Ryan se hallaba de pie en la sala de juntas, observaba por una abertura de las persianas si Vanessa ya estaba libre, sus pupilas se dilataron cuando la vio avanzar hacia la oficina, caminando con esa seguridad que siempre proyectaba. Enseguida se alejó de la ventana, y apenas ella giró la cerradura, y entró, él la tomó entre sus brazos, la recargó en la puerta, y se apoderó de sus labios, besándola con ansiedad. Vanessa se estremeció, jadeó bajito dentro de la boca de Ryan, enredó sus dedos en el espeso y castaño cabello de él, lo atrajo más a ella, profundizando aquel beso. —Te he extrañado todo el día —susurró él. —Yo más, mucho —contestó ella, suspiró y volvieron a fundir sus bocas en un apasionado beso. Las manos de Ryan le recorrieron el talle, bajaron por sus firmes glúteos. —Ryan —gimió ella percibiendo como su cuerpo se iba encendiendo, y una cálida energía le recorría la piel—, no podemos hacerlo aquí, nos pueden descubrir. —Frunció los labios en una línea. Ryan resopl
—No sé si Roger estaba al tanto, o no se daba cuenta de lo que firmaba —explicó Jordan—, pero la situación es grave, la empresa se puede ver envuelta en un escándalo de gran magnitud y esto puede llevarlos a la ruina. Ryan inhaló profundo, miró a Vanessa quién estaba pálida, la situación era extremadamente difícil, sintió un escalofrío. —Debemos ser cautelosos con esta información, y reunir más pruebas para enviar a prisión a los culpables —aseguró Ryan.—¿Le dirás a tu abuela? —investigó Vanessa. —Por ahora no —contestó Ryan, inhaló profundo—, les pido su discreción. —Cuenta con ello —dijo Jordan. —Sabes que tienes mi apoyo —respondió Vanessa, salió de la oficina sintiendo una gran intranquilidad en su pecho. ****En la noche Ryan se miraba al espejo pensativo, le preocupaba la situación de la empresa, una extraña sensación recorría su médula espinal, a manera de mal presentimiento. Inhaló profundo, y bajó al apartamento de Vanessa, antes de su cita con April, tenía que hablar
Instantes más tarde, Ryan aparcó su auto frente a la mansión de los Walton, April apareció contoneando sus caderas, vestía un traje corto, porque sus largas piernas estaban al descubierto, su figura estaba cubierta con un costoso abrigo de visón negro. —Ryan, querido —exclamó se acercó a él, intentó rozar sus labios con los de Ryan, pero él logró evadirla. —¿Qué ocurre? —preguntó ella con seriedad. —Tengo a Hope en el auto, no es bueno dar estos espectáculos en delante de la niña —recomendó.April frunció el ceño, desvió sus ojos al auto, miró a la niña, Hope le agitó la mano, y la mujer con una sonrisa fingida le devolvió el gesto. —¿Por qué la trajiste? —cuestionó con evidente molestia—, no es que me incomode, pero pensé que sería una cita de dos. Ryan sonrió con esa expresión seductora. —La niñera nunca llegó, pensé en dejarla con Vanessa, pero como mi abuela no me quiere cerca de ellas, entonces no tuve otra alternativa que traerla conmigo, pero si te molesta, dejamos la cena
—No debiste hacer eso, cariño —recriminó Ryan a Hope, luego de dejar a April en su casa. Hope frunció el ceño, cruzó sus brazos. —Pues no me arrepiento, y si deseas castigarme aceptaré la penitencia, pero esa bruja se lo merecía —resopló. Ryan la miró por el retrovisor, notó la seriedad en el rostro de su hija. —¿Por qué lo hiciste?—Porque no la soporto, antes también le coqueteaba a mi papá, nunca me agradó esa mujer. —Sus labios dibujaron una mueca. Ryan arqueó una ceja. —¿Y qué decía tu mamá? —indagó con curiosidad. —Mi mamá no la soportaba, pero la abuela siempre la invitaba a todo compromiso, a reuniones familiares. —Suspiró profundo—, una vez escuché a mis papás discutir. —Apretó los labios. Ryan aparcó el auto cerca del apartamento, requería ponerle atención a su hija. —¿Qué escuchaste, cariño? —inquirió con dulzura, giró su rostro para mirarla. Hope soltó un bufido. —Mi mamá le reclamaba a mi papá, le decía que había descubierto que April era su amante, y que querí
—La misma, querido. —Sonrió batiendo sus pestañas. —¿Piensas que soy el fantasma de mi hermana Paige? —cuestionó la bella mujer, colocando su mano en la cintura—, ha pasado tanto tiempo. —Suspiró, y lo recorrió de pies a cabeza con los ojos. —Palmer —respondió Ryan, sacudió su cabeza, sorprendido de volver a verla, el parecido con Paige era muy grande, eran gemelas—, es una sorpresa verte, pensé que estarías en el funeral de tu hermana. Palmer arrugó el ceño, apretó los puños. —¿Parece que se te olvidó lo que hubo entre nosotros? —rebatió, plantó su verdosa mirada en los ojos de Ryan—, ¿te refresco la memoria? —cuestionó—, yo era tu novia, estabas muy enamorado de mí, y llegó Paige te sedujo y me dejaste por culpa de esa desgraciada, y mira cómo te pagó, se casó con tu hermano por dinero, era una ambiciosa de lo peor —resopló. Ryan apretó los labios ante los reclamos de Palmer. —Imagino que no me citaste para hablar del pasado —reclamó él, le abrió la silla para que se sentara.
