Al día siguiente. —Buenos días, señora Leonor, ¿saldrá muy temprano esta mañana no?— Pregunta con mala intención. —Que te importa Ana, dedícate a limpiar, ese es tu trabajo, ¿no?, deja de andar de entrometida, no se te olvide que soy la dueña y señora de esta mansión, no quiero tus impertinencias aquí, no te vuelvas a meter en mis asuntos, entendido. — Responde enojada, mirándola por encima del hombro. —Pues por lo que yo sé la única dueña y señora de esta mansión es la señora Betty y... Helena la interrumpe antes de que pueda pronunciar más palabras. —Cállate, solo eres una empleada, no seas insolente, ya verás, te voy a enseñar, a respetar, tú no sabes con quién te estás metiendo. — Helena ha enrojecido su rostro totalmente, se puede sentir su mirada de cólera. —Señora solo le estoy diciendo la verdad, usted puede ser muy la esposa del señor Edward, pero no es la dueña de nada. — Le habla mirándose las uñas con serenidad. —Maldita sirvienta, ya te dije que no me provoque
Mansión Fuller.—¿Cómo les fue en la escuela, niños?, ¿estuvo divertido hoy? — Pregunta atento.—Muy bien hermano, le hicimos una broma al profesor de matemáticas, ja, ja, ja, aún debe estar como un loco buscando las llaves de su auto. — Se burlan sin delicadeza.—¿¡Que!?, no sé por qué me sorprende si ya sé cómo son, es mejor que no digan nada, viene mamá y ya saben cómo se pone. — Responde sonriendo levemente. — Hablaremos después.—¿De qué estaban hablando, que se quedaron el silencio en cuanto llegué?. — Los cuestiona sonriente, inocente de su conversación.—Nada relevante madre, los niños me contaban como les ha ido en la escuela. — Habla confiado.—Yyyy, ¿Cómo le está yendo niños? — Pregunta con expectativa.—Bien mami, creo que pasaremos matemáticas con mención honorífica.— Felipe habla relajado mientras mira a Edward mover su cabeza pensativo.—¿De verdad?, eso sería de inmensa alegría para tu padre y para mí también. No saben lo felices que nos harían, ¿no te parece maravill
—Ya estamos aquí querido esposo, ¿de que quieres hablar?, luces tan varonil con ese traje negro, me gusta como se te ve el negro, definitivamente es tu color. — Ella lo halaga mientras pasa su mano suavemente por su saco.—Muchas gracias Helena, eres muy dulce, ni siquiera debería estar aquí intentando hacerte preguntas de lo que está pasando, tú siempre me demuestras que eres hermosa y educada. — Habla sonriendo inconsciente.—No entiendo esposo mío, ¿de qué hablas?, ah ya sé, seguramente es por lo que pasó esta mañana en la cocina con Ana, ¿cierto?. — Ella pregunta confiada.Debo decirte que esa muchacha me odia, no sé por qué no soy de su agrado, no sé qué mal le he hecho. — Sus ojos se empiezan a humedecer y agacha su cabeza.—No te sientas mal, Helena, no quiero verte triste y llorando — Él le pasa el pañuelo blanco de su bolsillo suavemente por sus lagrimales.— Siéntate princesa, todo estará bien, no tienes por qué ponerte así.—Como voy a estar bien esposo, si veo como las empl
Sale corriendo hacia su habitación y lo deja ahí solo y desconcertado.—¡¡Helena!! — Grita él.—Discúlpame Edward no puedo. — Huye apresuradamente.Edward se queda unos cuantos minutos parado en el mismo lugar, su mente explota al pensar que ella se porta de la manera más extraña con él, quizá él supone que ella también estaba sintiendo lo mismo.Camina hacia su habitación y reflexiona sobre lo que acaba de suceder.—No entiendo a Helena, es tan dulce, pero a la vez tan esquiva, creo que hay algo que no sé, siento que no está siendo completamente sincera conmigo.Tendré que poner más atención a sus actos que a sus palabras.A la mañana siguiente.—Buenos días, madre, niños están listos para ir a la escuela, hoy es viernes, tendrán el fin de semana para disfrutar, ¿qué les gustaría hacer?.— Pregunta tomando un sorbo de jugo de naranja.—Buenos días, hijo, ¿cómo dormiste?—Muy bien madre, apenas puse mi cabeza en la almohada, caí rendido.— Edward miente, no pudo pegar el ojo hasta muy t
