Aquí el nuevo capítulo, espero que les guste. Recuerden calificar y compatir la historia, junto a sus comentarios hermosos. Nos leemos en un par de días.
Nathan Doménech: Esta tensión es horrible, tengo que buscar algo para relajarme… que no sea sexo. Miro la canasta que trajo Deborah en el suelo, me levanto y la tomo. Observo que hay de todo un poco, tal vez si la traté muy fuerte. Pero esta época es una de las fuertes para la empresa, tenemos que sacar varios artículos al mercado para navidades. Miro el celular esperando un mensaje de un nuevo número. Espero que enviar un celular nuevo para April me ayude a ser perdonado y tener una conversación tranquila con ella. Traté de tomar uno que no sea caro, ya que la tutora es sencilla y minimalista. Como algo sencillo de lo que trajo la secretaria y vuelvo a centrarme en mi trabajo. Esperando un mensaje de April que nunca llega. Nuevamente escucho como tocan la puerta a lo que trato de responder de forma normal. —Adelante. — mando y ahí está mi secretaria. —Le traje el almuerzo y son las dos de la tarde. Traté de esperar a qu
April González: —Es como escucharme a mi cuando me cortaba para sentir el ardor y sacar esa presión que sentía. — me rio ante lo que ha dicho y de lo que pasó hace unos meses. —¿Te cortabas? — cuestiona sin poder creerlo a lo que asiento. —No me cortaba para morir. Me gustaba raspar mis dedos con un cuchillo de cierra para sentir el ardor placentero y como salía la presión, pero no llegaba a sangrar. — explico sonriendo. —Lo que necesita es algo para sacar esa ansiedad, lo mejor es que me tienes a mi que sufro de eso. — este me mira desconfiado. —No lo sé, no te veo curada. — responde logrando que llene mis cachetes con aire, vuelvo a centrarme en la taza donde nuevamente queda asimétricas haciendo que gruña. —Tranquila, esta bien. —No esta bien. — contradigo desesperada mirando como donde se supone que una la tome tiene la forma de mi mano. —Yo encuentro la taza bien. — comenta Nathan logrando que me sient
Nathan Domenech: April entra con pena a la oficina tomando a mi hijo de la mano para retirarse. Esta vestida aún como maestra, pero la ropa que le compré… maldita sea no está provocativa y me tiene loco. No puedo creer que este aquí, me levanto de repente dejando a todos esperando algo. —Perdone jefe fui almorzar, llegue ahora donde encuentro a April y… — interrumpo a Deborah que esta hecha una loca, para que corrío para llegar a tiempo. —Está bien, ha sido el mejor error que has cometido. — respondo con demasiada sinceridad dejando a todos mirándome de forma rara. —Pueden pasar. ¿A que han venido? — pregunto acercándome a ellos dejando a la mujer rubia de ojos azules atrás. —April hizo comida en la mañana y se le olvido dártela para que almorzaras. Le mencioné que tienes dinero demás para comer, pero como Cabrera nos dejó ir temprano fuimos a buscar la comida para traértela. — responde Noah para mirar a April quien le sonríe.
April González: —April por favor trae esas mesas. — manda Leo ya que no estamos preparando para la cerrera del pavo en el colegio. Trato de tomar una mesa, pero se me resbala dando un grito antes de que me caiga en el dedo, pero no siento nada. —¿He perdido la sensibilidad? — pregunto abriendo mis ojos. —Ay April ¿Qué voy a hacer contigo? — pregunta una voz que reconozco. —¿Adrián, que haces aquí? — respondo con otra pregunta mientras veo en el reflejo de sus ojos los brillosos que están los míos. —Bueno hoy nos toca este colegio, ya sabes por lo de las cerreras del pavo. Para velar por el bien de los estudiantes, sus tutores legales y sus maestros. — responde mirando a su alrededor. —¿No has olvidado lo de hoy verdad? — cuestiona mientras rasca su cachete algo preocupado. —¡Claro que no! He estado esperando este día desde que me notificaste. — respondo sonriendo, Adrián se relaja, me sonríe y toma ambas mesas.
