Inicio / Romántica / Una cura para mis delirios / XLVIII La misma de siempre
XLVIII La misma de siempre
Los portales de noticias de la web tenían a Florencia sonriendo de oreja a oreja, qué buena mañana estaba teniendo.

Bebió otro sorbo de café y siguió leyendo. No eran muy descriptivos respecto a las lesiones que habían sufrido los internos durante la riña con tintes de motín, salvo que había uno con la espalda rota, de iniciales F. S. que estaría condenado por el resto de su vida a andar en una silla de ruedas. Y si el día seguía siendo bueno, a usar pañales también.

Hizo una llamada.

—Hola, Teíto hermoso. Tengo el presentimiento de que me dirás cosas que me harán muy feliz.

La carcajada de Teo la hizo suspirar.

—Tengo hasta fotos, las conseguí del archivo policíaco —contó él—. Son realmente espantosas. No te recomiendo verlas.

—No quiero verlas, no soy una sádica. Me basta saber que el infeliz de Filippo sufrió mucho y que seguirá haciéndolo.

—Eso te lo aseguro. Qué feos lugares son las cárceles.

Más carcajadas. Cuando la llamada finalizó, Florencia se encontró con la mirada reprob
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo