Hanna Este hombre va a acabar con mi cordura. Primero se comporta como un idiota, luego acepta a darme el adelanto, el cual ya consigné a mi madre y gracias a eso Chris inició hoy su tratamiento, y luego vuelve a ser un pomposo pretencioso que ahora resulta se va de farra los jueves. Mis ojos están fijos en el celular en mis manos mientras trato de asimilar lo que ese idiota me acaba de decir: Un club, él quiere que yo me arregle en media hora para ir a un club. —¿Qué ha pasado? ¿Qué te dijo?— Steph, quien desde ayer está acompañándome en mi pequeño departamento para ayudarme a pasar la crisis que tuve debido al cerdo de mi jefe, me mira con curiosidad. —Viene en media hora para llevarme a un club— le digo —¿Cómo diablos voy a estar lista en media hora? ¡Ni siquiera sé qué tipo de club es! La loca de mi amiga deja salir un chiquillo de alegría y antes de que me de cuenta tira de mi brazo y me lleva a rastras hasta la habitación. Veo en shock como mi amiga abre mi closet y comi
JasonNo se que demonios es lo que estaba pensando Alex cuando invitó a todas estás mujeres. Lo cierto es que con más de la mitad tuve al menos un revolcón alguna vez y aunque mi relación con Hanna es falsa, eso nadie lo sabe.Sin embargo, rechazar a Naomi no es algo sencillo. La mujer puede ser un dolor en el culo cuando quiere y aunque le dije que ahora estaba con alguien cuando por poco me besa, parece que no se da por vencida.—Naomi…—Solo una canción, Jason. ¿O es que acaso eres uno de esos hombres que se deja dominar por su mujer? No estamos haciendo nada malo.Sus palabras consiguen picar en mi orgullo y aunque sigo estando algo renuente termino siguiendole la corriente y llevando mis manos a su cintura.No voy a negar que la morena baila estupendo, pero eso no evita que yo haya estado dando miradas furtivas cada tanto hacia el sillón donde Hanna habla con Alex, quien lo ve pensaría que se conocen de toda la vida.De hecho, hace un rato que no escucho al idiota reirse, decido
HannaAbro los ojos lentamente, sintiendo una fuerte punzada de confusión y nerviosismo al darme cuenta de que no estoy en mi propia cama. Además, llevo puesta únicamente una camisa de hombre. Mi mente lucha por recordar cómo he llegado hasta aquí y por qué me siento tan vulnerable en ese momento. El dolor de cabeza tampoco ayuda en absoluto, de hecho hace que todo sea mucho más difícil.Trato de hacer memoria, pero lo último que recuerdo es estar en el reservado bebiendo la que podía ser mi quinta copa de vodka, nunca he tenido buena tolerancia al licor, y que Naomi, alias la facilona, se acercó a mí para buscar problemas, sin embargo me encargué de hacerle ver que aunque ella iba detrás de Jason, él siempre corría detrás de mí.¡JASON! Oh Dios… Puedo recordar flashes de nosotros comiéndonos la boca y no me refiero solo en el baño cuando las cosas se pusieron calientes, sino cuando volvimos al VIP, delante de Alex. Delante de todos. Sin embargo, no tengo un solo recuerdo de haber
Jason Entro a la empresa con la cabeza en el aire, pensando en cómo diablos voy a enfrentar a la prensa ahora. Porque si bien esto es justo lo que necesitaba para avalar mi relación, sé que también dará inicio al acoso de los paparazzi , que me pidan testimonios y mejor ni pensar en mi familia. Saludo con un gesto de cabeza a la recepcionista y me extraño al ver que esta no me da el habitual “Buenos días, señor Thompson” cuando llevo mis ojos hacia ella para ver qué ha pasado, me encuentro con su mirada poco amigable puesta en mí, aunque noto que rápidamente intenta disimular con una sonrisa más falsa que mi relación. Frunzo el ceño pero sigo de largo, lo cierto es que lo último en mis prioridades ahora mismo es saber porque diablos la recepcionista me mira mal. Subo al ascensor presidencial y solo ahí me permito tomar un respiro profundo, justo antes de que las puertas se abran en mi piso y comience a caminar directo a la oficina, sin embargo el cuchicheo proveniente de algunos
