Jason Desde que salimos de su edificio no he podido dejar de darle breves miradas a la rubia a mi lado, es que no puedo creer que en menos de media hora ella haya conseguido arreglarse de tal manera: se ve increíble. Casi me da un infarto al verla metida en ese mini vestido blanco de cóctel que se ajusta a cada m*****a curva de su cuerpo y eso que ni siquiera tiene escote, es de cuello redondo y el frente tiene un diseño en pedrería que lo hace elegante por sí mismo, pero Dios, me tiene con los ojos fijos en ella. Ella por su parte también me ha estado dando breves miradas y cada vez que creo que va a decirme algo vuelve a alejar sus ojos de mí, sin embargo yo sí que tengo que hablar con ella para dejar todo claro antes de llegar. —Muy bien, gatita, estamos por llegar así que voy a explicarte algunas cosas— le digo, y de inmediato esos ojos grises se posaron en mí.—El evento lo está haciendo uno de mis clientes más importantes, quién es el dueño de la línea de hoteles Smith Smith.
Hanna Nunca pensé que estps eventos fueran tan aburridos. Estoy inmersa en medio del bullicio del evento, pero en mi interior solo hay aburrimiento. La ostentosa decoración y las conversaciones superficiales no logran captar mi atención. Me separo un momento para dirigirme al baño, buscando un respiro de esta farsa en la que me he visto envuelta. Una vez dentro, respiro hondo, tratando de despejar mi mente. Cuando salgo nuevamente estoy decidida a perderme entre los pasillos un rato pero mi breve momento de tranquilidad se ve interrumpido por la presencia de un hombre, bastante apuesto hay que aceptar, que se acerca a mí descaradamente. —Hola, preciosa. ¿Qué hace una mujer tan hermosa como tú sola en este lugar? —Solo necesitaba un momento para mí misma. Mantengo mi seriedad, dejando claro que no estoy interesada en sus avances. —Bueno yo estaba buscando compañía, pero parece que acabo de encontrarla.—No puedo creer el descaro de este hombre. Es que acaso no vio que vine ac
Jason El brillo de la noche se desvanece cuando abro la boca y le propongo pasar el fin de semana juntos en el hotel. —¿Te gustaría pasar el fin de semana aquí? No sé qué me lleva a hacer esa propuesta, solo sé que me gustaría ver qué sucede si intentamos pasar una noche juntos. Sin embargo, Hanna parece menos que convencida. —¿Esto es lo que buscabas con todas esas palabras de hace un momento?—me dice, molesta, y yo la miro sin entender de qué me habla, entonces ella decide seguir hablando y es ahí cuando lo entiendo—Fui muy clara cuando firmamos el contrato. No habrá sexo entre nosotros. No importa cuántas veces lo insinúes, eso no va a suceder. Sus palabras me molestan, lo hacen porque aunque es más que obvio que ella me atrae y que me he imaginado en más de una ocasión quitándole la ropa, esa no fue la razón por la que le hice la propuesta. O al menos no la principal, tampoco es que soy un santo, joder, pero el punto aquí es que quise tener un gesto amable y ella lo único qu
HannaNo sé qué espíritu es el que se me metió para que yo terminara siendo parte de todo esto, aceptando pasar la noche en este hotel con él… juntos como una pareja falsa y a la vez no falsa…Ahhhh, es que ni siquiera yo entiendo qué es lo que está pasando, él es el hombre más complicado que he conocido en mi vida, pues aunque sigue siendo un pomposo la mayor parte del tiempo, también me ha mostrado su otra cara.A su manera es atento, me defendió cuando vio a Charlie en mi apto antes de juzgar o hacer acusaciones, se preocupó por si estaba bien, y lo que más me sorprendió es que aceptó darme el adelanto cuando no debía hacerlo.Porque sí, leí nuevamente el contrato y me di cuenta que dicho adelanto se debía dar a los 15 días, no al inicio. Entonces me confunde, porque me hace poner en una balanza a ese hombre que me humilló en las escaleras junto al que me defendió, me ayudó y me hace sonrojar.—Listo gatita, ya tenemos todo lo que necesitamos — su voz grave me hace dar un respingo