—¿Por qué me detienen? —Robert preguntó, se sacudió del agarre de los oficiales—. Tengo derecho a saberlo. Ryan resopló, sonrió con cinismo. —¿Todavía lo preguntas? —refutó con seriedad—, este hombre nos ha estado traicionando —gritó a los cuatro vientos—, abuela te presento al señor Smith, se hizo pasar por un importante ejecutivo de una empresa automotriz que no existe en realidad, Robert lo contactó, y le vendió nuestra propuesta. —¿Qué? —gritó la abuela, se tambaleó, y logró sostenerse del bastón. —¿Me estuviste traicionando infeliz? —vociferó mirando llena de ira a su empleado. Robert frunció el ceño, plantó su oscura mirada en Ryan, estaba perdido. Luego apareció Vanessa y sonrió. —Usted señora Knight me ha acusado de espionaje, de inepta, y de muchas cosas más —rebatió Vanessa mirando a la anciana—, cuando ustedes se quedaron con la venta que era mía, se robaron mi propuesta —vociferó—, yo siempre supe que fue Caleb Bosch el que le vendió información a Robert, para acusarm
—¡No puede ser! —gruñó Ryan al leer el mensaje de Vanessa, el pecho se le agitó, entonces marcó el móvil del jefe de seguridad de la empresa, y avisó lo que sucedía, mientras caminaba por los fríos pasillos de la clínica con rapidez. «Se me olvidó ponerle seguridad, si algo le pasa será mi culpa, maldita sea» se recriminó mentalmente mientras subía a su auto y pisaba a fondo el acelerador. —Por favor que esté bien, que no le hagan daño —suplicó mientras se aferraba con fuerza al volante del auto. ****Vanessa como pudo roció de gas pimienta en el rostro del sujeto que la tenía cautiva, el hombre gritó de ardor, y la soltó. La mujer se puso de pie como pudo y corrió hacia la salida, pero un disparo detuvo su andar, y cayó al piso, pensó en las niñas, en su mamá, en Ryan, y gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas, creyó que serían sus últimos minutos con vida y que ya no volvería a ver a las personas a quiénes amaba.Los hombres de seguridad de Ryan llegaron y dispararon al aire pa
Vanessa llegó con Ryan a su apartamento, en el auto se había retocado el maquillaje, aunque tenía los ojos rojos en hinchados. —Ava se dará cuenta de que lloré. —Le diremos que te duele la cabeza, no es conveniente asustar a nuestras hijas —declaró. Vanessa asintió y tal como lo predijo al entrar al apartamento Ava notó los ojos llorosos de su mamá. —¿Qué te ocurrió? —preguntó la niña, observando a su mamá con mucha atención. —Nada cariño. —Vanessa se inclinó la abrazó con fuerza—, me duele la cabeza, solo quiero descansar. Ava abrazó a su mamá, besó su mejilla. —Está bien. Hope salió del tocador y enseguida se acercó a abrazar a su tío. —Hola princesa, ¿cómo te portaste hoy?—Bien —contestó—, ya tengo sueño, nos vamos al apartamento —indagó. —Sí, claro, despídete —solicitó Ryan. —¿Cuándo vamos a vivir juntos? —preguntó Hope, observando a Ryan. —En unas semanas, tengan paciencia. —Sonrió. —¡Qué bien! —exclamaron a dúo las pequeñas, se abrazaron, Hope se despidió de su ami