Me sentía como un fantasma, el alma en pena de una persona deprimida, que caminaba sin rumbo por los pasillos de esta enorme mansión que no conocía, perdida en mis pensamientos mientras intentaba buscar a mi hija por cada rincón.Ya pasó un día desde que Crystal desapareció, y con cada minuto de su ausencia siento que mi cuerpo muere un poco. Yo tengo una relación muy estrecha con mis hijos, los amo más que a mi propia vida, y siempre hemos sido ellos y yo contra el mundo entero. Y ahora el perder a mi pequeña, mi única hija, siento que mi corazón se estuviera destruyendo lentamente, no puedo dejar de llorar, y con cada ruido que escucho pienso que es ella corriendo a mis brazos.Pero eso no ocurre, y mientras más horas pasan, comienzo a perder las esperanzas de recuperarla.—Es obvio que fueron los Lewis —escucho que dice la voz de una mujer al interior del comedor de la mansión—, son aliados secretos de la manada del norte, yo estoy segura.—Deja de decir tonterías —replica la voz d
Cuando escucho pasos acercarse al estudio rápidamente cierro el libro que estaba observando, y camino hacia una de las ventanas, donde observo el amanecer.—Con que aquí estabas —me dice Jason con la voz calmada, acercándose a mí para abrazarme por la cintura—, creí que estarías durmiendo en nuestra habitación…—¿Qué fue lo que pasó hoy? —pregunto en un susurro, sin apartar la vista de la ventana.—Una pequeña riña, algunos miembros de dos manadas que perdieron a sus líderes en el ataque unieron fuerzas y quisieron atacarnos. Pero eran pocos lobos y no estaban bien guiados por que no tenían un alfa, así que pudimos ahuyentarlos antes de que llegaran a la ciudad.—¿Eso significa que la guerra inició?—Sí, probablemente —responde Jason tras dolorosos segundos de insoportable silencio.Cierro los ojos sintiéndome destrozada, mientras que él se acerca aún más a mí, y me abraza de una forma más estrecha, algo que me hace sentir en paz por un segundo.—No quiero que temas, pase lo que pase
—Entonces si te dejaste crecer el cabello, se te ve bien, muy bonito gracias a tu color natural —me halaga Selena, la curiosa bruja que me abrazó cuando llegué al aquelarre.Al ver mi evidente confusión, Selena que era la líder del aquelarre, pidió a sus compañeras y compañeros brujos que cuidaran de mis hijos, mientras que ella me llevó al interior de ese enorme pero viejo edificio, donde fuimos a su oficina para poder hablar con calma.—Toma, tienes un aspecto terrible, ¿Acaso no has dormido? —pregunta Selena, entregándome una taza de té caliente.—Gracias… —respondo algo cohibida— Y no, no puedo dormir mucho últimamente.El estar lejos de Crystal me lo ha quitado todo, incluso las ganas de comer o dormir. Ahora solo vivo y pienso en buscar a mi hija, así que cumplir con cualquier otra de mis obligaciones humanas ha pasado a un segundo plano.—Eso no es bueno para tu salud, tienes que descansar —ella me dice de forma severa.Ambas nos sentamos en un sofá de su oficina, mientras ella
7 AÑOS ANTES.—Mi nombre es Lucy Thomson, y tengo 18 años —digo mirándome en el espejo de aquel baño.Recientemente estaba practicando para mi entrevista con la universidad, planeando bien lo que iba a decir si lograba llegar a ese punto… poder tener estudios universitarios, ¿No es ese un sueño hermoso?Pero cuando miro mi reflejo en el espejo de ese maltratado baño, recuerdo mi realidad, y con un suspiro tomo la cubeta y el trapeador que vine a buscar, regresando al supermercado para limpiar los pisos como me pidió mi jefe.Mi vida nunca fue sencilla, mis padres me abandonaron en el orfanato Saint Thomson cuando tenía apenas 3 meses de nacida, lo único que tengo que recuerdo de ellos es un collar de plata con la forma de una luna que tiene el nombre “Jason” escrito en la parte posterior. Yo obviamente soy una chica, así que no puedo llamarme “Jason”, por lo que en el orfanato me nombraron Lucy Thomson, obteniendo el apellido del fundador de la institución.Mi infancia es una mancha g
