Holi, recuerden seguirme calificar la historia cuantas veces quieran y compartirla con sus seres queridos o en sus redes sociales. nos leemos en un par de días. Chao!
April González: A los minutos estoy en la estación de bomberos. Todos los hombres aquí… son muy guapos me hacen sentir fea. Están haciendo todos los papeleos y los oficiales me entrevistan cada rato. Adrián no me deja ni un solo minuto sola. Nuestras manos están unidas, pero es mas por mi para expresar mi ansiedad apretando fuerte. —Bueno eso creo que sería todo el procedimiento. — avisa Adrián rascando su cabeza noto que esta sonrojado y noto que aun estoy tomando su mano. —Lo siento. — me disculpo rápidamente alejando mi mano de la suya. —No te disculpes, me gusta. — expresa con una sonrisa tímida. —Ahora vamos a desinfectarte los arañazos. Ve al baño y ponte un pantalón corto que deje ahí. — asiento al escucharlo. Al levantarme fallo aún mis piernas siguen débiles, todavía no he pasado el shock de lo que sucedió. —Permiso, te voy a levantar. — dice el hombre de ojos azules intensos tomándome como una princesa, me deja en el baño. —
April González: —Tengo que comprar un celular nuevo. — respondo este suspira y gira sus ojos. —¿Con que dinero? — pregunta sin soltarme. —Ayer lo gastaste todo alimentando a las personas adictas y sin hogar. — me recuerda. —Si… es verdad. — susurro. —Nana te hizo comida. — ofrece la bandeja haciendo que mire a nuestro alrededor buscando a la mujer. —Se fue no vuelve hasta el almuerzo. —Esta bien. — comento tomando la bandeja para ir al comedor. —¿No tienes que trabajar o…? — busco las palabras para referirme a las mujeres. —April, te me largaste en la madrugada, casi sales herida o quien sabe si muerta. Tuve que buscarte en una estación de bomberos donde estabas con el amor supuesto de tu vida. No puedo dejarte sola ni un segundo hasta mañana, así que me tienes que soportar. — responde enojado dejando un vaso de jugo sobre la pesa logrando que se escuche un estruendo en todo el lugar. —Lo siento
Nathan Domenech: Al llegar la mesa la comida está servida… esperen yo he visto este tipo de comida antes. Trato de buscar en mi mente. Creo que son habichuelas con arroz blanco y pollo a la plancha. Llega a mi mente Jocelin que me recibía de la universidad con esta comida cuando mis padres murieron. Dejo a Noah en la silla y me siento para luego tragar, ya que huele exquisito. —No sé si están costumbrados a esto, pero vi los ingredientes y no pude contenerme. Hace mucho no como comida criolla. — expresa con pena April. —Se ve rara. — describe Noah, ambos me miran esperando que tome el primer bocado. —Bien, me sacrifico yo. — comento tomando una cucharada de comida. Siento ese sabor de mi Jocelin, pero… toso dejando a Noah preocupado y a April divertida. Alzo mi mano dándoles a entender que estoy bien. Mis ojos se llenan de lágrimas, veo que hay pique a mi lado. Ay, April estas jugando con fuego. —¿Sabe mal
April González: Me muevo para estirarme, siento que mi cuerpo me duele como si hubiese hecho ejercicio. Chillo mientras me estiro, siento una tela super suave sobre mí. Si pudiera seguir durmiendo… choco con un cuerpo fuerte. Estudio con mi mano el cuerpo fuerte, abro mis ojos para ver a un Nathan sonriente. —¡Buenos días! — saluda logrando que me siente y nos demos un cabezazo. —Dios April… — gruñe. Oh, Dios, ese cabezazo me hizo recordar que anoche tuvimos sexo y sin condón. Alzo la frisa para no encontrar nada raro. Centro mi mirada en los oscuros ojos de Domenech. Hace una seña hacia adelante, le hago caso y hay unas tostadas francesas con bayas… mi desayuno favorito después de los pastelillos y empanadillas de mi isla. Me levanto, miro el reloj que dice que son casi las siete de la mañana. —Voy a llegar tarde al trabajo. — expreso para encaminarme al baño. Trato de buscar rastro de lo que Nathan tuvo que expulsar an
