Hanna Mi celular no ha dejado de sonar desde que esa foto salió en la portada. Gracias a Dios se metió el fin de semana y no he tenido que ir a la oficina, pero no quiero ni imaginar las miradas y los cuchicheos que voy a tener que recibir el lunes. Steph duró casi dos horas al teléfono conmigo sacandome toda la información posible y sé que si no hubiese tenido que trabajar el fin de semana estuviera aquí para seguir el interrogatorio. Pero mientras eso pasa, no pienso estresarme de más, hoy tengo pensado quedarme en mi apartamento, meterme en mi cama con un tarro de palomitas de maíz y ver películas toda la noche. Mi plan va de maravilla hasta que a las seis de la tarde el timbre de mi apartamento suena haciendo que ponga pausa a la película y frunza el ceño, porque normalmente solo dejan subir a los visitantes usuales y Steph no me dijo que fuera a venir. Camino con mi pijama de corazoncitos hasta la puerta y la abro lista para reclamarle por no haberme avisado pero me quedo de
Jason En mis planes de hoy no estaba verme con Hanna, de hecho tenía pensado quedarme en mi apartamento y seguir investigando el caso de e****a de la empresa el resto de la noche, pero entonces Margy, mi secretaria, me escribió para recordarme que hoy es la inauguración del hotel de uno de nuestros clientes más importantes y por supuesto mi presencia es fundamental. Además de que hace un mes que había confirmado que asistiría, por lo que cancelar a última hora no se vería bien. Inicialmente había pensado en llamar a Hanna para contarle y luego pedirle a uno de mis hombres de confianza que fuera por ella mientras yo terminaba de revisar unos papeles y la trajera aquí para luego irnos juntos. Sin embargo, no contaba con que los paparazzi iban a decidir acampar fuera de mi edificio mientras que no dejaban de preguntar sobre la mujer misteriosa de la foto, es una suerte que aún no se sepa toda la vida de Hanna en redes. Por ello decidí simplemente tomar la salida trasera del edifici
Jason Desde que salimos de su edificio no he podido dejar de darle breves miradas a la rubia a mi lado, es que no puedo creer que en menos de media hora ella haya conseguido arreglarse de tal manera: se ve increíble. Casi me da un infarto al verla metida en ese mini vestido blanco de cóctel que se ajusta a cada m*****a curva de su cuerpo y eso que ni siquiera tiene escote, es de cuello redondo y el frente tiene un diseño en pedrería que lo hace elegante por sí mismo, pero Dios, me tiene con los ojos fijos en ella. Ella por su parte también me ha estado dando breves miradas y cada vez que creo que va a decirme algo vuelve a alejar sus ojos de mí, sin embargo yo sí que tengo que hablar con ella para dejar todo claro antes de llegar. —Muy bien, gatita, estamos por llegar así que voy a explicarte algunas cosas— le digo, y de inmediato esos ojos grises se posaron en mí.—El evento lo está haciendo uno de mis clientes más importantes, quién es el dueño de la línea de hoteles Smith Smith.
