Cariñitos, el capítulo anterior fue editado, para quienes lo leyeron sin editar, encontrarán que hay escenas parecidas en este, por eso les recomiendo descargar la app y volverla a instalar si quieren tenerlo como es, sin embargo, no afecta en nada al avance de la historia si deciden seguir normal. Muchas gracias por leer!! Espero que les esté gustando, si no han dejado una reseña las invito a hacerlo :) Besoooos
Sofía no podía creer que había aceptado hacer las paces o lo que fuera con el lobo, sin embargo, sabía que era un mal necesario, pues si quería encontrar una manera de escapar de esa pesadilla iba a necesitar información y aliados. Y fue justo por eso que dejando sus reservas, miedos e inseguridades de lado, le dijo al rubio: —¿Qué propones, entonces para demostrarlo ? Al escucharla, Sven, se acercó lentamente a la cama a la cama y con una sonrisa traviesa le dijo: —Ahora, esa actitud está mucho mejor. Sofía puso los ojos en blanco al escuchar lo descarado que era el hombre, pero no podía negar que su actitud conseguía aligerar gran parte de la tensión que sentía. —Bueno, bueno, pero no me has dicho cómo piensas arreglar el hecho de que casi me matas de un infarto. Sven alejó el rostro de ella dejando salir un suspiro exagerado, antes de dejarse caer a su lado en la cama. Sofía estaba totalmente alucinada con la frescura y la confianza que parecía tenerle el hombre. —Bueno, q
Lo había intentado. Gabriel realmente había intentado mantener sus instintos a raya, pero en esos momentos, viendo a esa endemoniada mujer retarlo de la manera en que lo estaba haciendo, simplemente lo hizo salir de sus cabales y se había lanzado a ella como si fuera el agua en medio del desierto. Sin embargo, lo que lo había dejado verdaderamente sorprendido fue que ella le respondiera el beso con la misma urgencia y necesidad con que la estaba besando él. Sus bocas se movían en completa sincronía y pudo sentir como los latidos del corazón de la mujer se aceleraban hasta igual su propio ritmo, consiguiendo que todo en él se encendiera. Ella era suya. Completa y absolutamente suya y eso simplemente terminaba de confirmar lo que ýa sabía. —Eres mía—le dijo, separando sus labios y dejando pequeños mordiscos desde su clavícula hasta su cuello. Sofía tenía la mente totalmente nublada de deseo. Nunca en su vida se había sentido tan excitada como lo estaba en esos momentos. Era como si t
Sofía se despertó sintiendo que todo el cuerpo le dolía. Desde la punta de la cabeza hasta el dedo pequeño del pie, sin embargo no era un dolor de los malos, por el contrario era uno que le recordaba silenciosamente todo lo que había hecho la noche anterior y de solo recordar, el rostro entero se le enrojecía. Fue en ese momento que su cuerpo entero se tensó y que su cabeza se movió como un rayo para el lado opuesto de la enorme cama, donde hace solo unas horas se había quedado dormido Gabriel. Sin embargo sintió como un sentimiento amargo la absorbió cuando vio que el espacio estaba vacío, aunque todavía se podía sentir tibio. Por alguna razón que sinceramente se negaba a aceptar, verse sola en la habitación luego de todo lo que habían hecho, la hizo sentir peor que la primera vez. Pues en esta ocasión se suponía que debía ser más inteligente. Que no debía caer. Dejando salir un quejido empezó a ponerse en pie y es ahí cuando se dio cuenta que no estaba llevando nada de ropa, estab
¿Cachorro? La palabra se estaba repitiendo en la mente de Sofía como si de un mantra se tratara, pero por más que lo intentaba su mente parecía negarse a darle sentido a sus palabras y fue por eso que lo único coherente que pudo decir fue un simple: —¿Q-Qué? Vio como el hombre, pareciendo desesperado gruñía y caminaba de un lado a otro en la habitación mientras que de sus manos las garras salían y entraban como si no pudiera controlarse como si le estuviera costando mantenerse en su forma humana y eso lo único que hizo fue aumentar su angustia. —Gabriel, ¿qué es lo que está pasando?— pregunto entonces, tratando de mostrarse más calmada, aunque lo cierto era que el corazón se le quería salir del pecho—Por favor, si tienes un mínimo de decencia te pido que me expliques que es lo que ocurre y porqué estoy aquí y dices que tengo a tu cachorro. Gabriel sabía que no debía haber abierto la boca, lo sabía y aún así no había podido controlarse. Es que verla llorar. Ver la rabia y la desespe
