Había muchas cosas en juego, Curthwulf sabía que no podía seguir actuando como lo había hecho y aunque le resultaba demasiado agradable saber que estaba invadiendo los pensamientos de la mujer que ama, sabía que debía poner un límite para alejarla. — Ya hemos aclarado todo. Ve a descansar.— ¿Por qué siento que estas buscando la más mínima oportunidad de sacarme de aquí, aunque no deseas eso? — pregunta Charlotte confundida.— ¿Qué te hace pensar que no quiero eso?— Bueno, está claro que estabas que me hacías tuya hace pocos minutos, para demostrarme que solo contigo podía soñar, pero, ahora estás colocando el mismo límite que te vi poner en la cabaña hace horas.— Charlotte, ha sido duro todo lo que ha pasado. — Lo entiendo, desde que he llegado, pocos son los momentos en paz. Pero, ¿Qué hay con eso? Nunca habías actuado como lo estás haciendo ahora y eso me preocupa. Dime, ¿tan grave es lo que está sucediendo?— No es nada. — dice Curthwulf, deseando dar por terminada la convers
Sabía lo que Charlotte estaba intentando hacer y aunque la propia Charlotte, dudaba de su método de persuasión, ya había dado el primer paso para retroceder. Por ello, ignorando que estaban en medio del césped y que alguien podría mirarlos, dio un paso hacia adelante y llevó su mano al pecho de Curthwulf acariciando el borde de un tatuaje en forma de garra.El toque, era demasiado estimulante para Curthwulf y más al reconocer que ese era el primer tatuaje que había llegado a su cuerpo al asesinar al primer alfa por el amor de Charlotte. — Tenemos tantos recuerdos — susurra Charlotte terminando de delinear el tatuaje y es justo en esos momentos que Curthwulf toma su mano para detenerla.— No deberías hacer eso.— Ese día intente convencerte de acostarte conmigo para evitar la pelea. Era básicamente mi primera experiencia intentando persuadir a un hombre para estar conmigo y también, sería mi primera experiencia sexual en un barco. — ¿Era tu primera experiencia?— Lo era, pero, estab
Tenían muchas cosas en que pensar, no sabían que decidir bien, con respecto a lo que estaban viviendo, pero estaban seguros de lo que deseaban. Por ello, entre besos y toques lujuriosos, se hacían suyos mientras el césped servía como cama. Todo enojo que tenía Curthwulf por lo que había sucedido horas otras, se disipo ante las sensaciones que sentía cuando su miembro se adentraba en el cálido y húmedo canal de Charlotte.Los gemidos comenzaron a escucharse con fuerzas y por ello, Charlotte mordió sus labios para concentrarse en algo más además del placer que sentía, pero, ello volvía más loco a Curthwulf quien besándola para que no mordiera sus labios, se adentró más en ella y dejándose llevar, los dos fueron arrastrados por un orgasmo que los dejo sin fuerzas. — No puedo creer lo que hemos hecho — susurra Charlotte después de recuperarse de los espasmos post orgasmo.— Se llama marcar territorio de manera placentera, señora mía — responde Curthwulf sin poder recuperar el aliento.C
Curthwulf era consciente que su plan no era del todo correcto, porque estaba arriesgándose a perder a su manada y familia y era una mala decisión, pero, para él quedarse a esperar, era peor. Por lo que, después de ducharse, se sentó en la cama y con las manos en su cabeza, se quedó pensando en una solución que pudiera ayudarlo sin sacrificar tanto. Pero, cada idea requería de un sacrificio.— Parece que estoy en un camino donde no puedo retroceder o avanzar, ¿Cómo fue que me metí en algo así? — se pregunta una y otra vez, sin encontrar una respuesta.Una llamada telefónica, que no quería contestar, es lo que, debido a su insistencia, responde teniendo la respuesta a sus preocupaciones, más tranquilo, se viste y camina hacia la mansión, pero, cuando esta por abrir la puerta de la habitación de Charlotte, escucha las quejas de Charlotte.— No me importara si muere, él escogió ello. Así que, que él asuma las consecuencias de sus actos. Yo no voy a seguir aferrándome a alguien que cuando
