Jason
Tenía pensado esperar la investigación de Alex y con calma planear todo el asunto del contrato y la manera en que abordaría a la chiquilla altanera, sin embargo, mi abuelo, como cosa rara, se ha encargado de arruinar todos mis planes.
Ayer cuando llegué de la discoteca, luego de que la rubia del demonio me dejara tirado en medio de la pista, me encontré con un mensaje de mi abuelo en la contestadora, donde me decía que diera por perdida la presidencia de la empresa si esa semana no presentaba a la chica, o sea la novia imaginaria.
Eso hizo que llamara a Alex de emergencia, le arruinara el polvo y lo pusiera a redactar el contrato.
Él se quejó alegando que no he investigado a la chica, pero le dije que lo haríamos luego, solo necesitaba algo que me sirva de señuelo para atraerla. Y lo encontré.
Se me dió por entrar a las páginas de empleo que utilizamos en la empresa para encontrar trabajadores y coloqué su nombre, de inmediato me apareció un perfil completo de la chica y eso es todo lo que necesitaba.
Hice que Margy la llamara a primera hora para citarla y justo como esperaba ella acudió a la entrevista, por lo que se puede decir que la tengo justo donde quería.
Mis ojos detallan a la mujer frente a mi y justo como ocurrió la primera vez que la vi, no puedo pasar por alto la belleza que tiene.
Cada centímetro de su cuerpo resalta de manera increíble dentro de ese conjunto ejecutivo y no voy a mentir, la verdad es que si hace que me den ganas de arrancarle la ropa.Es hermosa la condenada, si no fuera rubia tal vez habría incluso llegado a intentar algo real con ella.
—Muy bien, voy a escucharte.
Sus palabras me sacan de mis pensamientos y veo como la pequeña rubia da un paso más cerca de mí, al tiempo que parece estar haciendo un esfuerzo por no matarme y se que muy probablemente esté insultándome por dentro.
Trato de mantener mi rostro lo más neutral posible, mientras que extiendo una mano hacia la silla frente al escritorio invitando a que tome asiento.
—Por favor, toma asiento.— Ella me lanza una mirada de desconfianza, pero hace lo que le pido.
—De acuerdo— me dice mientras se sienta y por un instante mis ojos viajan hacia sus piernas cuando las cruza, Dios es la tentación hecha mujer— Ya estoy sentado, ahora si puedes explicarme, por qué estoy empezando a creer que todo esto es una broma de mal gusto.
—Nada de eso— digo con rapidez llevando mis ojos a los suyos— El trabajo es real, pero antes que nada debo advertirte que todo lo que hablemos aquí es 100% confidencial ¿Está claro? Si te quedas a escuchar deberás firmar un acuerdo de confidencialidad, sea que tomes el puesto o no.
Sé que mis palabras la han puesto nerviosa, por la manera en que sus manos se mueven sobre la mesa, pero esto es algo que Alex me dijo que debía hacer si o si. No estaba puesto en consideración.
—De acuerdo… Lo firmaré.
Sus palabras hacen que me sienta mucho menos tenso, aunque sé que aún queda la parte más complicada y esa es explicar el enredo de situación en la que estoy y peor aún, hacer que una chiquilla que me detesta acepte fingir ser mi novia.
La verdad es que podría tener a cualquier otra mujer en el puesto, pero ella se ha metido bajo mi piel, me ha gritado, insultado e ignorado y eso es algo que pienso cobrarme y esta es la mejor manera para hacerlo.
—Muy bien, Hanna, voy a ir al grano— comienzo y veo la sorpresa en sus ojos al escucharme llamarla por su nombre— Como sabrás soy uno de los hombres más influyentes del país, el CEO más importante en los últimos 10 años y el más joven en manejar un emporio como lo son mis empresas, sin embargo, todo esto conlleva a grandes responsabilidades, y una de esas es ser un hombre centrado y de familia, o al menos así lo ve mi abuelo, y es por eso que te necesito a tí.
Apenas suelto aquello veo como su ceño se frunce y ella entrecierra sus ojos en mi dirección como si estuviera tratando de buscar el sentido a mis palabras y no la culpo, nadie en sus sano juicio podría sospechar lo que estoy a punto de proponer.
—Lo lamento, pero no entiendo qué tiene que ver nada de esto conmigo, o cuál es la propuesta de trabajo así que dime ya si esto es o no una broma., por qué….
—Necesito una novia— le digo, cortando sus palabras y haciendo que ella me vea con la boca abierta, pero antes de que pueda volver a hablar me adelanto— Una falsa, por supuesto, que se muestre conmigo públicamente en los medios y con mi familia y luego de un tiempo prudente la relación se terminará, esos son los servicios que requiero de tí.
