April se despertó temprano y preparó el desayuno, como sabía que Óscar estaba tomando, preparó una sopa y un té para el estómago. Luego intentó llamar y comunicarse con su hermana, pero no logró hacerlo.¡Tock, Tock, Tock! Escuchó que tocaban la puerta y ella fue quien la abrió y recibió a Tom. (Un reconocido diseñador)—¡Buenos días, señora Miller! Por petición de su marido, aquí le he traído estos outfits. —Sus acompañantes de inmediato llenaron la sala de ropas y calzados.—¡Muchas gracias! —es todo lo que puede decir después de recibirlos.Él la observó y con una cinta tomó sus medidas para estar seguro de las próximas creaciones. —Gracias a ustedes por elegirme. Cualquier duda o en caso de necesitar algo en específico, no dudé en llamarme.Ella tomó la tarjeta, mientras observó que continuaron entrando cajas con ropa, calzado y accesorios. Después de dejar todo listo, él se despidió y se marchó. Quedando a disposición.—¡WOW! —solo le sale pronunciar después de recibir tantas cos
—¡Espera! Quiero que tengas presente que una vez salgamos por esa puerta somos un matrimonio real, donde no existen ni las apuestas ni restricciones.—¡Eso lo sé! Ahora vamos, los nervios me están ganando.Él sale de la mano de la preciosa dama y juntos abordan un Mercedes Benz del año. Óscar, con mucha cortesía, le abre la puerta del pasajero, espera hasta que se siente y luego cierra la puerta. Después de sentarse en su lugar conduce hasta una imponente y hermosa mansión, era la primera vez que April había visitado ese lugar y cada vez que se acercaban a la puerta, sus nervios aumentaban y sus piernas se sentían más flojas. En el momento que más fuerte sintió el hueco en su estómago fue cuando Óscar bajó del auto y le tendió la mano para entrar juntos y por fin tenerlos a todos de frente.—¡Buenas noches, familia! Les presento a mi esposa, ella es, April Williams, algunos ya las conocen.Ella dio un paso hacia adelante y con agrado saludo a los presentes. El rostro que encontró en l
—¿Sucede algo amor? Llevas unos días de mal humor.—Sabes bien lo que me sucede. Odio verte en compañía de esa amiga tuya. ¡April o cómo se llame!—No entiendo tu desprecio hacia ella. ¡A ver! ¿Qué te molesta de ella?—No tienes que entender nada, aquí lo único que tienes que hacer es elegir su tonta y estúpida amistad o tu matrimonio conmigo.—Siendo así me obligas a elegir su amistad, pues no creo para nada, en un hombre que promete darme todo e inicia quitándome lo que me hace feliz y hablando solo de estúpidas reglas.—Piensas igual que ella, ¿cierto?—No entiendo lo que me quieres decir y estás muy exaltado. —¡Piensas que soy un anciano y que solo debo complacerte en todo!—No voy a dejar que me trates mal, ni me humille bajo ninguna circunstancia. Si deseas de verdad hablar conmigo lo vas a hacer después de que te calmes.Se marchó y lo dejó solo en la habitación. Ella estaba muy enojada e indignada por el trato que estaba recibiendo por parte de su marido. Entendía, que un sug
Óscar solo tenía en su cabeza poseer a esa mujer. Tenerla cerca y convivir junto a ella lo mantenía nervioso, ni siquiera él mismo sabía cómo podía resistir tanto. Él entró al baño y le pasó la esponja, pero ella simplemente tomó la bata y se marchó, dejándolo solo. Esto provocó un gran desorden en la cabeza de Óscar, y entendió bastante bien cómo debía manejarse, así que tomó el baño, se vistió y la encontró en la cocina preparando la cena.—Debes prepararla solo para ti, yo ahora voy de salida.—¿Vas a salir?—¡Así es! Aquí no podré tener lo que necesito.Ella trató de detenerlo, pero cuando terminó de salir de la cocina ya había cerrado la puerta, dejando el temor impregnado a su corazón ya que se había decidido que los domingos eran libres de contrato. Como él se había marchado, entró a la cocina y detuvo el proceso de la comida. Es cuando toma su celular y encuentra el mensaje de Sarah.Mensaje respuesta:—¡Ay amiga! Creo que estoy dentro de un laberinto sin salida.—Estamos, am