April González: Todos me reciben con emoción en el colegio. He tenido que explicar millones de veces lo que paso los días que falte. Claramente sin mencionar que la maestra de superior de historia tiene que ver. Trato de no pasar por el área de superior y Cabrera me ayuda de que Carla no esté cerca. —Al fin de dignas de venir aquí. — expresa Yarimar al llegar a su salón. —Lo siento entre que me interroguen en cada pasillo, mas dar clase no he tenido tiempo. — me disculpo y le extiendo la carta del oficial, ya que Yarimar es la líder de esta oficina de tutorías. Esta entre mas lee la carta mas sus ojos se abren. Al terminar mi mira sin poder creerlo y luego… ahí está la expresión que esta esperando… esta cabreada. Esta se levanta, pero rápidamente cierro la puerta dando un gran estruendo. —Yarimar, necesitas tranquilizarte primero. — le pido alzando mi mano como si estuviera tratando con un velociraptor. —¡Es
April González: —No, espera estamos en el colegio. —siento como me da un beso en el cachete y baja a mi cuello para lamerlo. Carajo, de por si estaba nerviosa ahora ni fuerzas tengo para alejarlo. —No voy a detenerme. — sube mi brasier para tener expuesto mis senos. —Enserio me hieres cuando me ocultas cosas… — comenta mientras muerde unos de mis pezones logrando que cierre mis ojos y aguante un gemido. —Tu tampoco me avisaste que venías o… — trato de hablar, aunque el pacer de mis pechos me estén volviendo loca junto las manos, boca y lengua caliente de Nathan. —Te lo iba a decir, pero la que ni me quiere escuchar desde la mañana eres tú April. — comenta enojado. Sigue besando, succionando, mordiendo mis senos. Siento como quiero llegar al orgasmo… pero al Nathan notar que estoy a punto de llegar se separa. Me pone de frente pegada a la pared fría del salón, presiona su rodilla sobre mi clítoris mientras tiene mi rostr
Nathan Doménech: Deborah se sienta incomoda delante de mi escritorio, sonrió para mis adentro al ver que piensa que hizo algo malo. Uno mis manos para mirarla con seriedad. Se que no puedo decirle la verdad, pero… —¿Sucede algo malo jefe? — cuestiona algo preocupada. —Si es lo que le mencione de April, no vuelvo hacerlo… — lo interrumpo. —¡No! — exclamo dejándola perpleja, necesito que me cuente todo. —Puedes hablar de tu amiga cuanto quieras, no molesta. —¿Se ha portado bien con April? — pregunta. —¡Es ella la que se esta portando mal, me esta volviendo loco! — exploto. —Habla de domesticación, me hace estar pendiente de ella, logra que despida a quien la toque y ahora quiere salir con un bombero que no conoce bien. Me he portado muy bien y esto es lo que recibo que se vaya con otro hombre. —Como usted con otras mujeres. — responde enojada. —No he tocado a otras mujeres desde que ella… llego a d
Nathan Doménech: Busco el cuerpo cálido de April, pero encuentro frio. Gruño para levantarme, tener una noche sin sexo hace que te levantes enojado. Me doy un baño y salgo del cuarto donde me encuentro a mi hijo desayunando y hablando con nana. —¿Dónde está tu tutora? — cuestiono sirviéndome una taza de café. —Se fue al colegio. — responde logrando que me ahogue un poco con el café caliente. —¿Tan temprano? — pregunto enojado a lo que mi hijo se encoge de hombros. —Ya lo dije, la has cagado, pero yo soy feliz con tener a April cerca. — contesta logrando que yo frunza mi ceño. —Te llevaré al colegio. — aviso. —No la vas a ver, aunque quieras y por la tarde saldrá con nosotros a comprar las cosas para acción de gracias. Mañana tengo entendido que se va a ver al bombero… — susurra con celos. Siento como me hierve la sangre al ver que hasta mi hijo sabe sobre su salida con el bombero.