Luego vino el desastre y la vida de Karen Romano se hizo añicos a nivel de pareja, pero ella se refugió en su trabajo y eso la ayudó a mantenerse a flote, eso sí alejada de cualquier influencia o compañía masculina.Todos sus negocios eran realizado en su despacho con sus asistentes, así se cercioraba de que nadie se le acercara con dobles intenciones, ya habían pasado diez años de aquella situación engorrosa para su hermana, nunca más le había solicitado compañía ni mucho menos consejos, se visitaban de vez en cuando,.pero cuando le tocaba asuntos del corazón se refugiaba como una tortuga, escondiendo sus emociones dentro de un caparazón.Por eso sabía que con su hermana estaba pasando por algo nuevo, sus emociones no estaban alineadas como antes, o por lo menos no las estaba controlando, se veía nerviosa, distraída y algo dispersa en su conversación, pero no deseaba tocar el tema con su hermana Lissette, por lo tanto su hermana mayor sabría esperar y en algún momento Karen se abrirí
Después de colgar la llamada, se dió cuenta que pudo pedir a su asistente que llamara del número de las empresas, pero ella había llamado personalmente; ¿Qué estaría pensando Farid Aziz de ella? ¡Qué vergüenza sentía! Al pensar en que pocos minutos él estaría frente a ella le causó ansiedad, sus manos empezaron a sudar, y su respiración se hizo pesada.Jamás había sentido cosa similar desde que se hizo mujer, ¿que era aquel extraño sentimiento que la hacía sentir aleteos en su estómago? Esto no estaba bien, tenía que calmarse o su entrevista sería un completo desastre.Unos minutos antes de la hora acordada, a Farid Aziz le franqueaban la entrada a la oficina de Karen Romano, ella estaba sentada detrás de su gran y elegante escritorio de caoba pulida, al escuchar a su asistente anunciarlo asintió con su cabeza y con gesto frío y distante le indico que se sentara.Al quedar frente a frente Farid inició la conversación diciendo:— Señorita Romano, estoy bastante aprehensivo por haber r
— No lo conozco, pero debe ser alguien bien plantado para que te haya movido el piso de esa manera — dijo la hermana.— El problema es que el hombre no ha dado pie para que yo me fijé en él, ni siquiera me mira; ¿Entiendes?— dijo Karen.— ¿En serio? Y es que ese hombre está ciego? ¿O no le gustan las mujeres?— preguntó Lissette extrañada —¡Tú no pasas desapercibida querida ardilla! Algo extraño está sucediendo en ese fulano.— Está comprometido y próximo a casarse, mi hermana— dijo Karen.— ¡Ah caramba! Y eso te tiene peor— dijo Lissette— ahora entiendo.— ¿Qué es lo que entiendes?— quiso saber Karen.— Tu tristeza y contrariedad — dijo su hermana.— En parte, él es tan sobrio y distante— dijo Karen— ¡Me encanta su personalidad!— !Uy! Ni Connor ni Gordon te sacaron una exclamación de esa manera mi ardilla hermosa.— ¡Por favor Lissette, promete que esto no saldrá de estás cuatro paredes!— exigió Karen— me siento vulnerable cuando estoy cerca de Farid Aziz.— Bueno mi ardilla, para
— Dueña de nada Amira — dijo él con tristeza — me gusta, pero ella no está interesada en mí.— Eso es porque no te conoce mi querido hermano, — dijo Amira —hay que crear una situación donde puedan encontrarse y hablar.Farid miró a su hermana entre divertido y preocupado, siempre se le ocurrían los peores disparates, le encantaba inventar situaciones para hacer de cupido, tan loca que era, pero muy buena persona. — Hermana querida, te prohíbo que te metas en esto, conozco tu mente imaginativa y los desastres no me gustan— dijo él— de verdad haz caso a mi advertencia.— ¿Qué? Cómo voy a inventar algo si ni siquiera sé quién te movió el piso — dijo con inocencia su hermana— ¿Por qué eres tan aburrido?— ¡Porque divertida eres tú!— dijo él riendo— ¿Dónde está el súper alegre de tu esposo?— Farid, no seas tan maluco, mi esposo es lo más eso del mundo.— defendió ella.Yo no estoy diciendo lo contrario hermanitas— dijo Farid— ¡Te sacaste la lotería con ese galán!— ¡Aunque te burles, es as
