Estuvieron en ese juego hasta que llegaron a su casa incapaces de alejarse ni por un solo instante.Eva no podía estar más feliz, sobre todo no podía parar de intercambiar miradas significativas con su esposo mientras ambos sacaban con cuidado a los bebés y los colocaban en el carrito doble.— ¿Alguna novedad en nuestra ausencia?— le pregunto Jeremy al mayordomo, quien había salido a recibirlos mientras mandaba a unos mozos que sacaran el equipaje.— Justo hace una media hora llegó el primo de la señora, los está esperando en el salón — explicó el mayordomo.Jeremy cruzó una mirada con la de su esposa, estaba bien que viniera su familia a verla, era lo normal y lo más justo tenía entendido que no tenía ningún familiar en el país.Eva se sorprendió ante las palabras del mayordomo. Aun así, su sonrisa se iluminó al pensar en que su único primo por fin se había atrevido a viajar a los Estados Unidos.Estaba tan feliz que pasó por alto un detalle que, de no estar embriagada por el amor y
Jeremy entraba al cementerio acompañado de Alexander completamente en silencio. Aquella mañana lo había llevado al hospital donde le presentó al ginecólogo que trató a Marie quién le explicó todo lo sucedido durante el parto de su prima.Quienes atendieron a su esposa le confirmaron la versión que él había dado, apartando cualquier duda o cualquier tipo de sospecha sobre Jeremy.Después de aquello lo llevó a ver la tumba de Marie tal y como él había pedido cuando se enteró del fallecimiento de su prima, tal y como tenía derecho por ser su familiar más directo, sentía mucho no haberlo conocido antes y no haber podido avisar de lo sucedido. Todavía no entendía por qué su primera esposa la había ocultado ese primo y siempre le había dicho que estaba sola en el mundo.Pero aquello no era importante ahora, a pesar de su creciente sentimiento por su actual esposa, estar frente a la tumba de Marie lo entristecía enormemente, la había amado tanto, todavía la amaba tanto. Solo tenía palabras d
Después de la mañana, tan horrible que Jeremy había tenido junto al primo de su primera esposa, agradecía llegar a su habitación y encontrarse a Eva tumbada en la cama con sus dos hijos.Amamantaba a Anya mientras Airon dormía tranquilo al lado de ellas.Su expresión de preocupación cambió por completo a una sonrisa, era agradable saber que el mundo se podía ir a la mierda fuera de ese cuarto. Pero que sería atravesar esa puerta y volvería al paraíso de su familia.Ese era su lugar seguro, su mujer y sus hijos y mientras los tuviera a ellos, todo lo demás sería secundario.Caminó hasta dejarse caer en la cama a la espalda de su esposa, dejando varios besos en su cuello.— Quiere conocer a Airon… no sé cómo salir de esta, cariño, no tengo ni idea de que hacer.—Entonces deja que lo conozca, no puedes negarle eso— respondió Eva.La pequeña Anya había decidido que ya era suficiente y se había quedado dormida junto a su hermano, lo que hizo que su madre, tras cerciorarse que no se ahogara
Alexander se dio cuenta rápido de que Anahí anhelaba estar en el lugar de Eva y él solo anhelaba una cosa, venganza. Por dos razones, la pérdida de Marie y la pérdida de los planes que había urdido mucho antes de que ella muriera.Pero tal vez podría usar a Anahí para sus planes. Y eso es lo que tuvo tiempo de averiguar durante todo el día y de convencerla para que se aliara con él, prometiéndole lo que sabía que tanto quería.— ¿Entonces piensas ayudarme?— preguntó él con una copa de whisky en las manos y tan cerca de ella que la chica se sintió invadida de un modo que extrañamente le gustaba.Y es que la energía que desprendía aquel hombre la hacía sentir cierto miedo, pero también cierta atracción, era demasiado dominante y oscuro a pesar de tener un rostro afable y parecer todo lo contrario.— Lo haré — al final ella aceptó su trato y es que lo que le prometía era demasiado tentador como para no hacerlo.— te ayudaré si tú me ayudas a mí.Además, Anahí estaba muy harta de ser cada