Casi no tengo tiempo de reaccionar, volviendo a gritar giro el volante lo más rápido que puedo, y esquivo a ese enorme lobo saliendo del camino.¿Qué hace esa cosa tan enorme aquí? No es un lobo normal, definitivamente no lo es, tiene el pelaje negro con unos grandes y brillantes ojos azules, pero es tan grande que casi era tan alto como mi coche, ¿Hay lobos así en colorado? Pensaba que los lobos gigantes solo eran cosa del ártico, nunca había visto algo así.Salgo de la sorpresa que siento por ver a ese gran animal cuando me doy cuenta de que el coche de esos hombres aterradores se acerca, algo que me hace recordar que debo huir. Con mi fuerte giro afuera de la carretera mi coche se había apagado, y sintiéndome impaciente intento encenderlo de nuevo, aunque este no responde.—Vamos, por favor, por favor enciende —suplico desesperada en un susurro, viéndome atrapada en ese sitio.Mis miedos se confirman cuando ese coche finalmente se estaciona en medio de la carretera, muy cerca, y Le
Entro en esa pequeña cabaña de madera, teniendo que soportar el peso de ese hombre lobo desnudo sobre mis hombros, teniendo uno de sus brazos alrededor de estos, y apoyando su cuerpo sobre el mío para avanzar al interior, donde voy directamente a la cama.Dejo caer su cuerpo de forma pesada sobre el suave colchón de la cama, pero es algo que no puedo evitar, este tipo es demasiado pesado, son como 150 kilos sobre mis hombros, no soy tan fuerte como para poder soportarlo…—Lamento haberte dejado caer, pero de verdad, estas muy gordo —me quejo en un susurro, viéndolo inconsciente en la cama.Jadeando por el cansancio de todo el esfuerzo que acabo de hacer, regreso a mi coche para tomar algunas de mis cosas y un botiquín de primeros auxilios, esperando que todo esto fuera suficiente para salvar la vida de este misterioso hombre lobo.Después de pensarlo mucho, especialmente mientras conducía en los caminos solitarios de regreso a casa, decidí no llevar al lobo a un hospital. No es normal
Afortunadamente el motel en el que nos encontramos da pijamas gratis a los huéspedes, pero como Jason es tan alto y musculoso, el pijama más grande que hay disponible le queda casi reventando, lo cual no sería un problema, si no pensamos en su entrepierna, la cual aun con la ropa encima me deja ver la forma y el tamaño de su gran miembro. Maldita tentación, este hombre es tan sensual como el fuego, cuando le cuente a Theresa que conocí a alguien tan sensual no va a creerme.—¿Entonces eres un perro lobo humano? —pregunto confundida, viendo como él sale del baño vestido.Jason luce exasperado, respirando profundo antes de responderme: —Hombre lobo. No vuelvas a llamarme perro, jamás.—Lo siento, no sabía que te ofendía —me disculpo con sinceridad—, pero creo que la línea es muy delgada, hay perros muy enormes…—No me llames perro, nunca, ¿Entiendes? —me ordena él, luciendo extremadamente serio.—De acuerdo, disculpa.Vi lo que les hizo a los tipos en la carretera, y bajo nin
Intento pensar de forma positiva y creer que la patrulla detrás de nosotros son verdaderos policías, que nos están persiguiendo porque estamos avanzando a mucha velocidad. Pero mi instinto me dice que eso no es cierto...—Avanza más rápido, tenemos que perderlos —me ordena Jason con la cara muy seria.—Es la máxima velocidad de este auto, no puedo ir más rápido —me niego sintiéndome aturdida.—Nos alcanzaran dentro de poco. De acuerdo, no hay más opción, tengo que enfrentarlos.Antes de que tenga la oportunidad de preguntar, Jason abre la puerta del coche y sale de este sorprendiéndome mucho, ya que salta a la carretera como si nada. Temo que vaya a lastimarse, pero entonces lo veo transformarse en un enorme lobo negro en medio del aire, corriendo hacia la patrulla a toda velocidad en su forma de “animal”.—Ni se por qué me preocupo…Jason alcanza la patrulla y esta se detiene en seco, así que yo los imito, deteniendo el coche y esperando a Jason, mirando todo lo que pasaba por el esp