Marfil y Vanya salieron de la universidad después de completar el proceso de inscripción. Ambas jóvenes se habían convertido en amigas y con el paso del tiempo la confianza fue creciendo aún más entre ellas. Por esa razón, hablaban de sus gustos, de sus metas, de sus miedos, y entre otras cosas, sin muchas reservas. Vanya se hallaba en su tercer año en la universidad, mientras que Marfil se inscribió en el primero, empezando de esta forma su vida como estudiante adulta.Los rayos solares resplandecían sobre la ciudad en lo que caminaban hacia una cafetería cercana, buscando un lugar cómodo donde sentarse a conversar. Marfil miró de reojo a su amiga mientras se acomodaban en una mesa junto a la ventana.—No puedo creer que finalmente me inscribí —comentó Marfil, removiendo con lentitud el azúcar en su café.—Me alegra que lo hicieras en la misma universidad que yo. No te arrepentirás —replicó Vanya, extendiendo las comisuras de sus labios.Marfil dejó la cuchara sobre el platillo y sol
Marfil abrió los ojos de par en par, impactada por la reciente petición.—¡¿Qué?! —soltó.—Es la oportunidad perfecta para ti —insistió Vanya—. Conocerás a un hombre rico, o mejor dicho, al heredero de un empresario. Se llama Richard Morgan y tiene 25 años.Marfil frunció los labios y meditó sobre el dato.—Bueno, al menos no es un hombre viejo… —murmuró, evaluando la posibilidad.—Tú te harás pasar por mí.Marfil chasqueó la lengua y sacudió la cabeza.—Espera, espera. ¿Acaso él no sabe cómo eres? ¿No conoce tu cara?Vanya se encogió de hombros.—Cuando abrí el sobre con su nombre, no había ninguna información adicional. Toda la documentación detallada la tiene mi madre, ella es quien realmente los conoce. Asumo que es lo mismo con él. No había fotos ni descripciones muy detalladas, solo lo básico, así que supongo que él tampoco tiene una foto mía. Creo que lo que nuestras madres quieren es que nos conozcamos en persona, que todo sea como una especie de cita a ciegas.Marfil mordió e
Marfil pestañeó repetidas veces, sorprendida por la reciente revelación que Vanya acababa de hacer.—¡Espera un momento! ¿Cómo que ya tienes novio? —exclamó en tono de reproche—. ¡Nunca me dijiste nada!Vanya sonrió con un leve encogimiento de hombros, como si aquella información no fuera gran cosa.—No es por falta de confianza, Marfil —aclaró—. Simplemente es un secreto.—¿Me estás diciendo que has estado saliendo con alguien a escondidas?Vanya soltó un suspiro y se acomodó un mechón de cabello tras la oreja antes de asentir levemente.—Digamos que, por el momento, sí —hizo una breve pausa—. Ya sabes cómo es mi madre. Ella es extremadamente entrometida. ¡No has visto todo lo que le hizo a Royal! Todo lo que tu hermana tuvo que hacer para poder vivir feliz y en paz con él. No quiero pasar por lo mismo.—A ver, espera —dijo, procesando todo—. ¿Por qué no quieres presentárselo? ¿Acaso es alguien pobre y por eso temes que tu madre no lo acepte?Vanya negó con la cabeza inmediatamente.