Narra CharlottePor más que intentaba calmarme, no podía hacerlo. Aunque había dicho que no iba a preocuparme por él y que no me importaba, con cada minuto que pasaba, la preocupación aumentaba, al igual que el arrepentimiento por cómo había terminado la noche.Uno a uno, fui sirviendo a los hombres lobos y los niños, cuando el tiempo pasó y vi que eran las diez de la mañana y Curthwulf no regresaba, decidí dejar mi orgullo y servirle el mismo, después de haber confirmado que los niños ya habían desayunado.— Vamos, Charlotte. Eres mejor que esto — digo en un susurro mientras observo el plato de comida perfectamente tapado.— Atención, han llegado lobos y no sabemos si son aliados o enemigos. Así que, corran a la habitación de pánico. Allí, podrán estar protegidos mientras confirmamos que todo esté bien — dice Retmus y todos comienzas a moverse.— Vamos niños, vayan a la habitación, yo iré por mi hermana.— Pero, mamá… no es seguro que te quedes más tiempo aquí — dice Lowell preocupad
Me parecía inaudito que en medio de una guerra tan grande como la que vivimos ayer, Curthwulf este abrazándose con una mujer tan emocionado. Realmente no puedo entender como conmigo siempre es vete o fuera y con esa mujer, todo es sonrisas.Eso y que habían prometido casarse antes de conocerte. Recuerda que dijo que había venido a cumplir la promesa, porque aún no está casado Curthwulf — me dice mi mente y ello me da enojo. Coraje.Molesta, camino hacia el interior de la casa y con frustración, me voy hasta la habitación donde me muerdo del enojo por todo lo que está sucediendo y lo que más me molesta, es que no aparece Curthwulf por ningún lado.— Desgraciado. Seguramente está muy emocionado de verse con su Brittany. Soy virgen, eres la primera mujer y única que amaré… tonterías — digo molesta y cuando recuerdo que ellos tienen muy buen oído, guardó silencio.Sabiendo que no puedo quedarme solo en la habitación durante todo el día, salgo de la misma y veo como todos los lobos comienz
Aunque estaba más que enojada por la cercanía entre Curthwulf y esa tal Brittany. Pero, estando segura de que no merecen mi enojo, respiro profundo y sonrió al recordar que gané una mucha contra alguien demasiado terco y sobreprotector en algunos aspectos.— Lamento si esperabas que Curthwulf viniera y no yo — dice Adams, causando que yo lo observe confundida.— ¿Disculpa?— Te veo haciendo gestos molestos y eso me hace pensar que no querías que yo viniera.— No es eso. Estaba pensando demasiado.— Seguramente es sobre la cercanía entre Curthwulf y Brittany, pero, no necesitas preocuparte, Curthwulf la ve como una hermana.— No pensaba en eso. Es solo que invente lo de ir de paseo y no tengo traje de baño o algo parecido.— Puedes usar tu ropa interior. — dice Adams y yo me ruborizo.Si supiera que toda mi ropa interior son solo pequeñas tiras que se unen en diminutos triángulos, no me diera eso como opción. — digo mentalmente— Buscaré que puedo colocarme. Mientras, si no es mucho pe
Narrador omnipresenteEl enojo invadía por completo a Brittany. En el pasado, Curthwulf la consentía en todo y lo que deseaba, se lo daba. Pero, ahora no solo estaba ignorándola, si no que, la causante era una humana, seres que ella detestaba y veía como lo más inferior del mundo.¿Cómo puede una desgraciada humana robarse a mi hombre? — se pregunta Brittany aun en la puerta del armario que seguía sin ceder.Charlotte gimotea al sentir el calor del cuerpo de Curthwulf y deseando alejarse del peligro, intenta apartarlo, pero eso solo logra que varios accesorios caigan al suelo, llamando la atención de Brittany.No puede estar pasando esto. Se supone que él debería estar feliz por volverme a ver después de tantos años. Así que, ¿Por qué demonios me ha dejado a un lado y ha olvidado la partida a la batalla por una inmunda humana? —pregunta Brittany renuente a marcharse.— Debes irte, Curthwulf. — dice Charlotte intentando calmar el enojo de Curthwulf.— ¿Por qué estas tan desesperado por