Capítulo 11.

Los días se vuelven solitarios, y sintiendo una gran opresión en el pecho, no puedo evitar pregúntame… ¿Dónde está Jason?

Mis pequeños y yo estamos viviendo en la manada de los lobos desde hace casi una semana, no hemos salido de aquí porque yo me siento temerosa. Así que mientras tanto mantengo a mis pequeños entretenidos con juguetes y dándoles lecciones de lectura simple, intentando mantener la rutina de la escuela en sus vidas a pesar de que ya no estamos en casa.

Y las cosas serían perfectas de no ser por un detalle… Él no ha vuelto.

Jason no regresó ni una sola vez desde que tuvimos sexo, eso me hace sentir muy insegura, porque yo sé que necesita tiempo para sanar, ¿Pero de verdad necesita tanto tiempo? ¿Está buscando su espacio o solo quiere estar lejos de mí?

—¿Entonces podría ir… A verlo? —pregunto algo tímida, mientras conversaba con una de las empleadas.

—Por supuesto Luna, el alfa debe estar trabajando en la alcaldía de la ciudad, no muy lejos de aquí.

—¿Y está muy ocupado
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