Hanna Nunca pensé que estps eventos fueran tan aburridos. Estoy inmersa en medio del bullicio del evento, pero en mi interior solo hay aburrimiento. La ostentosa decoración y las conversaciones superficiales no logran captar mi atención. Me separo un momento para dirigirme al baño, buscando un respiro de esta farsa en la que me he visto envuelta. Una vez dentro, respiro hondo, tratando de despejar mi mente. Cuando salgo nuevamente estoy decidida a perderme entre los pasillos un rato pero mi breve momento de tranquilidad se ve interrumpido por la presencia de un hombre, bastante apuesto hay que aceptar, que se acerca a mí descaradamente. —Hola, preciosa. ¿Qué hace una mujer tan hermosa como tú sola en este lugar? —Solo necesitaba un momento para mí misma. Mantengo mi seriedad, dejando claro que no estoy interesada en sus avances. —Bueno yo estaba buscando compañía, pero parece que acabo de encontrarla.—No puedo creer el descaro de este hombre. Es que acaso no vio que vine ac
Jason El brillo de la noche se desvanece cuando abro la boca y le propongo pasar el fin de semana juntos en el hotel. —¿Te gustaría pasar el fin de semana aquí? No sé qué me lleva a hacer esa propuesta, solo sé que me gustaría ver qué sucede si intentamos pasar una noche juntos. Sin embargo, Hanna parece menos que convencida. —¿Esto es lo que buscabas con todas esas palabras de hace un momento?—me dice, molesta, y yo la miro sin entender de qué me habla, entonces ella decide seguir hablando y es ahí cuando lo entiendo—Fui muy clara cuando firmamos el contrato. No habrá sexo entre nosotros. No importa cuántas veces lo insinúes, eso no va a suceder. Sus palabras me molestan, lo hacen porque aunque es más que obvio que ella me atrae y que me he imaginado en más de una ocasión quitándole la ropa, esa no fue la razón por la que le hice la propuesta. O al menos no la principal, tampoco es que soy un santo, joder, pero el punto aquí es que quise tener un gesto amable y ella lo único qu
HannaNo sé qué espíritu es el que se me metió para que yo terminara siendo parte de todo esto, aceptando pasar la noche en este hotel con él… juntos como una pareja falsa y a la vez no falsa…Ahhhh, es que ni siquiera yo entiendo qué es lo que está pasando, él es el hombre más complicado que he conocido en mi vida, pues aunque sigue siendo un pomposo la mayor parte del tiempo, también me ha mostrado su otra cara.A su manera es atento, me defendió cuando vio a Charlie en mi apto antes de juzgar o hacer acusaciones, se preocupó por si estaba bien, y lo que más me sorprendió es que aceptó darme el adelanto cuando no debía hacerlo.Porque sí, leí nuevamente el contrato y me di cuenta que dicho adelanto se debía dar a los 15 días, no al inicio. Entonces me confunde, porque me hace poner en una balanza a ese hombre que me humilló en las escaleras junto al que me defendió, me ayudó y me hace sonrojar.—Listo gatita, ya tenemos todo lo que necesitamos — su voz grave me hace dar un respingo
Jason Soy muy bueno intuyendo cuando alguien me está mintiendo u ocultando algo, y Hanna Harrison lo hace. No sé que es lo que la gatita intenta que no sepa, pero he notado como evita hablar de su pasado, como se tensa cada vez que le doy un halago y tengo toda la intención de descubrirlo. Sin embargo, ahora mismo todo lo que deseo es que ella acepte entrar al jacuzzi conmigo. —Ya solo queda el jacuzzi, gatita. Veo como ella de inmediato niega con la cabeza, mientras me ve con ojos muy abiertos, como si en lugar de pedirle ir a un jacuzzi la estuviera mandando al campo de fusilamiento. —No, no, ya es demasiado tarde para eso. —Vas a tener que darme una excusa mejor que esa para que acepte tu negativa. La rubia cierra los ojos al escucharme y parece realmente consternada, por lo que lentamente me separo de ella, pensando que tal vez me he pasado al insistir tanto en el tema, de hecho estoy a punto de decirle eso cuando ella vuelve a abrir los ojos y me dice:—No me gusta us
Hanna Siento mucho calor y algo que me está presionando con fuerza el abdomen. Intento moverme pero eso solo hace que la presión se haga mayor, haciendo que lentamente comience a abrir mis ojos para averiguar de qué se trata. La luz se cuela tras mis párpados y cuando consigo abrirlos del todo lo primero que veo es el espacio lujoso a mi alrededor, haciendo que los recuerdos de dónde me encuentro lleguen a mi y por consiguiente también recuerde quién me llevó ahí. Muy lentamente giro mi rostro y contengo la respiración cuando mis ojos se encuentran con el rostro de Jason profundamente dormido. Su mano está rodeando la cintura y una de sus piernas está sobre la mía teniéndome así como su almohada humana. Sin embargo, todo eso pasa a segundo plano, porque no puedo hacer más nada que no sea ver lo joven que se ve mientras duerme, sigue lunciendo condemadamente atractivo claro, y mis manos pican por alejar los mechones de cabello negro de su frente. Lentamente giro mi cuerpo tra