Después de mucho pensarlo, Marfil finalmente tomó una decisión y se la comunicó a Vanya.—Está bien, lo haré. Acepto hacerme pasar por ti y conocer a Richard Morgan.Vanya sonrió con satisfacción, casi con orgullo. No podía evitar sentir que su plan avanzaba a la perfección. Sabía que Marfil tenía dudas, pero también estaba segura de que, una vez que la viera transformada y lista para el encuentro, todas sus inseguridades desaparecerían.—¡Sabía que aceptarías! —exclamó Vanya con emoción, sujetando las manos de Marfil—. No te preocupes por nada, yo me encargaré de todo.Lo primero en su lista de pendientes era la transformación completa de Marfil. No podía presentarse como una simple joven de clase baja, tenía que lucir como la hija de una familia influyente y poderosa. Por eso, sin perder tiempo, Vanya llevó a Marfil de compras. Se dirigieron a las boutiques más exclusivas de la ciudad, aquellas donde las telas más finas y los diseños más elegantes se exhibían como obras de arte.Mar
Eran las nueve de la noche cuando Marfil bajó del ostentoso coche de su amiga. Estaba vestida con prendas de marca que solo podría comprárselas si renaciera como la hija de una familia rica, e incluso tenía en su poder la tarjeta de crédito de Vanya. Dijo que la respaldaría, así que esa era su manera de demostrárselo.Entró al lujoso restaurante en donde fue acordada la cita y miró de un lado a otro, buscando al hombre que debía ver. No tenía idea de qué traía puesto ni cómo haría para reconocerlo, pero supuso que debía fijarse en alguien que estuviera sentado solo en una mesa.Luego de haber observado a cada persona presente en el restaurante, notó a un hombre que estaba atento a su celular y parecía estar esperando a alguien. Como era el único hombre que estaba solo, Marfil se animó a aproximarse y a dirigirle unas palabras.—B-Buenas noches. ¿Tú eres... Richard Morgan?El hombre levantó la mirada y la incrustó en ella, permitiéndole una vista más amplia de su rostro.—Así es. Y tú
—Mi madre me ha comentado que tu hermano es el CEO de Fankhauser Aether Motors, la prestigiosa empresa automotriz —expuso Richard.Royal y su familia no eran personas que estuvieran constantemente frente a los medios de comunicación, lo que hacía que sus rostros pasaran desapercibidos para la mayoría. Esta decisión estaba motivada principalmente por el deseo de Royal de proteger a Coral y a los demás miembros de su familia. Exponerse públicamente podía ser riesgoso, ya que no podían prever si sus rivales aprovecharían cualquier oportunidad para hacerles daño. Mantener un bajo perfil les brindaba una capa de seguridad, pues cuanta más información tuvieran sobre ellos, más fácil sería para los enemigos hacer un movimiento en su contra.—Además me dio a conocer tu edad. Tienes veinte años, ¿no? —agregó Richard.—Ahm... sí, pero pronto cumpliré veintiuno —expuso, refiriéndose a la edad de Vanya, ya que Marfil tenía dieciocho años y pronto cumpliría diecinueve—. Y tú tienes veinticinco, ¿c
La operación "conquistar al millonario" comenzó y Vanya era parte de ello. Había platicado con Marfil, quien describió que la cita a ciegas terminó siendo una maravilla. Le había comentado que Richard era un hombre atractivo y muy amable, y que estaba muy interesada en conocerlo más. A pesar de que al principio no estuvo de acuerdo con esconder su identidad, ahora era necesario.Marfil quería que Richard se enamorara de ella creyendo que era Vanya, la hermana de un exitoso empresario. Solo cuando estuviera segura de que él había enloquecido de amor o de deseo por ella, le revelaría su identidad. .Días después, Marfil y Richard planearon otro encuentro. Era el día libre de la muchacha, así que lo estaba esperando en la mansión y usando unas costosas prendas. De pronto, Richard marcó a su celular y le notificó que ya se hallaba frente a la residencia, por lo tanto, se despidió de su amiga y salió rápidamente para acercarse a su coche.Richard, como todo un galán, bajó del vehículo y le
Era un día soleado cuando Kisa caminaba por la calle en dirección a la parada de autobús, intentando calmar los nervios que le retumbaban en el pecho. Llevaba puesta una falda elegante y una camisa blanca de vestir, buscando proyectar un aire profesional pero cómodo. En sus manos llevaba una carpeta, con todos sus documentos importantes apretados con fuerza contra su pecho. Cada tanto, sus dedos tamborileaban sobre la cubierta, como si la presión de sostenerla la ayudara a mantenerse enfocada."Mi nombre es Kisa Maidana, tengo 23 años…" murmuraba en voz baja, repasando en su cabeza cómo iba a presentarse. Se repetía una y otra vez sus respuestas, practicando cómo sonaría todo: desde la presentación hasta la explicación de sus habilidades y de por qué creía que podía aportar algo a esa empresa tan distinguida.No se había hecho muchas ilusiones cuando envió su solicitud en el área de "gestión de llamadas" en la prestigiosa empresa automotriz "Fankhauser Aether Motors". Honestamente, pe