CAPÍTULO 10: LA MARCA DE LEONARDO – PARTE II.El grito que se desprendió de los labios de Emma, alertó a Liam, quien de inmediato se colocó de pie, corriendo hacia la puerta, intentando abrirla, pero percatándose de que Emma le había puesto seguro.—¡Emma! —la llamó, pero la única respuesta que recibió, fueron unos agitados gritos de histeria por parte de la muchacha, que intentaba colocarse de pie, solo para volver a caer, la fuerza de cada una de sus extremidades había dado fecha de fallecimiento; con sus ojos enrojecidos por las lágrimas, miró al espejo, observó su estómago, sintiendo un fuerte punzón en su pecho al saber que ahí dentro había una vida, y que el padre de aquella vida, había sido nada más y nada menos que el hombre del que había tenido que huir, de un desequilibrado, de alguien del cual tenía que mantenerse lejos, de alguien a quien le temía.Aquellos pensamientos, fueron los que desataron el ataque de pánico en la muchacha."Respira de manera pausada cuando tengas u
CAPÍTULO 11: CUENTO DE HADAS.Nunca se había imaginado a sí misma preocupada por la salud de alguien más que residía en su interior, tal vez porque en realidad jamás se había visto a sí misma embarazada de absolutamente nadie; de hecho, aunque estaba en contra del aborto, nunca le había parecido demasiado atractiva la idea de tener hijos, a Leonardo si parecía gustarle demasiado, Emma seguía sin comprender como había quedado embarazada de él, y temía que aquella duda jamás sería esclarecida, de todas formas, con la duda esclarecida o no, una vida seguía desarrollándose en su estómago, casi plano, a pesar de que luego de Liam le insistiera demasiado, ella había ido a un doctor, el cual le había dicho que tenía casi cinco meses de embarazo, de aquella fecha, habían transcurrido casi cuatro meses más, llenos de nauseas, dolores de cabeza, mal humor, exigencias, antojos, insomnio, debilidad, y niveles altos de azúcar en la sangre; Emma había hecho lo que nunca en su vida: ir al médico co
TERCER LIBRO: PRÓLOGO.Emma jamás había creído en que el tiempo curaba alguna herida, sin embargo, se había tenido que tragar sus propias creencias, porque el tiempo, no solo había sanado su corazón, también había sanado toda su vida. Desde enseñarle que ser madre no era la peor cosa que podía haberle pasado —como había creído durante el primer año teniendo a la bebé entre sus brazos—, hasta abrir su corazón una vez más, al único que creía que podía amar otra vez: a Liam; le había costado confiar en alguien de nuevo, confiar de verdad como para poner su corazón en las manos de esa persona, pero lo había conseguido.A Emma nunca le habían gustado demasiado los cuentos de hadas, pero sentía que su vida se había transformado en uno, a veces dudaba que tanta perfección, pudiera ser posible, o duradera: una bebé que Liam le había ayudado a criar como si fuera suya, una bebé con la que paseaban por todos los lugares, con la que habían ido de un estado al otro, bien abrigada, siempre sosteni
CAPÍTULO 1: DUEÑO DE TUS LÁGRIMAS.Emma tembló como jamás creía haberlo hecho en toda su existencia. El pavor que le recorrió cada parte del cuerpo, fue violento e incluso, doloroso. Sintió como de repente sus extremidades, además de perder todo el vigor, se entumecían, como si su cuerpo le pedía que corriera, pero por alguna razón, ella no podía hacerlo, perdió todo el color del rostro, sus labios empezaron a palpitar, en un impulso, retrocedió, alejándose de él.Cinco años… y de nuevo, de nuevo aparecía, en el mejor momento de su vida. La felicidad era algo que jamás le había pertenecido.Un nudo en la garganta se creó en Emma, retrocedió una vez más, por alguna razón, sintió repentinos deseos de llorar, porque sabía que la aparición de Leonardo White en su casa, luego de haber sido un fantasma por casi la mitad de una década, era la peor noticia jamás recibida, sabía que aquello, solo podía representar cosas negativas, y aquella era la razón por la que temblaba tanto.Las amenazas