—No, no lo es madre, es la verdad, estoy embarazada, estoy esperando un bebé de Russell. — Le dice sin misterio alguno..—Creó que me va a dar algo, esta ha sido la peor noticia que nos has dado en mucho tiempo, claro sin contar las otras cosas horribles que has hecho.¿Y tu padre?, ¿que pasará cuando se entere?, ya está lo bastante decepcionado de ti para que ahora salgas con esto. Él no soportaría este dolor tan fuerte. — Kristel le dice sacudiendo su cabeza negando tanta irresponsabilidad.—Helena, esto es gravísimo, como vas a hacer para continuar con tu matrimonio si estás embarazada de otro hombre, tu esposo no querrá saber nada de ti, no quiero ni imaginar todo lo que se viene. — Le habla desconcertada.—¡¡Ya!!, ¡ya no me digan nada!, no necesito regaños, nada de eso, necesito solucionar, tienen que ayudarme, y mi padre no se puede enterar, debe haber alguna manera de ocultarlo. — Les dice molesta.—¿Quieres abortar?, eso es lo que estás tratando de decir. — Pregunta con franqu
—Ya dime, estoy desesperada por escucharte.—Bueno, hace unos días miré una película y la mujer estaba en la misma situación que tú y ella no sabía qué hacer. — Le habla en tono de suspenso. —Ve al grano Leonor, por favor no alargues más el cuento. — Insiste Helena.—Déjame terminar, entonces ellos fueron a un bar, lo hizo beber mucho alcohol, cuando él estaba bastante borracho lo llevo a la cama, le quitó toda la ropa, se acostó a su lado desnuda y al otro día, todo estaba resuelto. — Explica Leonor.—Es una brillante idea Leonor, la mejor que he escuchado, será muy fácil, al final él hace lo que yo le diga, te quiero hermana, así no tendré que acostarme con él y el problema terminará por fin. — Suspira aliviada.—Así es hermanita — Leonor sabe que esta es la peor idea del mundo, pero ella no quiere que Edward y Helena estén juntos, esto obviamente la hace cómplice y artífice del engaño, ¿pero acaso tiene otra salida?—Gracias hermanita, lo haré esta misma noche. — Le dice emocionad
A la mañana siguiente.—Me alegra mucho que todos estemos aquí en este pequeño viaje, me siento muy complacida de que estés aquí Leonor. — Le confiesa emocionada.—Gracias, señora Betty, es un placer acompañarlos, sobre todo me alegra que los niños quieran que yo esté aquí. — Habla complacida.—Si, gracias por venir Leonor, queríamos verte y divertirnos a tu lado, ahora serás como otra hermana para nosotros. — Sonríe satisfecho.—¿De verdad Felipe?, es un honor para mí ser parte de esta familia, muchas gracias. — Se sonroja.—Como dice mi hermano, tú nos agradas mucho y queremos compartir tiempo contigo. — Confirma alegré.—Por mí está perfecto, también los estimo y es agradable compartir con ustedes.—Bueno, familia, no tengo buenas noticias, al parecer Helena se siente mal, se mareó en el camino, ahora se encuentra en baño. — Expone Edward.—¿Qué le pasa a Helena?, ¿acaso está enferma?— Betty pregunta inquieta.—Estos días no se ha sentido muy bien que digamos, iré con ella para ver
—¿Te estás enamorando de mi hermana Helena? — Pregunta sin titubear.—¿A qué se debe la pregunta? —Simple curiosidad, solo quiero saber que sientes por mi hermana.—La verdad Leonor…Interrumpe Betty —¿Que hacen ustedes ahí abrazados en la piscina?, no quisiera saber que Helena los vea, seguro lo tomara muy mal. — Betty pregunta arrugando el ceño.—No hacemos nada malo, madre, solo trato de enseñarle a Leonor a nadar, eso no es algo que tenga maldad, ¿o sí? — Edward habla sonriendo inconscientemente.—Claro que no, pero lo más seguro es que Helena no lo tomara nada bien, así que es mejor que tomen distancia.Tu, Leonor, debes pensar en que tu hermana se enojara contigo si te ve así con su esposo, ¿no crees?—La verdad lo dudo. — Ella habla decidida.—Porque lo piensas así Leonor.— Betty pregunta dudosa.—No es que no le importe, la realidad es que Helena y yo somos hermanas, ella sabe perfectamente que jamás me metería con su esposo, me conoce, no creo que lo tome a mal. — Intenta b