Siento como Jason me hace morir de placer, con su rostro entre mis piernas, estimulando mi sexo con habilidad. Él nunca antes había hecho algo como eso, lamer mi sexo de esa forma mientras a su vez tenía dos de sus dedos en mi interior. El placer era incontrolable y tuve más de un orgasmo en su boca.

—Jason… ¡Eso se siente increíble! —lo atraigo de nuevo hacia mí, abrazándolo con fuerza, mientras intento controlar mi agitada respiración.

—¿Fue lo suficientemente bueno como para complacerte? —pregunta él con un tono juguetón.

—No lo sé… ¿Por qué no haces otra cosa? —le pregunto con una sonrisa suave en mis labios.

Jason no espera, y volviendo a acomodarse ente mis piernas abiertas y con mi sexo mojado y deseoso por él, mi alfa finalmente comienza a entrar en mí, dándome mucho más placer aun, retorciéndome en el coche y gimiendo desesperada.

—Mia… —gruñe él con la voz llena de excitación, entrando completamente en mí.

—Tuya… —acepto sintiéndome muy bien.

Vuelvo a acariciar sus mejillas,