— Cuéntame más de ese palito princesa.— Pide Eizan con amabilidad, mientras sostiene una pequeña taza de té de juguete. Necesitaba saber con certeza antes de cometer un disparate.— El palito donde haces pis, y te dice cuándo nacerá el bebe.— Le explica detalladamente mientras Eizan la contempla como si le explicará lo más complejo del mundo.Continuaron conversando animadamente, mientras la pequeña lograba que el imponente hombre se atreviera a jugar con algunos peluches. De un momento a otro su expresión cambió por completo llamando la atención de Eizan.— ¿Que ocurre princesa?— Cuestiona tomándola entre sus brazos a la altura de su pecho.— Cuando tú y mami, tengan otro bebe ¿Ya no me querrán?— Pregunta con los ojos aguados. Al principio la pequeña se había imaginado a alguien con quien podría jugar, pero después tuvo la sensación de que tal vez no la querrían del mismo modo.— Tu continuarás siendo mi princesa y la de esta casa. Incluso el bebe te amara, cuando crezca jugará conti
Da una última estocada antes de salir de su interior, retirándose abruptamente sin importarle la mujer bajo él.— Desde que diste a luz esa cosa jamás has vuelto a ser la misma. — Comienza a vestirse sin importar cuán hirientes son sus palabras. — Ya no me provocas lo mismo de antes incluso podría decir que es más una tortura.— Cuando me enteré que estaba embarazada ya era muy tarde para deshacerme de él. Además me ha sido de utilidad para seguir manteniendo mi estatus económico.— Ciertamente gracias a ello Lisa tenía acceso a cierta cantidad mensual que le permitía continuar llevando ciertos lujos como en el pasado.— Te prometo que me ejercitaré más horas y me volveré más estricta con mi dieta para hacer la misma mujer que conociste.— Le suplica mientras se coloca las bragas e intenta tomarlo de la mano pero el hombre con hostilidad la retira de inmediato.— No importa lo que hagas,jamás volverás a ser la misma mujer que conocí.— La toma por el cabello levantándola en unos cuantos
—Hasta pronto hada, nos vemos afuera. — menciona la gitana haciendo una clase de reverencia, enfundada en el horrible trozo de tela anaranjado, por fin dejaría de ser una calabaza, pensó la joven mientras movía su mano en señal de despedida. —Apuesto apenas salgas tendrás un nuevo hombre muriendo por uno de tus bailes y cientos de mujeres creyendo tus cuentos de la quiromancia. —¿Y tú hada? — inquiere en ese tono burlón, mientras danzaba entre las rejas. —Voy a casarme. —Responde con seguridad la pequeña, mientras imaginaba su vestido de novia con gran ilusión, al fin se convertiría en la esposa del amor de su vida. —¿Debería sentirme celosa? Tu y yo somos el dúo perfecto. Dudo que ese novio tuyo sea lo suficientemente bueno para ti, tus manos me lo han dicho. —La pequeña pelirroja sintió una punzada en su pecho, todo ese tiempo se aferró a la idea de que así era, solo debía salir de ese espantoso lugar, él estaría allí como se lo juro desde que ingresó. Además, la gitana solo usa
Un hombre observa desde la puerta de la iglesia, como la mujer que más ha amado está a punto de convertirse en la esposa del hombre que más admira, su propio hermano. La veía hermosa enfundada en ese vestido blanco, el velo sobre su cabeza, era así como la había imaginado por mucho más tiempo del que le gustaría admitir. —Yo soy tuya y tú eres mío. — escucha decir a la novia mientras su hermano la observa con devoción. Su mano se convierte en un puño mientras se aleja. Eran sus propias palabras, fue él quien las repetía cada vez que terminaban de hacer el amor, con la luna como testigo. —Una de las reliquias de los Rinaldi, el señor Rockefeller va a subastar lágrimas de afrodita. —Se dice que sus piedras preciosas son únicas en el mundo, su belleza es sin igual. — Eizan escucha la conversación sintiendo la rabia, esa joya era una reliquia de la familia de su madre. El padre no tenía derecho. Observa por última vez en dirección al altar, viendo a la mujer de su vida besarse con su