Nathan Doménech: —¡Nathan dije cuando YO contara hasta tres! — exclama mi hijo molesto. Nos levantamos, aunque siento un leve ardor en mi pómulo y mandíbula. Espero el mandato de mi hijo donde avanzamos con facilidad. Obviamente no puedo dar pasos normales ya que soy mas alto, pero vamos a nuestro paso. Sonrió casi riendo mientras pasamos a los perdedores lentos. Hasta que vi los primero, es el niño que le ganó a mi hijo en el primer juego. —Ahí está el maldito que me empujo cuando subía en la casa inflable. — comenta Noah enojado. —¡Uno, dos y tres! — acelera más nuestros pasos. —¡Eso Doménech! — escucho como exclaman el equipo de tutorías junto a April y Adrián. Ahora yo también tomo este juego de niños enserio, no soporto a los tramposos y April esta esperando que ganemos. Hago que nuestros pasos sean mas grandes, pero con Noah que pueda lograrlo. Nos acercamos con rapidez al primer lugar, donde tratamos con todas nue
April González: M****a, siento lo mismo cuando estaba dando la charla en la universidad. Mi corazón esta descontrolado tanto que hasta me duele el pecho. Me siento juzgada y sé que hice las cosas mal, no debía aceptar vivir con los Doménech. Se hace visible un vaso de agua, pero no puedo parar de rascar mi brazo. —Ya pueden irse. — comenta Adrián molesto alejando el vaso de agua. —González… — interrumpo a Cabrera. —Se que tengo que recoger mis cosas. — respondo con sequedad y algo brusca para luego rascar mi cuello. —Aquí no ha pasado nada, se pueden ir, el director soy yo y el que debe de tomar la decisión soy yo. ¡Lárguense! — exclama molesto parece que Catia y Carla no se van, escucho como el silencio se apodera del lugar para luego escuchar como Cabrera suspira. —Tranquilízate April te estas haciendo daño. — comenta algo preocupado. —Déjenla tranquila, solo debe respirar. — escucho como dice Nathan sus manos toman
April González: Observo como los bomberos juegan con Noah. Sonrió al saber que va a terminar hoy muerto en la cama al llegar a casa. Algunas llamadas llegan donde algunos de los bomberos de la estación se van, pero Adrián esta libre de por sí. Estudio el parecido que tiene el niño con Adrián. ¿Cuántos Doménech habrá por ahí? Solo puedo pensar que la familia de Nathan también era disfuncional. Por lo menos tenía el apoyo económico, aunque es un vivo ejemplo de que el dinero no brinda la felicidad. —Se nota que amas al niño por como lo miras. — comenta Adrián sentándose a mi lado para limpiar su sudor por jugar, me rio. —Si, lo quiero tanto que me quedaría con él toda la vida. — respondo, alejo mis pensamientos de Nathan, me tiro hacia atrás para apoyarme de la silla. —Lamento lo de hoy. —Ya te lo dije, solo mencioné lo que de verdad quiero lograr contigo. — sonrió sin creerle. —¿Por qué? — cuestiono. —Yo solo siento agrad
April González: Al llamarnos a comer llegan un grupo de mujeres donde las compañeras de Adrián giran sus ojos. Estas rápido van hacia sus parejas… me alejo al ver que dos mujeres del grupo de acercan a Adrián. Lo único que puedo hacer es que no le hagan daño a Noah y que no vea nada fuera de lugar, ya esta bastante traumado. —Es igual papi. — comenta Noah riendo, haciendo que yo haga un ademan de que haga silencio. —Adrián ya no vas a las citas en grupo. — se queja una con voz chillona. —Cierto tenemos que volver a ir a beber. — exclama otra para abrazarlo, pero Adrián las interrumpe aclarando su garganta. —Lo lamento, pero ya tengo a alguien. — siento como me toma de la mano y me hala a su lado. Siento como mis nervios se me activan ante su toque y mas me imagino que mi cara esta hecha un tomate. —Les presento a April… — Noah lo interrumpe. —¡No! — exclama interponiéndose entre nosotros. —¡Mami es mía! — tod