Puedo notar en el momento justo en que las palabras finales salen de mi boca, que esa no ha sido la mejor frase para decir, porque noto como todo su rostro se enrojece y su mirada asesina regresa con mucha más intensidad.
Entonces tomándome por absoluta sorpresa, la veo ponerse en pie y golpear con ambas manos mi escritorio, al tiempo que se inclina para verme a los ojos al tiempo que me grita:
—¡Eres un cerdo! Si pensaste que iba a ser tu… tu… dama de compañia estás muy equivocado.
Casi suelto la risa al ver la manera en que su lengua se trabó mientras evitaba decir la palabra que su mente le pedía: Puta. Pero supongo que la chiquilla es un poco inocente aún.
Veo como suelta un gruñido y comienza a alejarse rumbo a la puerta y es esa mi señal para ponerme en pie y prácticamente correr para interponerme en su camino.
—De acuerdo, vamos a calmarnos, eso sonó peor de lo que creía— le digo y ella me mira con odio—No estoy pidiendo que seas mi dama de compañía o mi puta o nada de eso, lo que quise decir es que necesito una novia falsa, lo que se resume en que me acompañes a eventos, sonrías a mi lado y nos inventemos una historia sobre nuestro romance que convenza a todo el mundo y luego de un tiempo prudente diremos que terminamos y listo.
Ella parpadea dos veces en mi dirección como si estuviera procesando mis palabras, el hecho de que no haya vuelto a gritarme debe significar algo bueno ¿no?
—¿Por qué yo?— pregunta finalmente— Podrías tener a cualquier mujer, pero me estás pidiendo esto justo a mi, ¿Por qué?
Obviamente no puedo decirle cuál es mi verdadera razón de haberla escogido, supongo que de saber que quiero vengarme por sus desplantes no aceptaría la propuesta, por lo que decido irme a lo seguro.
Me encojo de hombros y lanzo una sonrisa en su dirección antes de decir:
—Sé que me detestas y eso me da la tranquilidad de saber que no terminarás siendo una loca enamorada de mi que luego va a acosarme y darme problemas.
Ella deja salir un resoplido y pone sus ojos en blanco al escucharme.
—Por supuesto que no voy a enamorarme de tí— me dice y luego adquiere una actitud pensativa antes de volver a hablar— ,pero no has pensado que puedes ser tú quien termine enamorado de mi.
Esta vez es mi turno de bufar ante la locura que acaba de decir.
—Eso es imposible— le digo y veo que parece ligeramente ofendida— No lo tomes personal, es solo que no me meto con rubias.
—Bueno pues acabas de pedirme que sea tu novia falsa y solo quiero aclarar que no pienso teñirme el cabello.
—No tendrás que hacerlo porque como tu misma has dicho esto será falso.
Ella se balancea sobre la punta de sus pies y me mira de manera inquisitiva, estoy comenzando a desesperarme.
—Supongo que no podré verme con nadie mientras estoy en la falsa relación—me dice y por alguna razón sus palabras me molestan —¿Por cuánto tiempo tendremos que fingir?
—¿Tienes pareja?— le digo ignorando su pregunta. Este es un escenario en el que no había pensado, pero debo aclarar que no tuve suficiente tiempo.
Sus ojos grises me miran con intensidad y estoy a punto de mandar todo al diablo cuando ella me contesta.
—No, no tengo y no me has contestado la pregunta.
Antes de contestarle voy al escritorio tomo el contrato y lo tiendo en su dirección, ella con algo de renuencia se acerca a mi y me recibe lo que le doy y empieza a leerlo justo antes de que le hable.
—El contrato dice que será por mínimo 1 mes, máximo 3 si vemos que todavía hay sospechas de parte de mi abuelo o alguien de la familia. Y el pago como te dije será de 20 mil dólares el primer mes y si debemos hacer la extensión te pagaré 15 mil dólares mensuales. Así que que dices, ¿Aceptas?
Hanna
Aún no puedo creer que yo esté a punto de aceptar esta locura, pero ahora mismo él es mi única salvación.
Al principio pensé en negarme rotundamente a ser parte de esta locura, pero entonces recordé la llamada de mamá, la enfermedad de Chris y el tratamiento costosísimo que puede salvarle la vida.
Veo nuevamente las hojas en el escritorio y asiento mientras extiendo la mano para tomar el lapicero que descansa junto a estás, sin embargo, decido darle un poco de su propia medicina, al prepotente CEO.
—Firmaré— digo y llevo mis ojos hacia él que me regala una sonrisa satisfecha—Aceptaré ser tu novia de mentira, pero quiero que quede por escrito que no voy a ser la cornuda.
De inmediato veo como su sonrisa se borra y su ceño se frunce mientras me mira.
—¿Ahora de qué carajo estás hablando?