Hanna Mi celular no ha dejado de sonar desde que esa foto salió en la portada. Gracias a Dios se metió el fin de semana y no he tenido que ir a la oficina, pero no quiero ni imaginar las miradas y los cuchicheos que voy a tener que recibir el lunes. Steph duró casi dos horas al teléfono conmigo sacandome toda la información posible y sé que si no hubiese tenido que trabajar el fin de semana estuviera aquí para seguir el interrogatorio. Pero mientras eso pasa, no pienso estresarme de más, hoy tengo pensado quedarme en mi apartamento, meterme en mi cama con un tarro de palomitas de maíz y ver películas toda la noche. Mi plan va de maravilla hasta que a las seis de la tarde el timbre de mi apartamento suena haciendo que ponga pausa a la película y frunza el ceño, porque normalmente solo dejan subir a los visitantes usuales y Steph no me dijo que fuera a venir. Camino con mi pijama de corazoncitos hasta la puerta y la abro lista para reclamarle por no haberme avisado pero me quedo de
Jason En mis planes de hoy no estaba verme con Hanna, de hecho tenía pensado quedarme en mi apartamento y seguir investigando el caso de e****a de la empresa el resto de la noche, pero entonces Margy, mi secretaria, me escribió para recordarme que hoy es la inauguración del hotel de uno de nuestros clientes más importantes y por supuesto mi presencia es fundamental. Además de que hace un mes que había confirmado que asistiría, por lo que cancelar a última hora no se vería bien. Inicialmente había pensado en llamar a Hanna para contarle y luego pedirle a uno de mis hombres de confianza que fuera por ella mientras yo terminaba de revisar unos papeles y la trajera aquí para luego irnos juntos. Sin embargo, no contaba con que los paparazzi iban a decidir acampar fuera de mi edificio mientras que no dejaban de preguntar sobre la mujer misteriosa de la foto, es una suerte que aún no se sepa toda la vida de Hanna en redes. Por ello decidí simplemente tomar la salida trasera del edifici
Jason Desde que salimos de su edificio no he podido dejar de darle breves miradas a la rubia a mi lado, es que no puedo creer que en menos de media hora ella haya conseguido arreglarse de tal manera: se ve increíble. Casi me da un infarto al verla metida en ese mini vestido blanco de cóctel que se ajusta a cada m*****a curva de su cuerpo y eso que ni siquiera tiene escote, es de cuello redondo y el frente tiene un diseño en pedrería que lo hace elegante por sí mismo, pero Dios, me tiene con los ojos fijos en ella. Ella por su parte también me ha estado dando breves miradas y cada vez que creo que va a decirme algo vuelve a alejar sus ojos de mí, sin embargo yo sí que tengo que hablar con ella para dejar todo claro antes de llegar. —Muy bien, gatita, estamos por llegar así que voy a explicarte algunas cosas— le digo, y de inmediato esos ojos grises se posaron en mí.—El evento lo está haciendo uno de mis clientes más importantes, quién es el dueño de la línea de hoteles Smith Smith.
Hanna Nunca pensé que estps eventos fueran tan aburridos. Estoy inmersa en medio del bullicio del evento, pero en mi interior solo hay aburrimiento. La ostentosa decoración y las conversaciones superficiales no logran captar mi atención. Me separo un momento para dirigirme al baño, buscando un respiro de esta farsa en la que me he visto envuelta. Una vez dentro, respiro hondo, tratando de despejar mi mente. Cuando salgo nuevamente estoy decidida a perderme entre los pasillos un rato pero mi breve momento de tranquilidad se ve interrumpido por la presencia de un hombre, bastante apuesto hay que aceptar, que se acerca a mí descaradamente. —Hola, preciosa. ¿Qué hace una mujer tan hermosa como tú sola en este lugar? —Solo necesitaba un momento para mí misma. Mantengo mi seriedad, dejando claro que no estoy interesada en sus avances. —Bueno yo estaba buscando compañía, pero parece que acabo de encontrarla.—No puedo creer el descaro de este hombre. Es que acaso no vio que vine ac