Hello, aquí el nuevo capítulo. COmo siempre espero sus me gustas, sus hermosos comentarios, califiquen la historia, seguirme y compartir la historia con sus seres queridos o en sus redes sociales. Nos leemos mañana, chao! Ah y recuerden que pueden contra todo en su vida, ahora si, adios.
April González Cierro mis ojos con fuerza al escuchar como se abre una puerta. Literalmente no quepo en la quema de Noah, que está durmiendo plácidamente sin darse cuenta de que su podre lo dejo en su cama. Mi corazón empieza a latir rápido al recordar como sus manos calientes buscaban la forma de piel, su voz ronca y su respiración en mi oído. Creí que iba a ceder cuando se debilitaron mis rodillas, gracias a Dios me tapé rápido. Escucho como Domenech abre las gavetas con sumo cuidado para luego escuchar como abren y cierran la puerta. Abro los ojos con lentitud cuento hasta 360 y me giro para encontrarme sola en el cuarto. Hoy aprendí que si expreso lo que siento no me llega a dar el ataque de pánico. Antes creía que podía soportar cualquier cosa, hasta cuando mi exnovio rompió conmigo no me dolió o expresé tristeza seguí con mi vida normal… ¿Por qué sentí esa ansiedad en la etapa mas importante de mi vida? Trato conciliar el sueño, logrando dormir cinco
April González: Observo como Nathan sube las escaleras sin tan siquiera mirarnos. ¿Sera bipolar? Hace unos minutos estaba normal. Tomo a Noah del hombro para dejarlo en las sillas altes del caunter. Noto que también esta como su podre… tal vez siga enojado porque no dormí en cuarto. —Anoche fui a tu recamara y trata de acostarme, pero la cama es muy pequeña. — rompo el silencio prendiendo la estufa. —Tu padre me ofreció su cama, pero no pude dormir. Así que lo ayude con su trabajo. —Él no cocina desde que mama murió. — declara de la nada dejándome asombrada e incómoda. —Cuando ella estaba muy débil la dejaron aquí en casa y su deseo fue que mi padre le cocinara. Lo conocí bien en ese tiempo, nunca había pasado tanto tiempo con nosotros. Si lo veía cinco veces al año era mucho. — dejo los panes ya mojados con la mezcla en el sartén, me acerco a Noah para acercarlo en mi pecho. —No se que es pedir a un padre, pero quiero ser… — no se qu
April González Escucho como suena mi celular, hace años no dormía tanto y lo mejor es que me ha encantado. Me estiro antes de buscar el teléfono, me encuentro el nombre de Jocelin en la pantalla. A lo que me quejo en silencio, noto que ya son las una de la tarde del domingo. —Hola. — respondo con mi voz de recién levantada. —Vienes ¿no? Después de todo es tu bienvenida a nuestro equipo. — gruño al escucharla. —Te lo agradezco, pero en verdad no puedo ir. Necesito hacer compras, relajarme, recargar mi batería social… —¡April! Tienes que venir sí o sí. — me interrumpe. —Somos tus compañeros de trabajamos necesitamos conocernos mejor. —Dame tres meses y me tendrás en tu casa visitando cada semana, pero ahora no. Por favor, solo estaré en mi esquina escuchándolos a ustedes y ni hablare porque habrá más gente además de nosotros. — respondo con tono de súplica. —Dame tres meses para tomar la confianza. — escucho co
Nathan Domenech Seguimos hablando de cosas mientras bebía de vino, coquito y otras bebidas… hoy estoy dispuesto a emborracharme y mas al mezclar tanta bebida. Las esposas de los hombres suben con sus compañeros para seguir hablando en la cocina del hogar. A los minutos llega Drake donde saluda a todos. Tomo la oportunidad de repetir la comida mientras mi abogado se sirve. —Dime una cosa ¿tan loca es la mujer? — cuestiona mientras se sirve, le respondo con un sonido de afirmación. —¿Entonces porque quieres meter la polla ahí? ¿Tan buena esta? —Tiene un buen culo. — respondo encogiéndome de hombros. —¿Se están acabando las opciones en la granja de la escuela? — pregunta divertido a lo que gruño. —Si obtengo a esa mujer tendré cada paso que hace Catia hacia los que están presentes aquí. — respondo este me mira sorprendido y asiente satisfecho. —Pues entonces de sale una oferta buena. Tener a la trabajadora socia
