto de provocar náuseas a Alexander quien cada tanto se llevaba las manos a la boca evitando sacar toda la comida de sus 36 años.—¿Estás bien? —Pregunté notándolo más pálido que la muerte.—Maldita sea… no sé Lucía, me siento horrible con ese olor.—Te estoy preguntando por lo mismo, sé que odias los hospitales y al parecer las clínicas no son la excepción.—No me gusta nada que tenga que ver con médicos, cariño —comentó, dejando caer su cuerpo en uno de los asientos a los lados del pasillo—. Dame solo 5 minutos aquí, lo superaré, lo prometo.Una pequeña risa salió de mí haciéndome parecer un bicho raro por un instante. De alguna manera ese incómodo momento había relajado un poco la tensión entre nosotros y a los pocos minutos llegó el doctor con la intención de apurarnos.Una mujer estaba detrás de nosotros esperando una cita y la estábamos reteniendo esperando que Alexander dejara de parecer muerto.—¿Lucía Jo
Mike Fiore maldecía en aquella clínica, se sentía completamente jodido y no tenía nada más que las palabras de Natalia sobre aquella foto.Él no quería la foto, él quería estar presente y le ardió aún más la sangre cuando supo que Alexander estaba conmigo en el eco, que había visto todo y los ojos le brillaban como dos luceros.¡Por supuesto que le brillaban! Ah él también le habían brillado del mismo modo cuando escucho su pequeño corazón latir, cuando lo vio allí acurrucadito en mi pancita y cuando después del último eco lo medio sintió moverse.Para Mike, él era su padre sustituto y quien estaba al pendiente de su bienestar desde que se enteró, pero Alexander era otro cuento aparte. El si era el padre legítimo, biológico y eso para él, era malditamente frustrante. Desde su punto de vista, él podría darle todo y amar ese bebé como suyo, pero Alexander podía decidir quitarlo de su lado en cuestión de segundos.Aquellos pensamientos rondaban por la mente de Mike durante todo el trayec