Pasa una semana y April organiza muy bien su plan, pero dándole a entender que está enojada por la salida del domingo. Ella le preparaba la comida a tiempo, realizaba el aseo de la casa y tenía todo en orden, pero cuando él ocupaba un espacio, simulaba trabajar desde la oficina. Lo ignoro todo el tiempo dándole a entender que estaba enojada. Ya era sábado por la noche y ella preparaba una sopa de vegetales con pescado.—Huele rico por aquí.—Ya voy a servirla, si no vas de salida entonces podemos compartirla.—Esta noche no deseo salir, tengo dolor de cabeza y he decidido quedarme en casa.—Ya mismo preparo el comedor y cenamos.—¡Perfecto!Ellos comparten la cena y una conversación después de 6 días sin dirigirse la palabra. Oscar estaba buscando hacer las paces, pues estaba muy feliz con su trabajo. A solo días de haber entrado a la empresa y ya se veía el resultado, esa chica era bastante eficiente. Terminan la cena y ella se va a la habitación y él entra a la oficina, organiza los
Ellos al entrar al auto estaban ardiendo. Sus cuerpos gritaban para convertirse en uno solo. Los besos largos, la humedad y el deseo eran los protagonistas de la noche.—¿Todo esto lo hace el alcohol? —le pregunta, ya que ella estaba más que dispuesta.—No quiero preguntas. Solo deseo disfrutar este día sin reglas.El alcohol y el deseo acumulado no les permitían pensar con claridad. Él conducía mientras recibía un delicioso oral. Ella no tenía nada de experiencia, pero eso no le quitó lo delicioso que se sentía su lengua rozando su falo erecto. Ella no se detuvo y siguió lamiendo y jugando hasta llegar a la mansión.—¿Qué es este lugar?—Es la casa que nos regaló mi padre por nuestro matrimonio.—¡Qué bella!—Entra para que la inauguremos.Ellos entran enlazados en un beso, mientras que en muy poco tiempo, ya no tenían nada de ropa, él disfrutó su desnudez y llenó de besos su cuerpo. Los gemidos lo enloquecían, ella lo araño, mordió y apretó en el momento de llegar al clímax y llenar
—De solo ver el brillo en tus ojos puedo ver qué te gusta este lugar.—Pero me decido a permanecer en tu apartamento. —le responde con determinación.—¿Eso por qué? ¿Es por lo que está pasando hoy?—No. Solo no estaba en los planes y no deseo hacer cambios.—Este lugar te lo regaló mi padre por ser mi esposa.—Ese es el detalle principal. ¡No soy tu esposa!—Lo fuiste, April, fuiste mi esposa. Hace dos años estuvimos casados ¿No lo recuerdas? Ese matrimonio fue consumado.—Un matrimonio por contrato y esto ahora es una apuesta. Todo esto debes guardarlo para la persona que robe tu corazón, con quien de verdad desees pasar tiempo de calidad.—Eso nunca será posible.—¿Por qué no será posible?—Porque no creo en el amor. Yo creo en los momentos, la diversión y lo que se tiene hoy.—¿Por eso no aceptas a Paula como tu esposa?—Solo no me quiero complicar. Deseo ser feliz. Vivir el día a día. No soy tan tonto de cegarme por algo invisible que las personas estúpidas nombraron amor.—¡Entie
Pasaron dos semanas y las cosas entre Óscar y April habían regresado a la normalidad. El trabajo y los compromisos lo arroparon tanto, que los domingos libres se lo habían tomado para dormir todo el día y continuar con la planeación del nuevo proyecto de negocio.—¡Hola! —Llega Óscar a la casa después de haber amanecido trabajando. (Supuestamente)—¡Hola! —responde April algo desilusionada de las consecuencias de su famosa apuesta.—Voy a salir de viaje por una semana y he venido a buscar algunas cosas.—¿Te decidiste asistir a la asamblea?—He hablado con mi padre y será de provecho para la empresa.—No te ves feliz.—¿Qué tiene de divertido asistir a tan aburrido evento?—Esto es lo que irá asegurando tu futuro. No todo es diversión.—El futuro traerá su propio enredó, yo ahora debo disfrutar mi vida, pues no tenemos el poder de ser jóvenes para siempre.April estaba sorprendida con el comportamiento de Óscar. Él actuaba como si cada día se convirtiera en una nueva persona y sin sab