INTENTO DE SUICIDIO

Ya han pasado cuatro días desde que llegué aquí y fiel a mi palabra no he comido nada sé perfectamente que una persona puede sobrevivir más de treinta días sin comer, espero que con esto me deje ir de una vez por todas, pero no soy tonta lo único que hago es beber agua y es lo que me mantiene, en todo este tiempo muchas veces ha tratado de obligarme a comer, pero siempre termino saliéndome con la mía, hoy es un día soleado y he visto el jardín que es divino y tiene una piscina hermosa, pero muy profunda así que decido sacar a Alexandre a tomar un poco de sol según lo que su hombre llamado Pietro me ha dicho yo estoy aquí para cuidar de su hijo.

Estamos por salir al jardín cuando Massimo me detiene y pone su brazo para impedirme salir. 

—Creo que ya que estoy cuidando de su hijo por lo menos podemos salir al jardín es sofocante estar todo el día dentro. —Y sin esperar respuesta empujo su brazo y salgo al jardín, ahí también hay por lo menos cuatro hombres armados hasta los dientes. Dejo a Alexandre en un pequeño corral que una de las muchachas del servicio saco y me siento a su lado a disfrutar del sol.

—Señorita, ¿no le gustaría nadar un rato? —me pregunta la mujer que lleva unas cuantas frutas para Alexandre.

—No, muchas gracias Anely, no sé nadar. —le replico con una sonrisa, todas las mujeres de servicio que trabajan aquí son muy amables conmigo, se despide y se va a continuar con su trabajo.

Me levanto de donde estoy para tomar una fruta para Alexandre cuando siento que alguien me empuja y caigo a la piscina es tan profunda que ni parándome de puntitas puedo alcanzar la superficie y mientras más intento subir más me hundo, el cansancio se apodera de mí, debido a la falta de alimento de los últimos días y sé que ésta es la libertad que estaba deseando por lo que dejó de luchar y me hundo en la inconsciencia. 

Massimo 

Estoy con Pietro en mi oficina discutiendo sobre algunos negocios y si ya encontró alguna pista sobre el asesinato de Katherina, mientras él mira por la ventana y me informa que Lilibeth sigue en el jardín tomando el sol con mi hijo, sigo molesto con esta mujer y por sus continuos desplantes. 

—Puedes marcharte Pietro y quiero que sigas con las investigaciones. —Hago un ademán con mi mano para que me dejé solo, ya cuando está cerca de la puerta escuchamos el llanto de Alexandre e inmediatamente nos asomamos por la ventana, pero no vemos nada raro hasta que Pietro menciona que no están los guardias apostados en sus lugares y que Lilibeth brilla por su ausencia, bajamos inmediatamente para ver que está sucediendo. 

—Esa m*****a mujer me las va a pagar en cuanto regresé, como se atreve a dejarte solo. —Tomo a mi hijo en brazos, pero el sigue llorando—. ¡Anely! Tráeme a esa mujer de inmediato.

—Lo siento señor, pero la señorita nunca entró a la casa. —lo dice con cara de desconcierto—. Ella se quedó todo el tiempo con Alexandre.

—No se pudo haber esfumado como si nada y ¿dónde están los inútiles que deberían estar aquí cuidándola? —Salen mis hombres y me informan que tuvieron problemas en otra parte de la propiedad por lo que tuvieron que alejarse un momento de sus puestos, pero cuando ellos se fueron ella aún se estaba aquí.

Estoy cerca de la piscina cuando veo un trozo de manzana en el piso, me acerco más y veo una silueta en el fondo de la piscina, les entregó a Alexandre y me aviento sintiendo un temor indescriptible, puedo ver que en el fondo se encuentra esta mujer, la llevo hasta la superficie y rápidamente trato de darle reanimación, cuando siento que estoy por perderla comienza a toser y a sacar toda el agua que se había tragado. 

—¡Maldita sea! ¿Tanto quieres morir, que hasta eres capaz de intentar ahogarte? —le pregunto, mientras la cargo y me dirijo con ella a la camioneta que ya me está esperando para llevarla al hospital. 

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