Capítulo 31

Keira

—¿Qué haces? —le pregunto mirándolo por encima del hombro.

—Nos vamos de aquí —sisea mientras avanza hacia la salida del hotel.

—No puedes hacer eso. —Me zafo de él.

Sebastian se gira hacia mí, pone sus manos en jarra a nivel de sus caderas y exhala fuerte, como si estuviera drenando su rabia con ese suspiro.

—No quiero estar aquí, Keira. Esto es un mero compromiso social. Lo que en verdad deseo es estar pegado a ti toda la noche porque me iré en la mañana y no podré volver en semanas —me explica exasperado.

—Pero no puedes irte así —insisto, a pesar de que dijo que no vendrá en semanas. Saberlo me perturba, comienzo a extrañarlo sin que se haya marchado y no puedo sentirme de esa forma, no debería.

Mi debilidad alemana da un paso al frente, luego dos más y llega a mí, rodeando mi cintura con sus brazos—: Puedo hacer lo que quiera, nena. Soy el jefe —asegura con una sonrisa descarada.

—Volvamos a la fiesta —murmuro cerca de sus labios, aunque quiero irme de aquí ahora—. Despué
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo