— Vamos ahora mismo con Eizan, puedo traerlo incluso para que ayude en el cuidado de Alice, te vendrá bien algo de compañía en este sitio donde la tristeza y soledad es lo que predomina. Ambos se necesitan, o comienzan a marchitarse lejos uno del otro.— Donato toma asiento sobre el sofá después de haber pasado una extensa tarde junto a su sobrina, ahora le tocaba hacer uso de sus habilidades como hombre de negocios contra Adara, quien resultó ser una persona con una voluntad de acero, llevaba alrededor de una hora intentando lograr que accediera a compartir su ubicación con Eizan, además de admitir que todo se había tratado de una tetra de Harold.— Donato realmente eres un tipo agradable y agradezco tu compañía, has hecho realmente feliz a Alice, desde que Eizan no está en nuestras vidas… De algún modo se había acostumbrado a su presencia.— Recordaba las tardes en las que Eizan jugaba con Alice mientras que ella preparaba la cena, hasta que finalmente cuando regresaba a la habitación
Rápidamente intenta bajar por las escaleras llegando incluso a tropezar en repetidas ocasiones, al mismo tiempo que los latidos en su corazón parecen ir en aumento ese rastro palidecer. Al llegar al exterior rápidamente se acerca a la cochera descubriendo el auto que ella misma había llevado el día de ayer,el descubrirlo una sensación de paz la invadió pero eso pronto terminará pues en cuanto se percató del detalle de los labios rojos plasmados en uno de los espejos, era el mismo beso que ella había colocado hacía un par de días en un salida, Donato, un romántico empedernido se negaba a que fuera lavado, así que lo volvió permanente, para sentir a Lisa siempre cerca. Lisa de inmediato intentó llegar por su propio pie al portón de la mansión pero este se encontraba abierto como habitualmente lo estaba cada mañana para permitir una salida fácil a los dueños de la mansión, se encontraba tan inmerso en su propio temor que no se percató de la baja temperatura que es experimentaba en el ext
Cuando dará intenta reincorporarse un suave mareo la sacude, la sensación de algo espeso y tibio te siente desde su frente hasta su mentón es entonces cuando lleva su mano a su mejilla percatándose de el creo eso hilo de líquido carmesí que continúa brotando, su boca se seca, y su vision se distorsiona, hasta que finalmente su cuerpo se golpea contra un par de rocas sucumbiendo ante el abismo negro.************Eizan Baja por las escaleras tambaleándose mientras termina de beber el último el de la botella, estaba decidido a emprender su búsqueda por más bourbon, hoy aunque donato le hubiera negado a los del servicio darles una copa más. Comienza a cabrearse cuando el teléfono suena una y otra vez y parece que la mansión se encuentra sumida en la soledad ya que ninguno de los empleados se encuentra en el interior. Lanza la botella contra un muro dejándola que se vuelva añicos, al mismo tiempo que toma otra entre sus manos decidido a regresar a su habitación,es entonces cuando el teléf
— ¡Dontato! ¡Hermano!— Se desploma justo a su lado llorando desconsoladamente, al mismo tiempo que el agarre de su hermano mayor se afloja.— Señor Rockefeller le tengo buenas noticias, hemos encontrado una persona compatible, comenzaremos a la brevedad posible…— Informó una enfermera ingresando sonriente a la habitación, pero al encontrarse con la mirada vacía de Eizan y sus ojos cristalinos entiende que algo no anda bien.— Ya es demasiado tarde.— Responde Eizan en un hilo de voz cargado de furia. La ola de emociones que lo abordaba era indescriptible al igual que el dolor que experimentaba de la pérdida de la única persona que se preocupa por él sinceramente, ahora finalmente se habían quedado solo en el mundo, o al menos eso era lo él pensaba, su destino ahora era tan incierto que lo único que deseaba era morir junto a su hermano.— Señor…— Habla pausadamente al mismo tiempo que da pequeños pasos intentando acercarse a Eizan pero este de inmediato se muestra alerta.—¡Largo de aqu
Observa a Alexander ingresar a la sala de urgencias mientras se encuentra impregnado en el líquido carmesí al igual que su uniforme de prisión, jamás se habría imaginado encontrarlo de tal modo y sobre todo volver a coincidir en un mismo sitio. Sin duda la vida también le estaba devolviendo el mal que él mismo había causado tiempo atrás, era semejante al que estaba recibiendo ahora a punta de lágrimas, la pelirroja no pudo contener el alma bondadosa que lleva dentro o tal vez estúpida como ella misma se llamaba.Se detiene en el pasillo observando al área donde es trasladado y decide continuar con su recorrido aún consciente de las consecuencias que esto podría representar, ya que en palabras del médico debía de permanecer en reposo y bajo supervisión médica ya que en cualquier momento su cerebro podría colapsar debido a los impactos que sufrió, o simplemente no suceder nada pero para ello debía de permanecer a manos de los médicos para que fueran ellos quien lo descubrieran pero aún
Adara se remueve sobre la superficie con gran dificultad y pesar es como si mover cada uno de sus músculos le costará un gran esfuerzo. Los gestos de dolor se hacen evidentes en cada pequeño gesto de molestia en rostro, aun de manera inconsciente. Una de las enfermeras pasea por el exterior de la habitación con un bebe en brazos quien llora fuertemente y como si eso activará los instintos de adara abre los ojos al instante con el corazón agitado.—¡Alice!—Grita mientras su pecho sube y baja rápidamente.—¡Oh por dios!—Exclama una joven enfermera al mismo tiempo que intenta moverse pero a la vez permanecer en el umbral de la puerta.—Señorita Forbes no se mueva por favor, llamare a un médico… Creímos que usted… no volvería a despertar.—Adara la observa confundida por lo ocurrido.—¿Y Donato Rockefeller?—Y quiere en automático recordando la escena frente a ella mientras que el hermano menor se aferraba al cuerpo del hermano mayor de alguna manera u otra tenía que despedirse de donato, si
Lisa finalmente terminó por convencer a Harold de vaciar su ira contra Adara, refundiendola en prisión aún en estado inconsciente, cuando esta despertara, se encontraría tras las rejas y sin posibilidad de salir nunca más. Lo que no imaginaban era que la pequeña pelirroja de fuego ya tenía un plan entre manos. Su mirada esmeralda se concentra en el espejo mientras intenta acomodar la cofia de la mejor manera posible para tratar de ocultar su cabello de color vivaz, aun que esto era en vano, una melena como la suya era imposible ocultar o pasar desapercibida con una simple cofia.— Toma esto.— Le entrega la joven enfermera un cubrebocas para tratar de cubrirla lo mayor posible, había maquillado sus golpes y no había informado al médico que Adara había despertado desde hacía un par de horas.—¿Conseguiste lo que te pedí?— inquiere perfeccionando su aspecto.— Me ha costado una cita con el de seguridad pero ha sido todo un éxito. Aquí esta.— Señala triunfante mientras señala el bolso en
Había transcurrido poco más de un año ya, al menos desde la última vez que Eizan supo algo de Adara, y sin duda el último sabor de boca que dejó la pelirroja fue el más caótico que cualquiera se pudo imaginar o al menos así es como lo describiría Eizan. Si bien él mismo se negaba a creer en un inicio que ella fuera la responsable de todo lo sucedido, concediéndole el beneficio de la duda, ella misma había forjado su destino cuando escapó del hospital apenas despertó, huyendo como una ladrona sin ninguna explicación. Por supuesto que su padre jamás confesó que había procedido contra Adara para meterla en prisión de nuevo cuando esta se encontraba aún sin despertar.Por otra parte su relación con su padre había dado un cambio inesperado, después de unos meses de persistencia siendo el primero en entrar a la empresa y el último en irse, desempeñando una increíble labor impecable. De este modo ganando poco a poco el respeto de su padre… O al menos dejando de recibir el trato denigrante, p