—Estoy hablando que sé que se te vincula con una modelo distinta cada día y yo no pienso quedar como la cornuda en esta relación, por muy falsa que sea, así que mantén a tu amigo en tus pantalones.
—Muy bien podrías cumplir con esas funciones, a fin de cuentas vamos a tener que besarnos muchas veces.
Mis palmas golpean con fuerza su escritorio, y me inclino hacia adelante para acercar mucho más mi rostro al suyo.
—No pienso acostarme contigo. Nunca.
—Nunca es una palabra muy grande, gatita.
Mi gruñido está vez es mucho más grande y las ganas de ahorcarlo son cada vez mayores.
—¡Ya te he dicho que no me digas así! Y si no aceptas mi condición entonces no firmo. —concluyo cruzandome de brazos.
Él me observa por unos segundos y entonces veo como anota mi condición a un lado de la hoja, y al terminar, comienza a poner una más en la parte de abajo.
—Esta es una más de mi parte, espero no te moleste— me dice.
Tomo el contrato y leo lo que ha escrito y no puedo hacer más que reírme.
“Hanna Hamilton tiene prohibido enamorarse del Ceo Jason Thompson”
—No tengo ningún problema— le digo, encogiéndome de hombros— Antes que eso pase, te enamoras de esta rubia, CEO.
Hanna Regresar a mi trabajo es lo que necesito para darle normalidad a mi vida, pues estos dos últimos días han sido una total locura. Luego de haber recibido la propuesta del idiota de Jason y de que yo, contra toda cordura, haya aceptado, recibí en mi e-mail una infinidad de documentos que hablan sobre reglas y confidencialidad. Me tomó todo lo que quedaba del fin de semana terminar de leerlo y debo admitir que no entendí gran parte de la información, pero los 20 mil dólares seguían apareciendo en grande y eso es lo único que me importa. Cuando llego camino directo hacia mi cubículo y nada más sentarme el teléfono suena anunciando una llamada de la oficina de mi jefa. —Buenos días, señorita Mila. —Buen día, Hanna, podrías por favor acercarte un momento a la oficina, tengo algo importante que decirte. La emoción se hace presente en mi cuerpo al pensar que finalmente puede tratarse de un ascenso. —Claro que sí, voy de inmediato. Camino lo más rápido que puedo hasta que llego
Jason Todo se está torciendo y ni siquiera ha empezado la farsa. Se supone que debía ir a buscar a Hanna y así repasar la historia que me he inventado y que le he pasado al correo. Sin embargo, mi padre, ha decidido joderlo todo al decir que tiene que hablar urgente conmigo sobre la empresa. Entro al estudio y en el momento que la puerta se cierra me giro hacia él. —¿Puedes decirme ya de que se trata esto? No pude ir a buscar a Hanna por ti. —¿Y es que acaso no puede llegar sola? Me ahorro decirle que Hanna no vive en los alrededores, porque eso sería en definitiva cavar mi propia tumba, en su lugar digo lo que me imagino que cualquier novio enamorado diría. —Puede, pero yo quería ir por ella, así que por favor dime de qué quieres hablar. Veo como su rostro se va endureciendo y sus ojos me miran con reproche, como si yo acabara de hacer la peor cosa del mundo. —¿Dónde conociste a la chica, Jason? Porque hace una semana nadie sabía que existía y cuando mi padre decide ponerte
Hanna La vida puede ser cruel y despiadada, pero también nos regala momentos de esperanza y fortaleza. Me encuentro en medio de esa dualidad, tratando de encontrar una salida a los problemas que me agobian. Hoy mi madre me ha llamado nada más amanecer, para decirme que el tratamiento experimental al que someterán a Chris, mi hermanito de 12 años, tiene un valor de 35 mil dólares y que para iniciarlo debe abonar al menos la mitad. Mamá es camarera y cajera en una cafetería de renombre en Londres, sus ingresos a duras penas nos alcanzaban para vivir, es por eso que siento una responsabilidad abrumadora como hermana mayor para asegurarme de que Chris reciba la atención médica que necesita. Estoy tratando con todas mis fuerzas de no desmoronarme, de ver, como dicen muchos, el vaso medio lleno y no medio vacío, pensando que Jason llegó como un tormento, pero también una salvación. Sin embargo es muy difícil mantenerme positiva cuando todavía me falta todo un mes para cobrar y 15 mil