Nathan Domenech Llego a mi hogar para bañarme, desayunar lo que hizo nana e ir a llevar a Noah a la escuela. Busco el contrato en la oficina de mi hogar. Juro que si lo firma y la cojo en su propia oficina. Bajo para desayunar donde mi hijo me mira con sospecha. —Desayuna rápido tengo que llevarte a la escuela. — mando logrando que deje de mirarme con los ojos azules como los de su madre. —¿Pudiste estudiar algo? — cuestiono para sacar tema. —Algo, me gusta como April me explica las cosas. — responde encogiéndose de hombros. Al terminar llevo a Noah al colegio. Noto como April llega también, sus ojeras han desaparecido por tomar el día libre ayer de socializar. Pero Eduardo llega a recibirla logrando que frunza mi ceño, recordando como anoche todos estaban a su alrededor en la casa de Jocelin aconsejándolo con cosas para tener una relación seria. M****a… estaban esperando a que González llegará y como no llego está ejecutando los consejos aho
Nathan Domenech Sus mejillas están sonrojadas haciendo una combinación hermosa con su piel blanca, su olor a coco me vuelve loco. Los ojos verdes olivo me miran sin entender lo que esta pasando, su boca esta algo entreabierta mientras respira agitada. Creo que nunca en mi vida había encontrado una mujer que sea adorable y que me atraiga a la vez. —Yo… — trata de hablar, pero no puede formular las palabras haciendo que sonría ante lo hermosa que se ve así de perdida. Acaricio su cabello alborotado para luego colocar un mechón detrás de su oreja haciendo que despierte. —¡No puedo hacer eso! — exclama alejándome de ella, logrando notar lo cálido que me sentía junto a su cuerpo. —¿Quién te manda evitarme? — cuestiono pasando el pulgar sobre mis labios para dejar mis manos sobre mi cadera. —No podemos estar cerca en la escuela, me pueden despedir. — susurra con miedo que nos descubran. —Entonces podemos tener un
April González —Noah, por favor tienes que estudiar en tu hogar. — suplico al ver que no ha hecho sus asignaciones como hace de costumbre hace tres semanas. —Trato, pero no entiendo miss. — responde desesperado halando un poco su pelo rubio, suspiro. Nos sentamos como de costumbre hacer las asignaciones antes de que entre a clases. He ignorado las llamadas de Domenech desde lo último que sucedió. No puedo seguir involucrándome con él, solo puedo apoyar a su hijo desde la escuela. El niño empieza hacer unas asignaciones, mientras yo escribo las contestaciones. A este paso no está aprendiendo nada. Según las maestras Noah ha atendido mejor a las clases, pero sigue sin hablar mucho. Las notas… bueno por lo menos ya no se cuelga, pero tengo que hacer que saque perfecto. —Nos vemos en el almuerzo. — se despide Noah moviendo sus manos con emoción a lo que todos le decimos adiós. —¡No puedo aguant
April González —¿Quieres ir a comer? — cuestiona Eduardo esperando a que yo termine mi trabajo. —No puedo, tengo que encontrarme con una vieja amiga. — respondo con una mentira. —¿Tienes amiga? — cuestionan todos al escucharme, asiento con lentitud. —Tengo pocos amigos, pero los tengo. Es una amiga del doctorado, hace mucho no la veo y al igual que yo padecemos de… — me detengo al ver que les iba a contar mi condición, pero suspiro ya para que casi lo digo. —Ella padece de mucha ansiedad y yo de ansiedad social. —Podemos comer todos juntos. — ofrece Yarimar haciéndome difícil escaparme de ellos. —Yari, nuestra compañera se le hace difícil socializar imagínate su amiga. Déjalas a que salgan a ver el mundo y luego por nuestra paciencia Dios nos recompensará dejando a April necesitada de nuestro amor. — todos ponemos los ojos en blanco al escuchar a Jocelin. —Bueno sin mas me retiro. — me despido, p