Alex.Cuándo la vi en la puerta de la casa de modas, no podía creer lo que tenía ante mis ojos, se trataba de la mujer más hermosa del universo, se veía tan radiante y espectacular vestida de esa manera, y aún cuando ella me gustaba en cualquiera de sus versiones, Elizabeth se lo merecía todo, esa transformación la ayudaría adquirir mayor seguridad en sí misma, a darse cuenta de todas sus capacidades, el diamante había retomado la belleza que siempre debió mostrar al mundo, y yo me sentía orgulloso de caminar de su mano, y mayor aún, que esa mujer tan maravillosa hubiese aceptado casarse conmigo, por las razones que sea, pero tendría la oportunidad de estar a su lado y disfrutar de su compañía, no importaba el tiempo que esto durara. Le extendí mi mano para bajar del coche, se veía muy nerviosa, también yo lo estaba pero estaba seguro de qué todo saldría muy bien, el plan estaba diseñado para no fallar, nada podía salir mal esa noche, sabía de lo que era capaz mi abuelo si descubría q
Elizabeth.Aún no podía salir de mi asombro al escuchar las palabras que pronunció Alex para pedirme matrimonio, sonaba tan real lo que me decía que fue inevitable no emocionarme hasta las lágrimas, se le veía ilusionado, e incluso su abuelo que en un principio se mostró algo hostil con nuestra supuesta relación por no tratarse de una joven adinerada la que se convertiría en la esposa de su nieto, poco a poco fue cambiando su actitud hacia mí.- Anda niña, contesta ya, mira que nos tienes en ascuas, dijo el abuelo impaciente -.- - lo siento, lo que sucede es que estoy muy emocionada, le contesté apenada -.- - Sí, eso ya lo sabemos, pero lo que importa es la respuesta que darás, replicó Harold -.- Mi respuesta es sí, claro que quiero casarme contigo mi amor, como no lo haría, si eres el chico más maravilloso que he conocido, y ser tu compañera de vida sería lo más hermoso que podría pasarme -.- Alex me puso el anillo y besó mi mano, después se puso de pie y nos fundimos en un cálid
Elizabeth.Casi no había podido dormir, pues en medio de la noche me despertaba pensando en la nueva cláusula qué Alex agregó al contrato, estaba dispuesto a hacer todo con tal de qué yo la aceptara, y en efecto, se me estaban cerrando las opciones, era aceptar contraer matrimonio con el respetando todas sus condiciones y recuperar a mi abuela, o bien no acceder y tal vez perderla para siempre. Yo no tenía los medios para poder encontrarla, seguramente mi padre la habría ocultado muy bien para que yo no pudiera dar con su paradero. No me quedaba más remedio que acceder a lo que Alex quería, y no es que esto fuese un sacrificio para mí, pues ese hombre me encantaba, pero el saber que tendríamos un contacto mucho más personal, más íntimo me ponía muy nerviosa, no sabía si iba a ser capaz de seguir adelante con aquello sin que los sentimientos salieran a relucir, pero debía intentarlo, mi abuela lo valía todo, estaría conmigo y ambas tendríamos la protección de los Turner. No me gustaba
Alex.Por poco me da un infarto al ver a semejante mujer casi desnuda, se había lastimado el tobillo y tuve que llevarla cargando hasta la casa, otra tentación más a la enorme lista que se hallaba frente a mí gracias a ella. Mi Elizabeth era una chica extraordinaria de la cual cualquier hombre podría enamorarse perdidamente, pero no quería que nadie se le acercara, eso sólo podía hacerlo yo, ella sería mi esposa, por las razones que fueran, pero sería mi esposa al fin y eso me tenía loco de la felicidad por más que intentara disimularlo, cuándo le coloqué hielo en el tobillo, pude sentir con mis manos el contacto con su piel, se sentía tan suave, tan tersa, uf era delicioso poder contemplarla así. Estábamos casi desnudos, pues acabábamos de salir de la piscina, y honestamente hice un esfuerzo sobrehumano para no lanzarme sobre ella y besarla con toda la pasión que tenía acumulada, pero no, era necesario guardar el autocontrol, pues Elizabeth nunca me perdonaría si hubiese intentado ir
