— Es hora de ver que tiene tan especial esta estúpida humana, ¿por qué todos te desean?— preguntaba ella y veía que tenía los ojos rojos, la piel casi gris y el cabello era una mata de mechones negros. — ¡Déjame!— yo gritaba cuando ella se acercó a mí y me levantó por la camiseta. Yo pataleaba, i
Sebastián — ¿David? ¡Gracias a la diosa! No sabes lo feliz que me hace escuchar tu voz— — ¡Oh Alfa! Juro que temíamos lo peor luego de no saber de ustedes, pero Fabrizio y Xavier insistían en que ustedes habían escapado e iban a estar bien— me cuenta David a través de nuestro vínculo mental. — ¿
Encontramos la cabaña y si bien es precaria, al menos tienes una cama, y varias mantas. Revisamos todo y me preocupo del frío. — No podemos prender un fuego aquí…— digo pensativo. — Estoy bien créeme…— dice ella. — Voy a dar una vuelta y luego vengo contigo, ¿está bien?— y salgo a dar una ins
Sebastián Esta cabaña perdida era la felicidad, tener a mi mate deseándome, llamándome su alfa, su mate… era el paraíso. Su piel estaba tibia y yo solo podía pensar en tenerla. Estábamos en el medio de la nada, perseguidos, enemigos por doquier, nos salvamos por los pelos… y yo solo pensaba en qu
—Tatiana… — Me colocaba sobre ella, y de nuevo volvían los besos enloquecedores, mis manos en su trasero, las suyas bajando por mis costillas. Me arrodillé en la cama, y cuando me acerqué a ella gemía. —Pues aquí me tienes, tuyo… solo tuyo— le decía y me inclinaba entre sus piernas, ella jadeaba
Tatiana —Sebastián…este lugar es realmente hermoso…— digo extasiada viendo este espacio en donde él me ha traído. Parece el lugar de donde provienen todos los sueños. Es un lugar prácticamente escondido entre los árboles, había una caída de agua en una montaña, y abajo se formaba una especie de p
—Y tu seguridad es primero para mí Tatiana, por eso te iba a enviar con Xavier, créeme que no lo hacía porque quería o me hacía feliz, todo lo contrario, el dolor que me produce de solo pensar en tenerte lejos… — dice y yo lo abrazo. —Yo no quiero dejarte... sea lo que haya pasado, si es el destin
Tatiana —¿Y si alguien nos ve?— pregunto. —No hay lobos ni personas de aquí a una buena distancia, y créeme que nadie se atrevería a acercarse a un alfa con su mate… solos compartiendo— Escucho claramente como gruñe cuando me voy acercando a él desnuda. Parece un animal al que se le aproxima su