«No me importa hacerle creer que es su hijo»respondió Anahí en su mente a lo dicho por su amante con toda la convicción y el descaro que alguien como ella podría poseer, lo único que le interesaba era conseguir ser la futura señora de Jeremy Duncan.Solo eso, y por supuesto disfrutar de ese miembro grueso y caliente en su interior, odiando no poder gemir, por esa mano en su boca, en cada nueva estocada dada en su interior.Alexander apretaba la mano alrededor de la boca de Anahí mientras se hundía en su interior con todas sus fuerzas, mientras llevaba la otra mano al sexo de la chica acariciando sus pliegues hasta buscar ese botoncito que estimulando lo la haría terminar rápido.— Voy a adorar tenerte en mi cama todas las noches — murmuró en su oído — y tomarme mucho más tiempo del que ahora tengo para descubrir y despertar tu cuerpo.Ella adoraría estar en su cama todas las noches, ese hombre tenía la facilidad de despertar su cuerpo, de saber con exactitud en qué ángulo tenerla.Su
— ¿No va a cenar con nosotros la niñera?— preguntó Alexander mientras observaba al mayordomo viendo con curiosidad como le servía vino a Jeremy.Se notaba a leguas que el dueño de la casa prefería estar en cualquier lugar menos en ese comedor con el primo de su difunta esposa. Pero su educación y ganas de intentar arreglar el conflicto que tenían lo hizo mostrarse amable y buen anfitrión, todo para poder llegar a un acuerdo y seguir guardando su secreto.— ¿Por qué tendría que cenar con nosotros la señorita Cisneros? Es solo un miembro más del servicio, no acostumbró a cenar con el servicio a menos que haya una justificación para ello. — explicó Jeremy bebiendo un sorbo de su copa, ciertamente no estaba del mejor humor y su paciencia se encontraba al límite.Él necesitaba que esa mujer estuviera con ellos bebiendo para que así pudiera ejecutar su plan, no serviría hacerlo despertar junto a ella si no recordaba nada, tenía que recordar sus labios o como la había tocado al menos.— No l
—Tome, sígame contando. ¿Cómo es que ella lo siguió hasta el nuevo continente? Siempre me había dicho que no dejaría jamás Francia. Pero antes brindé conmigo por mi prima.— Mis padres me exigían un heredero y cuando se lo propuse ella se negó, decía no estar hecha para ser madre y era verdad, yo lo sabía, por eso jamás habíamos formalizado nuestra relación a pesar de amarnos tanto, pero solo un mes después de aquella conversación .me llamó diciendo estar embarazada.— de nuevo esa sonrisa nostálgica se dibujó en el rostro de Jeremy— viaje ese mismo día a París y me casé con ella.Alexander vio como Jeremy Duncan se llevó el vaso a los labios, no mucho después se escuchó el sonido de un par de nudillos en la puerta.—¿Quién podrá ser? Preguntó Alexander como si nada.Era Anahí quien venía a decir que los niños ya se habían dormido y a ejecutar el plan que habían pensado previamente.Para ese entonces Alexander veía cómo Jeremy trataba de enfocar su vista, la droga ya le había empezado
— ¿Mierda… que he hecho?— lo primero que lo invadió fue el miedo por qué si ellos habían estado allí toda la noche¿Quién había cuidado de sus hijos?Se levantó rápidamente observando el cuerpo de la niñera, por dios ¿Él le había hecho eso? Estaba toda llena de mordidas y cardenales, pero ahora no podía, lo que más le urgía era comprobar que sus bebés estaban bien y luego volvería a esa habitación para aclarar lo que había sucedido.Sé mal vistió con la ropa que había en el suelo y caminó a toda prisa hasta su habitación encontrando a sus hijos todavía dormidos, por suerte aquellos niños empezaban a dormir toda la noche entera, pero no hubiera podido perdonarse al encontrárselos llorando.¿En qué estaba pensando al emborracharse cuando tenía que estar cuidándolos?Eran horribles las imágenes que le venían al recuerdo, lo tenía todo muy borroso, pero lo que tenía grabado en su mente eran los gritos de Anahí pidiéndole que parara, diciéndole que dolía y que la estaba lastimando.Él se di