JasonMi padre se presentó hace ya casi veinte minutos en mi oficina sin avisar y solo ha estado dándole vueltas a temas triviales y sin importancia, pero sé que en algún momento va a soltar su veneno.Miro la hora en mi reloj de mano y me doy cuenta que ya es medio día, por lo que levanto el intercomunicador ignorando el balbuceo de mi padre sobre las próximas vacaciones.—Margy puedes irte a almorzar— le digo nada más me contesta —Yo me quedaré un rato más.—¿Seguro, señor? Porque yo no tengo ningún problema en esperar que usted se desocupe.—Tranquila, no voy a necesitar nada, ve a comer.— De acuerdo, cualquier cosa puede llamarme.Cuando cuelgo me giro para ver a mi padre que ahora está con los ojos fijos en mí, al parecer se ha cansado de divagar y sinceramente yo ya estoy cansado de esperar y me muero de hambre.—¿Vas a decir al fin a que se ha debido esta visita?Veo como aprieta si quijada, pero de inmediato se relaja y toma un respiro como si estuviera tratando de mantener l
Hanna —Con que soltera, ¿eh? Quiero saber ya mismo quien es ese hombre. Dios, cómo es posible que cada vez que nos veamos algo terrible suceda, No puedo creer que de todos los restaurantes justo el imbécil y acosador de mi jefe debía entrar al mismo en que estoy comiendo con Jason. Por un instante pienso en contarle la verdad de todo creyendo que él puede ayudarme de alguna manera, sin embargo al mirarlo y ver como me está viendo con tanta rabia ahora mismo rechazo el pensamiento. Para él soy únicamente el medio para un fin y si llegó a contarle y él no hace nada por ayudarme, entonces me quedaré sin el único trabajo estable que tengo. Al final decido hacer lo único que se me ocurre: mentir. —Si estoy soltera —le digo soltando una verdad, aunque por la forma en que me mira no parece convencido. —¿Entonces puedes explicarme por qué te pusiste como un papel cuando viste a ese hombre? —Es mi jefe— digo soltando la segunda verdad y me preparo para comenzar la mentira—Me puse nervi
Hanna Este hombre va a acabar con mi cordura. Primero se comporta como un idiota, luego acepta a darme el adelanto, el cual ya consigné a mi madre y gracias a eso Chris inició hoy su tratamiento, y luego vuelve a ser un pomposo pretencioso que ahora resulta se va de farra los jueves. Mis ojos están fijos en el celular en mis manos mientras trato de asimilar lo que ese idiota me acaba de decir: Un club, él quiere que yo me arregle en media hora para ir a un club. —¿Qué ha pasado? ¿Qué te dijo?— Steph, quien desde ayer está acompañándome en mi pequeño departamento para ayudarme a pasar la crisis que tuve debido al cerdo de mi jefe, me mira con curiosidad. —Viene en media hora para llevarme a un club— le digo —¿Cómo diablos voy a estar lista en media hora? ¡Ni siquiera sé qué tipo de club es! La loca de mi amiga deja salir un chiquillo de alegría y antes de que me de cuenta tira de mi brazo y me lleva a rastras hasta la habitación. Veo en shock como mi amiga abre mi closet y comi
JasonNo se que demonios es lo que estaba pensando Alex cuando invitó a todas estás mujeres. Lo cierto es que con más de la mitad tuve al menos un revolcón alguna vez y aunque mi relación con Hanna es falsa, eso nadie lo sabe.Sin embargo, rechazar a Naomi no es algo sencillo. La mujer puede ser un dolor en el culo cuando quiere y aunque le dije que ahora estaba con alguien cuando por poco me besa, parece que no se da por vencida.—Naomi…—Solo una canción, Jason. ¿O es que acaso eres uno de esos hombres que se deja dominar por su mujer? No estamos haciendo nada malo.Sus palabras consiguen picar en mi orgullo y aunque sigo estando algo renuente termino siguiendole la corriente y llevando mis manos a su cintura.No voy a negar que la morena baila estupendo, pero eso no evita que yo haya estado dando miradas furtivas cada tanto hacia el sillón donde Hanna habla con Alex, quien lo ve pensaría que se conocen de toda la vida.De hecho, hace un rato que no escucho al idiota reirse, decido
HannaAbro los ojos lentamente, sintiendo una fuerte punzada de confusión y nerviosismo al darme cuenta de que no estoy en mi propia cama. Además, llevo puesta únicamente una camisa de hombre. Mi mente lucha por recordar cómo he llegado hasta aquí y por qué me siento tan vulnerable en ese momento. El dolor de cabeza tampoco ayuda en absoluto, de hecho hace que todo sea mucho más difícil.Trato de hacer memoria, pero lo último que recuerdo es estar en el reservado bebiendo la que podía ser mi quinta copa de vodka, nunca he tenido buena tolerancia al licor, y que Naomi, alias la facilona, se acercó a mí para buscar problemas, sin embargo me encargué de hacerle ver que aunque ella iba detrás de Jason, él siempre corría detrás de mí.¡JASON! Oh Dios… Puedo recordar flashes de nosotros comiéndonos la boca y no me refiero solo en el baño cuando las cosas se pusieron calientes, sino cuando volvimos al VIP, delante de Alex. Delante de todos. Sin embargo, no tengo un solo recuerdo de haber