Alexander se dio cuenta rápido de que Anahí anhelaba estar en el lugar de Eva y él solo anhelaba una cosa, venganza. Por dos razones, la pérdida de Marie y la pérdida de los planes que había urdido mucho antes de que ella muriera.Pero tal vez podría usar a Anahí para sus planes. Y eso es lo que tuvo tiempo de averiguar durante todo el día y de convencerla para que se aliara con él, prometiéndole lo que sabía que tanto quería.— ¿Entonces piensas ayudarme?— preguntó él con una copa de whisky en las manos y tan cerca de ella que la chica se sintió invadida de un modo que extrañamente le gustaba.Y es que la energía que desprendía aquel hombre la hacía sentir cierto miedo, pero también cierta atracción, era demasiado dominante y oscuro a pesar de tener un rostro afable y parecer todo lo contrario.— Lo haré — al final ella aceptó su trato y es que lo que le prometía era demasiado tentador como para no hacerlo.— te ayudaré si tú me ayudas a mí.Además, Anahí estaba muy harta de ser cada
«No me importa hacerle creer que es su hijo»respondió Anahí en su mente a lo dicho por su amante con toda la convicción y el descaro que alguien como ella podría poseer, lo único que le interesaba era conseguir ser la futura señora de Jeremy Duncan.Solo eso, y por supuesto disfrutar de ese miembro grueso y caliente en su interior, odiando no poder gemir, por esa mano en su boca, en cada nueva estocada dada en su interior.Alexander apretaba la mano alrededor de la boca de Anahí mientras se hundía en su interior con todas sus fuerzas, mientras llevaba la otra mano al sexo de la chica acariciando sus pliegues hasta buscar ese botoncito que estimulando lo la haría terminar rápido.— Voy a adorar tenerte en mi cama todas las noches — murmuró en su oído — y tomarme mucho más tiempo del que ahora tengo para descubrir y despertar tu cuerpo.Ella adoraría estar en su cama todas las noches, ese hombre tenía la facilidad de despertar su cuerpo, de saber con exactitud en qué ángulo tenerla.Su
— ¿No va a cenar con nosotros la niñera?— preguntó Alexander mientras observaba al mayordomo viendo con curiosidad como le servía vino a Jeremy.Se notaba a leguas que el dueño de la casa prefería estar en cualquier lugar menos en ese comedor con el primo de su difunta esposa. Pero su educación y ganas de intentar arreglar el conflicto que tenían lo hizo mostrarse amable y buen anfitrión, todo para poder llegar a un acuerdo y seguir guardando su secreto.— ¿Por qué tendría que cenar con nosotros la señorita Cisneros? Es solo un miembro más del servicio, no acostumbró a cenar con el servicio a menos que haya una justificación para ello. — explicó Jeremy bebiendo un sorbo de su copa, ciertamente no estaba del mejor humor y su paciencia se encontraba al límite.Él necesitaba que esa mujer estuviera con ellos bebiendo para que así pudiera ejecutar su plan, no serviría hacerlo despertar junto a ella si no recordaba nada, tenía que recordar sus labios o como la había tocado al menos.— No l
—Tome, sígame contando. ¿Cómo es que ella lo siguió hasta el nuevo continente? Siempre me había dicho que no dejaría jamás Francia. Pero antes brindé conmigo por mi prima.— Mis padres me exigían un heredero y cuando se lo propuse ella se negó, decía no estar hecha para ser madre y era verdad, yo lo sabía, por eso jamás habíamos formalizado nuestra relación a pesar de amarnos tanto, pero solo un mes después de aquella conversación .me llamó diciendo estar embarazada.— de nuevo esa sonrisa nostálgica se dibujó en el rostro de Jeremy— viaje ese mismo día a París y me casé con ella.Alexander vio como Jeremy Duncan se llevó el vaso a los labios, no mucho después se escuchó el sonido de un par de nudillos en la puerta.—¿Quién podrá ser? Preguntó Alexander como si nada.Era Anahí quien venía a decir que los niños ya se habían dormido y a ejecutar el plan que habían pensado previamente.Para ese entonces Alexander veía cómo Jeremy trataba de enfocar su vista, la droga ya le había empezado
— ¿Mierda… que he hecho?— lo primero que lo invadió fue el miedo por qué si ellos habían estado allí toda la noche¿Quién había cuidado de sus hijos?Se levantó rápidamente observando el cuerpo de la niñera, por dios ¿Él le había hecho eso? Estaba toda llena de mordidas y cardenales, pero ahora no podía, lo que más le urgía era comprobar que sus bebés estaban bien y luego volvería a esa habitación para aclarar lo que había sucedido.Sé mal vistió con la ropa que había en el suelo y caminó a toda prisa hasta su habitación encontrando a sus hijos todavía dormidos, por suerte aquellos niños empezaban a dormir toda la noche entera, pero no hubiera podido perdonarse al encontrárselos llorando.¿En qué estaba pensando al emborracharse cuando tenía que estar cuidándolos?Eran horribles las imágenes que le venían al recuerdo, lo tenía todo muy borroso, pero lo que tenía grabado en su mente eran los gritos de Anahí pidiéndole que parara, diciéndole que dolía y que la estaba lastimando.Él se di
Eva sonreía ante las palabras de su esposo, feliz de escucharlo, había pasado una noche pésima, no tan solo por la angustia de que Lupe no sobreviviera la noche, también porque los brazos de su esposo le hicieron mucha falta.—Si, nos vemos más tarde cielo. Ya me muero por volver a casa y estar contigo y los niños.Se despidió así de él, encontrándose con la mirada de Lupe sobre ella.—Me alegra haberme equivocado, me alegra saber que ese hombre y tú pueden ser felices— mencionó la amiga de Eva tras despertar y escucha la plática con su amiga — lamento haber hecho que te preocuparas y sobre todo hacer que te hiciera falta tu esposo.Eva solo negó y le sonrió a su amiga abrazándola.—No pienses en eso, lo importante es que estás bien y está bien que ambos nos extrañemos un poquito. Ahora vuelve a descansar que todavía necesitas recuperar fuerzas— mencionó a su amiga, sentándose a un lado, cuidándola y mandándole mensajes a Jeremy.Así fue como pasó su día hasta que su esposo llegó por
— No me lo creo — Aseguró Diddier convencido de que lo que le estaba contando no era cierto.— no eres ese tipo de hombre, no abusarías de esa forma de una mujer, te conozco Jeremy.— Pero sucedió así — respondió Jeremy seguro de las pocas imágenes borrosas que tenía en la cabeza de cuando besó a Anahí y también de cuando ella gritaba y rogaba que dejara de hacerle daño.— Fui contigo a la universidad Jeremy, y jamás por muy borracho y afectado por otras sustancias que llegué a verte, nunca perdiste por completo el control y más cuando se trata de mujeres.— su amigo y abogado estaba completamente seguro de lo que decía, todavía tenía muy fresca aquella pelea que tuvo con un tipo en un bar de la universidad cuando lo vio echando alguna extraña sustancia en el vaso de una chica.— Pues esta vez lo hice y te agradecería que te limites a tu trabajo, que es averiguar como manejarlo de la mejor manera para que cause el mínimo de los problemas, no a juzgar o decir de qué soy capaz.Después de
— No tienes derecho a llamarme así, ¿Me escuchaste? — preguntó quedándose quieto por un instante en su interior dejaría que se acostumbrará un poco porque pensaba darle muy duro y sabía lo mucho que dolía.—Lo sé perdón— jadeo y gimoteo Anahi, arañando con sus manos el colchón, sin posibilidad de poder hacer algo más que resistir cada uno de los duros embistes que recibía por parte de su amante.Llevó los dedos entre sus piernas buscando su clítoris, buscándolo estimular y volver a mover la cadera hacia atrás, haciéndole sentir la sensación de su miembro abandonando el interior para luego volver a hundirse en ella con dureza.Se movía lento, pero en golpes duros mientras estimulaba su clítoris para que no fuera tan desagradable, esta vez si quería que disfrutara, pero se lo ponía muy difícil haciéndolo enojar.El dolor dio paso al placer, un sentimiento agridulce fue el que inundó a Anahí mientras sentía como los dedos de Alexander, estimulaban ese pequeño botoncito entre sus pliegues