Jason Soy muy bueno intuyendo cuando alguien me está mintiendo u ocultando algo, y Hanna Harrison lo hace. No sé que es lo que la gatita intenta que no sepa, pero he notado como evita hablar de su pasado, como se tensa cada vez que le doy un halago y tengo toda la intención de descubrirlo. Sin embargo, ahora mismo todo lo que deseo es que ella acepte entrar al jacuzzi conmigo. —Ya solo queda el jacuzzi, gatita. Veo como ella de inmediato niega con la cabeza, mientras me ve con ojos muy abiertos, como si en lugar de pedirle ir a un jacuzzi la estuviera mandando al campo de fusilamiento. —No, no, ya es demasiado tarde para eso. —Vas a tener que darme una excusa mejor que esa para que acepte tu negativa. La rubia cierra los ojos al escucharme y parece realmente consternada, por lo que lentamente me separo de ella, pensando que tal vez me he pasado al insistir tanto en el tema, de hecho estoy a punto de decirle eso cuando ella vuelve a abrir los ojos y me dice:—No me gusta us
Hanna Siento mucho calor y algo que me está presionando con fuerza el abdomen. Intento moverme pero eso solo hace que la presión se haga mayor, haciendo que lentamente comience a abrir mis ojos para averiguar de qué se trata. La luz se cuela tras mis párpados y cuando consigo abrirlos del todo lo primero que veo es el espacio lujoso a mi alrededor, haciendo que los recuerdos de dónde me encuentro lleguen a mi y por consiguiente también recuerde quién me llevó ahí. Muy lentamente giro mi rostro y contengo la respiración cuando mis ojos se encuentran con el rostro de Jason profundamente dormido. Su mano está rodeando la cintura y una de sus piernas está sobre la mía teniéndome así como su almohada humana. Sin embargo, todo eso pasa a segundo plano, porque no puedo hacer más nada que no sea ver lo joven que se ve mientras duerme, sigue lunciendo condemadamente atractivo claro, y mis manos pican por alejar los mechones de cabello negro de su frente. Lentamente giro mi cuerpo tra
HannaEl lunes ha llegado y con él los nervios de pisar la revista luego de que la bomba sobre mi dichosa relación con el CEO más importante de Estados Unidos saliera a la luz. He trato en lo posible de evitar leer todo lo que ha estado saliendo sobre mí, lo único que hago es ver si hablan de mi familia o Londres y cuando noto que no es así me retiró de inmediato del portal, lo último que quiero es lastimamrme leyendo mensajes de odio. Porque de esos hay muchos.Al parecer hay un grupo grande de mujeres que sienten que no soy lo suficientemente atractiva, o lo suficientemente elegante, o lo suficientemente rica o lo que sea para estar con alguien como Jason y han estado escribiendo mucho al respecto.Por mi pueden irse a la mierda, ya viví este mismo escenario hace años y sobreviví, no pienso dejarme caer por una relación que al final es falsa.Aunque el fin de semana no se sintió así…Dios, ese fin de semana es otra de las cosas que tiene mi cabeza hecha un nido, sé que Jason me dij
Hanna El restaurante es uno de los más lujosos de la ciudad, y yo solo puedo ver mi atuendo ejecutivo de pantalón negro entallado, blusa de seda palo de rosa y blazer igualmente negro, pensando en lo fuera de lugar que voy a verme. —Disculpe señorita, pero solo puede ingresar con una reserva. —Dice una mujer enfrente mio detallandome de pies a cabeza.. —Lo sé, mi nombre es Hanna Harrison, me está esperando el señor Mikail Thompson. Ella al escucharme abre mucho sus ojos y se apresura a buscar en el portátil frente a ella y al darse cuenta de que no miento, su rostro se pone pálido. —Por supuesto, señorita, sígame. Veo embobada el restaurante y no puedo evitar pensar que de no ser por este contrato que tengo con Jason, nunca habría podido pisar un lugar como este. Dios mío, si con lo que gano escribiendo mi columna a duras penas puedo pagar el alquiler. Llegamos a la sala más privada del restaurante y es ahí cuando veo al abuelo, se ve tan elegante e impoluto como la primera ve