Elizabeth.Me desperté con mucho ánimo, el pie ya casi no me dolía, además estaba muy feliz, los momentos tan maravillosos que Alex y yo vivimos aún seguían latentes en mis pensamientos.Él, abrió su corazón al contarme tan importantes sucesos de su vida, había confiado en mí y eso me causaba mucha felicidad, también yo le conté algunas cosas que a nadie le habría platicado, pero con él estaba empezando a surgir una conexión muy especial.Por lo menos ya no nos veíamos como una utilidad, sino que habíamos empezado a ser amigos, y eso era un gran inicio.Me disponía a levantarme, pero todavía sentía algo de dolor al apoyar el pie, así que debería tener mucho cuidado para no lastimarme.La puerta se abrió, y mis ojos se quedaron maravillados al ver a Alex vestido de etiqueta como la primera vez que nos vimos en su oficina, allí comenzó todo, el flechazo fue instantáneo, y a partir de ese momento ya no lo pude sacar de mis pensamientos.- ¿Cómo estás?, ¿te sientes mejor?, preguntó Alex -
AlexAl escuchar mi nombre en voz de una mujer, me di la vuelta para ver de quién se trataba, me llevé una gran sorpresa al comprobar que era Bianca, mi ex novia del pasado, ella fue muy importante para mí, incluso llegué a proponerle matrimonio, pero no aceptó, por el contrario, salió huyendo, y ahora estaba de regreso quién sabe con qué propósito, Porque conociéndola, no creo que fuera para nada bueno.– Cuánto tiempo sin verte Alex, espero que me hayas extrañado tanto como yo dijo Bianca–.– Qué tal Bianca, ¿qué milagro verte por acá?, Le contesté en forma irónica, ¿Te aburriste de viajar por el mundo? –.– Sucede que quería verte, te he echado mucho de menos cielo, y por eso regresé, me di cuenta de que fui muy tonta al dejarte ir, y estoy de regreso para que retomemos lo nuestro, manifestó ella con total seguridad –.– ¿En serio?, Pues cuánto lo siento, llegaste muy tarde, en dos semanas me caso, y por cierto estás invitada a la boda –.– No pudiste haberme olvidado, nos íbamos a
Elizabeth La estábamos pasando genial, entre risas y bromas, besos y abrazos con cualquier pretexto, ahora si empezábamos a parecer dos novios de verdad, dos enamorados, aunque ninguna sola vez nos hubiésemos dicho esas dos palabras, que al oído parecen tan insignificantes, pero que tanto valor contenían. Las horas pasaban y los dos descubríamos qué estar juntos era lo mejor que había podido pasarnos. Estábamos tan heridos, las huellas del pasado nos marcaron considerablemente, a mí por parte de mi padre, y a él por su abuelo, necesitábamos aferrarnos con fuerza a lo que estaba naciendo entre nosotros, pues esas experiencias sin duda nos darían la fuerza para hacer frente a lo que pudiese venir más adelante.Cenamos delicioso, esa noche no dejamos que el personal cocinara, sino que Alex y yo nos encargamos, preparamos una lasaña exquisita acompañada de ensalada fresca al estilo italiano, Alex no dejó que hiciera mucho esfuerzo, pero haciendo trabajo en equipo todo resultó fabuloso. L
Alex.Había tenido un día muy complicado en el trabajo debido a la gran negociación que se acababa de cerrar, desde que aquello se logró la cartera de clientes aumentó considerablemente.Quería que el tiempo pasara muy rápido para volver a casa, desde que se produjo ese cambio entre nosotros las cosas fluían de una manera fabulosa y la relación se volvió mucho más cercana, sentíamos plena confianza el uno en el otro como nunca pensé que pudiera ocurrir.Estaba metido en mis pensamientos cuando Ashley me anunció la llegada de mi abogado a quien le solicité que redactara el contrato que habría de firmar Elizabeth, ya no quería llevarle ese acuerdo, deseaba que siguiéramos adelante con los planes de boda porque verdaderamente quisiera hacerlo y no porque se sintiera obligada para proteger a su abuela, sabía que detrás de toda esa historia había algo oculto, nunca creí al cien por ciento lo que me dijo aquella vez en que la encontré con moretones en el rostro.Lo más probable es que su pa