—¡Alto ahí! — gritan tres hombres de seguridad. Eizan acelera sus pasos, es veloz aun con el peso extra. Dos calles después ingresan al automóvil que tomó de uno de sus amigos, mientras que Adara se indigna por el hombre a su lado, la deposita sin mucha delicadeza en el asiento de copiloto, cuando intenta rodear observa la esposa en su mano. —¡Tú me metiste en esto! ¡ahora me sacas! — exige la pelirroja con el ceño fruncido mientras le señala con un dedo. Eizan la saca el auto ingresando él en el asiento del piloto, Adara niega de inmediato. —¡No voy a sentarme encima de ti! — se aleja sintiendo el tirón de las esposas, se maldijo así misma por todas las decisiones que tomo desde ayer al inicio de su día. —No seas niña. Date prisa Caperucita. — intenta replicar abriendo la boca indignada pero el El sonido de las sirenas aproximarse la hace mandar al carajo cualquier resistencia. Se monta sobre Eizan rozando mas de lo debido su cuerpo, siente algo rozar su espalda baja por lo que su
—¿Qué haces tu aquí? — inquiere Eizan sin poder creer que sea precisamente ella quien toque a su puerta. Talla rápidamente sus ojos pensando que tal vez el tequila afecto su visión y se trataba de una alucinación. —¿Me extrañaste amor? — pregunta con una sonrisa cínica adentrándose en la habitación sin esperar invitación. —Lisa déjate de juegos y dime por has venido aquí ¿Cómo me encontraste? — Eizan tira de su cabello con desesperación. Cuando Lisa se lo proponía podía ser una mujer sumamente exasperante. —Ya sabes como es Donato cuando se trata de su pequeño hermano. Cancelo la luna de miel por ti, y yo como una buena esposa ayudo a mi marido—Levanta su mano izquierda mostrando las sortijas en su dedo anular. —a buscar a su estúpido hermano que ahora es mi cuñado ¿Soy como una hermana para ti ahora? — su voz se vuelve ligeramente ronca mientras acaricia el pecho de Eizan con descaro. —¿Sabes? A tu hermano le falta tu pasión, para ser mi noche de bodas dejo mucho que desear, pero t
Y así fue como la pequeña pelirroja besada por el fuego termino entrando en el juego de los Rockefeller. Había accedido en convertirse en la esposa de Eizan a cambio él cumplió con su palabra desde el primer instante al darle el empleo en la empresa mas grande en joyería donde sus diseños eran los mas codiciados a nivel internacional.Los días se volvieron de locos, poco a poco el señor Rockefeller comenzó a presionar a Eizan para presentarle a su prometida, los ojos de la prensa aún continúan sobre él por lo que a regañadientes accedió a presentar a Adara a su familia lo cual significaba que la joven tendría que convencer a la familia de ser la mujer perfecta.—Vamos Ali, tiene que quedarte en el apartamento. No puedes ir conmigo a la cena. —realiza un pequeño puchero pues le había tomado cariño al pequeño gálago ladrón. Aun que la pelirroja no quisiera aceptarlo estaba nerviosa por conocer al padre y hermano de Eizan, sabia que de su aprobación dependía el alquiler del apartamento,
En la mente de Adara continuaba presente el demandante y ardiente beso por el que fueron consumidos en el concurso de la empresa, si bien al principio fue extraño al final algo en ella despertó, deseosa de probar un poco más. Cierra los ojos echando la cabeza hacia atrás mientras la maquillista hace y deshace en su rostro y cabello, hoy era la fiesta donde anunciarían su compromiso, según le informo Eizan se trata de una extraña tradición familiar, solo esperaba que no terminara como esa película de boda sangrienta con la macabra tradición del juego.Abrió la boca sorprendida al ver el color rojo en todo su vestido, esperaba algo más conservador al tratarse de una familia como los Rockefeller. Al salir al enorme jardín se percato de que la fiesta seria realizada en grandes y ostentosas carpas rodeada de satín, alcohol, y bocadillos, incluso grandes candelabros colgaban del techo.—Al final el polvo de hada surgió efecto y estas a punto de convertirte en una esposa como siempre lo soña