CAPÍTULO 2: NOCHE.La oscuridad era tan profunda que le resultaba imposible ver sus propias manos. Leonardo había vagado por toda aquella ciudad buscando conocerla, era la una de la madrugada, la calle estaba igual de vacía que su corazón cuando Emma se había ido de su vida, el frío era su acompañante, a pesar de que usaba un grueso abrigo que había comprado en una tienda local. Había encontrado la manera de acechar la casa en donde Emma vivía con Liam desde la distancia, por eso había dado vueltas por todo el sitio, intentando ver algo. No sabía precisamente qué cosa, pero intentaba verla a ella, se conformaba en aquel instante con acecharla desde su auto, pero sabía que pronto querría más cercanía con ella, habían sido cinco años, demasiado tiempo para que él no se encontrara profundamente desesperado, había sido solo un hilo de cordura que había evitado que él la follara en su misma cocina, pero sentía que ese hilo se desvanecería muy pronto.Leonardo elevó sus ojos hacia la ventan
CAPÍTULO 3: DINERO.El rostro de Liam se cubrió de una oscuridad a la que Emma no estaba acostumbrada, una que jamás había visto.El rubio no quiso mostrarse relajado, no quiso fingir que la presencia de Leonardo no le perturbaba, muy al contrario de aquello, dio un firme paso hacia adelante.—Lárgate de mi casa. —La voz de Liam sonó serena, pero al mismo tiempo, cargada de una agresividad que casi golpeó al otro rubio en el rostro.—No fue a ti a quien vine a verte —escupió Leonardo, entrando a la casa, pero no pudiendo dar un paso más hacia adelante, porque Liam se lo evitó; ambos eran igual de fornidos, una pelea física podría tener lugar entre ellos, y nadie sería capaz de adivinar quien ganaría—. Quítate de en medio.Liam apretó sus puños, empujando bruscamente a Leonardo, ocasionando que este retrocediera.—¡Lárgate de aquí antes de que llame a la policía!—Lo supuse, llamarías a la policía, justo como esa vez hace cinco años en la que fuiste tan cobarde que solo llamando a la p
CAPÍTULO 4: DE RODILLAS.Las amenazas de Leonardo, no salían de la cabeza de Emma. No había podido conciliar, ni siquiera un instante de paz, no importaba lo que Liam le dijera, no importaba las promesas que su esposo le hiciera, no podía sacarse del corazón aquel oscuro presagio de que Leonardo haría todo lo posible por arruinar su vida, así como él creía, ella se la había arruinado a él, pero Emma no había hecho nada, más que huir de alguien que acabaría con ella tarde o temprano.El silencio de aquella noche, era uno escalofriante, al asomarse por la ventana e intentar mirar al cielo, este lucía mucho más oscuro de lo regular, como si de repente, todas las estrellas habían muerto. Solo la intervención de Emma había evitado que Liam moliera a golpes a Leonardo, el rubio le había dicho que era una zorra, y que le arruinaría la vida, luego se había ido sin regresar, de aquello había transcurrido casi un mes. Podía decir que todo se encontraba en una relativa calma, pero no sabía que t
CAPÍTULO 5: RECUPERARTE.El café era el único amigo que había hecho en aquel lugar. Había perdido la cuenta de las noches que había durado sin dormir, sabía que aquello le había demasiado mal a su cerebro, pero a Leonardo no podría importarle menos. Lo único que le importaba en aquellos instantes, era tener la información adecuada al respecto de aquella familia a la que destruiría de la manera que fuese.Había averiguado el sitio a donde Liam trabajaba, la escuela de su hija —cada vez que pensaba en Liliana, la llamaba "la hija de Liam", en realidad no le importaba que ella fuera su hija, no quería nada con aquella mocosa, solo sabía que aquel era el medio más viable para ejercer su plan—, también sabía los horarios en los que Emma estaba sola. El investigador privado que había contratado, lo había ayudado a adentrarse en las conversaciones telefónicas de Liam y Emma, en cada una de las conversaciones de ambos. Haber escuchado como se profesaban amor, había sido más amargo que la muer