La hermana de Karen había viajado nuevamente a casa y había prometido volver en dos días, ese fue el tiempo que Karen prometió para Gordon.— No puedo tenerte en casa más de dos días — dijo ella — te sugiero que te comuniques con tus padres, lamento no poder hacer más nada por tí.— Karen estoy muriendo, ¿ni siquiera por eso, te animas a ayudarme?—dijo él en forma de súplica.Ya habían llegado al apartamento de ella.— A ver Gordon, ¿qué obligación tengo yo contigo? ¿Acaso te debo algo? Desde que nos separamos hace 10 años, nunca te dolió nada, ahora resulta que deseas morir mirando mi cara, ¿no te parece absurda esté deseo tuyo?— ¡Yo no vine a morir a tu casa, pero por lo menos déjame recuperar el aliento!— dijo él— aunque tienes razón dos días son suficientes para yo organizarme y no molestarte más.— Te lo voy a agradecer en el alma — dijo ella duramente.Gordon apretó la mandíbula, pero no dijo nada, esperaba que en esos dos días él pudiera estar mejor para ir donde sus padres; p
— ¿Por qué dices que quizás puedas hablarle?— preguntó Hafid con ojos entrecerrados, ¿ella no sabe que existes?— Algo así papá — dijo Farid incómodo.Hafid sabía lo reservado que era su hijo con su vida sentimental, pero la actitud que vio en él lo animó a volver a preguntarle.— Disculpa mi intromisión Farid, tú sabes que respeto el espacio de cada uno de ustedes, pero ver inseguridad en ti, me extraña un poco, porque si algo tienes es tu osadía para lograr cualquier objetivo — dijo Hafid— ¿Por qué no puedes acercarte a ésta chica si te interesa tanto? ¿ Acaso está casada o algo por el estilo?Farid sonrió ante lo que su padre creía y dijo:— Nada que ver padre mío, sucede que es una mujer herida y cerrada al amor y no deja que ningún hombre se acerque a insinuarle la posibilidad de invitarle a tomar un simple café.— ¡Caramba, pobre chica!— expresó Hafid — quizás tu madre pueda ayudarte con eso, es experta encontrando maneras de bajar defensas. — En eso estoy con ella, me está ayu
Farid apretó la mandíbula, había olvidado lo de su supuesto compromiso matrimonial y respondió:— Está algo quebrantada de salud, nada serio, pero prefirió quedarse en casa.— ¡Qué pena! Hubiera disfrutado muchísimo de este espectáculo — dijo ella.Karen estaba agradecida de que la prometida de Farid se hubiera enfermado, hubiera sido más difícil acercarse a él, teniéndola cerca, aunque le picaba la curiosidad por conocer a la chica.—¿Le gustó la nota de agradecimiento o la tiró a la basura?— preguntó Farid, dejando a Karen confundida — ¿Perdón? No le entendí — dijo ella.— Le pregunté que si había tirado la nota de agradecimiento a la basura?— dijo él con una espléndida sonrisa brillando en sus labios.Ella no pudo evitar sonreír ante lo que escuchó y tuvo que elogiar el buen gusto y la originalidad del hombre.— Señor Aziz, no todos los días se agradece con un ramo tan original y exótico — dijo ella con un brillo especial en su mirada.— Entonces me alegra haber acertado, aunque
Pasada la media noche cada quien regresó a su hogar, había sido un día agotador, de camino a casa, Lissette le hizo este comentario a su hermana Karen.— Mi ardilla, te abrí la posibilidad de que Farid Aziz piense en tí— dijo muy tranquila Lissette.Karen se volvió con los ojos como platos diciendo:— ¡No entiendo de qué hablas hermana! ¡Espero que no hayas cometido una indiscreción!— dijo con voz de alarma.— Mi ardilla, tú me conoces y bocona no soy— se justificó ella bostezando.— ¿No vas a decir que fue lo que dijiste Lissette Romano?— exclamó Karen preocupada.— Mi ardilla no te angusties — se defendió Lissette — solo le dije, que tú no lo considerabas un peligro al invitarlo a compartir nuestra mesa, porque él era un hombre comprometido.— ¡Ay Lissette! ¿Por qué hiciste eso? ¡Ahora sabrá que estuvimos hablando de él!— exclamó Karen contrariada.— ¿Y eso, qué?— dijo ella— ¿Acaso es un delito?— ¡Ay Lissette, me estás exponiendo con Farid! De seguro pensó: « Miren a la mujer ésta