—Mientes. La palabra salió como un gruñido, casi tan salvaje como los del mismo Gabriel, mientras que Sofía lo miraba con todo el miedo y la rabia que podía. Sin embargo, nada de aquello iba a servirle en esos momentos, pues por más que él mismo quisiera, no era una mentira. Ella estaba embarazada. —Tienes poco más de un mes, pequeña fiera. Y aunque no tengas síntomas aún, yo puedo sentir al cachorro dentro de tí y ese cachorro es mío, de la misma manera en que tu lo eres, así que no se te ocurra ninguna locura. Esto no podía estar pasando. Ese era el único pensamiento que Sofía tenía en su mente en esos momentos mientras que inconscientemente sus manos se iban directo a su abdomen plano. Ahí donde el hombre aseguraba que estaba llevando un… un cachorro. Y es que Dios, ¡todo era una m*****a locura! Él era su captor, era el hombre detrás de un montón de crímenes, pues aunque dijera lo contrario para ella seguía siendo el único sospechoso y ahora le dice que es el padre de su hijo n
Gabriel, no pudo hacer más que mirar fijamente a la mujer enfrente de él y aunque sabía que lo más sensato era dejarla escondida en la habitación, tenía que admitir que sus conocimientos serían de muchísima ayuda y que tal vez, trabajando juntos podrían resolver el maldito tema de los asesinatos más rápido.Por eso a regañadientes, aceptó llevar a Sofía con él, dejando a Blake y Sven desconcertados, ya que el plan inicial era mantenerla oculta. Estaban a punto de adentrarse de lleno al pueblo cuando Blake ya no pudo contenerse más y simplemente lo dejó salir:—¿En serio vas a llevarla contigo, alfa? —el beta se ganó una mirada furibunda de parte de Gabriel, pero él ya estaba acostumbrado a aquello, por lo que soltando un suspiro agregó—Creí que no querías que la manada la viera. En especial tú madre.Gabriel tenía que admitir que se había olvidado momentáneamente de su madre. Entre el encuentro que tuvo anoche con Sofía y la discusión de esa mañana la presencia de su madre había pasad
Benjamin estaba a punto de contestarle que ellos no tenían algo como una morgue, porque nunca lo habían necesitado, cuando el aroma de su madre llegó hasta él e instintivamente se acercó más a Sofía, segundos antes de que la voz engañosamente suave de su madre llegara hasta él.—Vaya, vaya, pero mira nada más lo que tenemos aquí— dijo la mujer con los ojos fijos en Sofía y Gabriel rogó porque no sintiera al cachorro dentro de ella—Parece que tenemos un lindo conejito perdido en la manada.Las palabras de su madre hicieron que todos los presentes dejaran salir risitas burlonas a su alrededor al tiempo que comenzaban a acercarse peligrosamente a donde Sofía se encontraba, pues la presencia de la antigua Luna seguía siendo fuerte entre la gente.Pero todos olvidaban algo y eso era que el maldito alfa, el rey de todo, era él y no iba a permitir que nadie, incluida su madre, llegara a intentar pasarse su autoridad por delante.—Este lindo conejito es mi invitada y ni tu ni nadie va a pone
Las palabras habían salido de sus labios antes de poder contenerse. Pues lo cierto era que Gabriel no tenía intenciones de que la fierecilla supiera la verdad, en especial porque él no pensaba reclamarla. No podía.Ella no era… No era suficiente. Nada más pensar aquello, sintió como todo su cuerpo se tensaba y su bestia interna arañaba desde adentro como si quisiera hacerle saber que no estaba de acuerdo con él.Sin embargo, no tuvo tiempo de pensar demasiado en aquello, porque la voz afectada e impresionada de Sofía llegó hasta él y fue solo entonces en sus ojos volvieron a centrarse en la hermosa mujer que tenía enfrente de él.—¿Qué…? ¿T-Tú… ¿Tú compañera? ¡Qué se supone que significa eso!Podía notar que la frustración estaba empezando a jugarle una mala pasada a Sofía y lo entendía, él podía entender que no era fácil simplemente despertar un día y darse cuenta que existe todo un mundo sobrenatural y mucho menos que ahora estás en medio de este sin poder escapar.Sin embargo, él s