Capitulo 27
Grenor se estaba desesperando con la situación. Sentía que iba a estallar, así que decidió ir a tomar unos tragos a un bar cercano a la casa de la playa. Allí se reunió con uno de sus amigos de la infancia, el cual siempre tenía un buen consejo para darle, aunque pocas veces él los escuchaba.
—Michael, gracias por venir. — le dijo a su amigo nada más verlo, se abrazaron y tomaron asiento, en el bar que solían reunirse, con una hermosa vista a la playa— ¿cómo está Patricia? ¿Qué tal el embarazo?
La esposa de Michael estaba embarazada de 7 meses, a punto de dar a luz y él se sentía feliz por su amigo y su esposa, los cuales habían intentado por más de 3 años quedar embaraz
Capítulo 28Anielly Constantine—Anker, sé lo que te estoy diciendo, he visto a mi hijo a los ojos, jamás le había visto tan atribulado.—¡Por favor! —exclamó su esposo. — Lo estás mirando con los ojos del alma.— Te estoy hablando en serio, creo que esta vez él se ha enamorado, el problema es que está alejando a esta pobre chica con su insolencia y mal genio.—A mi hijo no le conviene casarse con una mujer de su clase social. Y te aseguro que si es el caso, sí Greg está enamorado de esa mujer, no voy a estar de acuerdo con que formalicen una relación.
Nala había aguardado durante horas, esperando que Grenor llegara a casa, dio vueltas y vueltas por todo el lugar, ayudó a Sanda con todo lo necesario para la cena, pero aun así la incertidumbre que sentía estaba haciéndole perder sus nervios. Se quedó en el pórtico durante más tiempo del necesario, cuando se dio cuenta que ya nada más se veía en la calle, que el mar tan solo se escuchaba y se podía ver una pequeña silueta de las olas al chocar entre ellas por la tenue luz que alumbraba desde la mansión, solo ahí se dio cuenta que estaba perdiendo el tiempo, estaba intentando explicarle a alguien que a lo mejor ni siquiera iba a querer escucharla, o aún peor, alguien que a lo mejor no iba a creerle ni una sola palabra de lo que ella le dijese.É
Capítulo 30—Contesta el maldito teléfono, Anastassia. — Grenor iba maldiciendo a todo el camino, era capaz de aparecerse en la misma casa de la mujer con tal de enfrentarla y decirle que dejara de perseguir a su familia.No, su familia no, que dejara de perseguir a Nala, que dejara de perseguirlo.Frank iba conduciendo en silencio, el hombre tenía añales trabajando para él, y normalmente se reservaba todas sus opiniones, cosa que Grenor agradecía en momentos como aquel, donde lo único que deseaba era golpear a alguien.—¿Greg? ¿Cariño? ¿Qué haces llamándome a estas horas?—Necesito verte. — dijo él —E
Capítulo 31Una semana despuésEra una tortura verla, él sabía que su madre lo había hecho a propósito, con toda la intención para angustiarlo, para que, según ella, el notase que la mujer era hermosa por dentro y por fuera. Pero Greg estaba más concentrado en poder localizar a la madre de su hijo. Tenía todo un equipo de detectives buscándola por todas partes, tarde o temprano daría con ella. Había algunas facturas de pagos en hoteles en Canadá, un pago de alquiler de un solo mes en Costa Rica, Un día de Spa en Noruega, la mujer se estaba dando la gran vida de hoteles de lujo.Ella se daba la gran vida mientras su hermana estaba sumida en la miseria i
La besó con urgencia, le parecía que su cuerpo se prendía fuego. Hacía tanto tiempo, pensó él, tanto tiempo que deseaba probar sus labios, él no había experimentado nada como aquello un deseo tan desesperado, tan intenso, tan fuera de lo normal en su vida. Estaba acostumbrado a siempre buscar y obtener de inmediato lo que deseaba, pero con ella, la había deseado en silencio, sin saber si ella le correspondía o no.La pasión inundó los sentidos de Grenor, la besó con necesidad, lo que en un inicio comenzó siendo algo ligero, suave, un hambre que no podía ser controlada, de repente se volvió más intenso, él colocó las manos en su cuello para acercarla más a su boca, para tenerla más junto a él, ella le correspondió con el beso, sus lenguas entrelazándose con pasión, con ardor. Deseó más que e
—¿Qué diablos te pasa? — inquirió Michael agarrándolo por el cuello de la camisa azul marino que llevaba debajo de la chaqueta del traje.—Suéltame. — Grenor se quitó las manos de Michael de encima y levantó su dedo amenazador. — ¡No te atrevas a defenderla!—¡Solo fue un jodido baile! — Patricia, la esposa de Michael, se acercó de inmediato y rodeó a su esposo por la cintura. —¿Crees que soy tan cabrón de hacerle eso a Patricia? ¡Esa mujer cayó en desgracia contigo!—Cálmate, amor. La gente nos mira. — Grenor miró a todos en la fiesta y unos cuantos agacharon la cabeza, otros más apartaron rápidamente los ojos de la escena.—¿Se puede saber por qué tanto jaleo? ¿Por qué gritan?Él no tenía idea de por qué h
Capítulo 34Nala miró el techo de su habitación. Estaba harta de escuchar los reproches de Grenor. Para él, ella siempre quedaría como la mala de la película. La mujer que había impedido su felicidad y la de su hijo.¿Por qué no se detenía a verla como realmente ella era?Nala no tenía malicia en su corazón, ella siempre estaba ayudando a otras personas, buscando alternativas para que todos a su alrededor fueran felices, incluso a costilla de su propia felicidad.—No puedo seguir así. — murmuró mirando al techo y sintiendo las lágrimas tocar sus orejas. —Él no va a cambiar su percepción sobre mí. Capítulo 35Nala aguantó el asombro y se conformó con mirar al hombre a los ojos y esperar a que él le dijera que más deseaba.Él, al parecer, esperaba que ella objetara algo, pero para su sorpresa, la mujer se quedó en completo silencio.—Todo el mundo tiene un precio, dime el tuyo y te aseguro que podemos llegar a un acuerdo de inmediato. —Allí, en ese momento, Nala sintió que tenía todas las de perder.—Váyase de mi habitación. —Le ordenó ella con voz grave. —Váyase antes de que llame a seguridad.¿Él pensaba que podía comprCapitulo Treinta y cinco: Una salida dificil