La noticia del fracaso de Denzel al reconquistar a Estella no tardó en ser de conocimiento público. Incluso cuando él quiso esperar unos días para dejar que se calmaran los ánimos, una vez que fue al instituto a buscarla le negaron la entrada.Durante esos días de espera, Aurora intentó comunicarse con él, pero fue ignorada abiertamente; sin embargo, haciendo caso omiso de la indirecta que Denzel le enviaba, se apareció una tarde en DAZCO.—¡Denzel! —llamó alterada, entrando a su oficina sin importarle quienes estaban presentes—. ¡Necesitamos hablar! ¡No puedes continuar ignorándome de este modo! Sé que hice mal, sé que lo que hice estuvo mal, no debí intervenir, por favor, perdóname.Allen, Zack y un par más de colegas lo miraron con sorpresa, todos sospechaban que Estella se había negado a volver con é
Dos meses pasaron sin novedades, excepto tal vez que Denzel no recibió noticias de Estella.Incluso si de vez en cuando sondeaba a su hermana menor, Alice le dedicaba miradas hostiles, descubriendo que ya se había enterado de lo sucedido. Lo que le causó sorpresa, fue notar que Estella no exageró nada, incluso le restó importancia, asegurándole a su amiga que, en medio de la cena, ella comprendió que no iba a ser posible entre ambos porque Aurora siempre iba a estar presente.—Corriste con suerte, ¿dónde vas a conseguir a alguien como Estella? —se quejó ella, pero tras decirle eso, la hostilidad se transformó en lástima, Alice sentía verdadera pena por su hermano, atrapado en un pasado que ni él mismo sabía cómo solucionar—. Estella, siempre pensando en ti, me dijo que lo mejor era no intentar nada y que se dieran vanas esperanzas, lo mejor
Aunque Denzel tenía que volver a DAZCO en pocos días, al enterarse que Estella debía permanecer allí por un mes más, decidió alargar su estadía en Ontario. Al principio no le faltaron excusas y trabajar de manera remota no era complicado; incluso hizo que su asistente viajara hasta allí, sirviéndole de enlace con la oficina una vez que instaló una estación de trabajo en su suite presidencial.Hecho esto, el pobre asistente se marchó de regreso al país, sabiendo que en aproximadamente una semana tendría que regresar.La primera excusa que usó Denzel fue saber más sobre el proyecto clínico, así que agendó varias reuniones con el equipo, las autoridades universitarias y el comité observador. Todo se desarrolló del modo correcto, muy profesional y eficiente; incluso en varias de las reuniones participaron Zack y Allen vía
La primera semana en Ontario pasó y las reuniones con el equipo ya no fueron necesarias, incluso alguien sugirió que podían continuar a futuro contactándose por video llamada; algo que todos aprobaron por consideración al CEO Tayler.Sin embargo, el único que tenía que volver era Denzel y dicha consideración no la encontró nada amable; pero aun así, tuvo que sonreír y agradecer, repitiéndoles que no era necesario llegar a eso, porque indistintamente, no regresaría todavía a su país.Al final de la última reunión —la siguiente fue pautada para dos semanas en el futuro— Estella no se levantó de su asiento para seguir al grupo, Denzel lo notó y esperó también; cuando la última persona en salir cerró la puerta, ambos se miraron a los ojos.—¿Estás quedándote aquí
El beso en el elevador dejó a ambos sintiéndose como dos adolescentes, Denzel estaba ligeramente eufórico, mientras Estella estaba llena de vergüenza por no haber podido resistirse. El viaje en auto fue silencioso, algo incómodo, y cuando ella se bajó del auto, solo musitó un ‘gracias’ en voz baja que él dudó de haberla escuchado. Sin embargo, sus ojos evasivos y la rojez en sus mejillas hicieron que soltara una carcajada de emoción una vez Estella cerró la puerta.Inclinado sobre el volante, sus ojos no dejaron de mirarla hasta que se perdió puertas adentro en su hotel, incluso así, le tomó casi quince minutos encender el auto y marcharse, porque estaba tan emocionado que temía estar soñando.—Lo siento, Estella —musitó en la oscuridad, sus ojos vibrantes de expectativa—, pero no puedo darme por vencido.Durante los
La aventura bajo la lluvia le pasó factura a Denzel, dos días después terminó resfriado y con una alta fiebre.Estella se enteró de su estado el sábado en la mañana, cuando del hospital la llamaron para avisarle de la situación. La enfermera le explicó que el viernes en la noche el hotel tuvo que llamar a una ambulancia porque la fiebre había alcanzado los cuarenta grados y los antipiréticos no hicieron efecto.En la camilla de emergencia, Denzel estaba dormitando, pálido y sudoroso. De su brazo colgaba la vía con el medicamento que iba, gota a gota, entrando en su sistema.—Ya está más estable, logramos controlar la fiebre. Con que siga el tratamiento al pie de la letra estará mejor —le habló la enfermera, una mujer mayor de aspecto maternal—. Puede recuperarse en casa, muchos líquidos y reposo, ya para el lunes debe es
El desayuno llegó en menos de veinte minutos, Estella recuperó la calma al estar a solas en la sala de la suite, y mientras esperaba a que el mesero acomodase todo en la mesa del comedor, se reprendió a sí misma por su reacción.«No es la primera vez que lo ves desnudo, ¿qué hay de especial? ¡Además! Ya sabes lo que tiene, conoces bien su herramienta, no es como que seas una chiquilla virginal y hormonal… aunque… mmm… supongo que tras casi seis meses de nada de nada, es normal sentirse un poco urgida, ¿no?»En la intimidad de su mente, donde no tenía restricciones, comenzó a dispersarse con sus pensamientos, sin notar que el mesero le hizo señas en un par de ocasiones para indicarle que había terminado.—Mmmm, ¿señorita? —llamó el joven, se aclaró la garganta con más fuerza y volvió a llamar— ¡Señorita!Estella dio un pequeño brinco en su sitio, miró al chico y asintió tras ver la mesa. Él le tendió la Tablet que tenía en su mano, ella escaneó el contenido y confirmó que todo lo orden
El lunes en la mañana los encontró en brazos del otro, sus piernas entrelazadas, sus cuerpos desnudos con marcas evidentes de la pasión acumulada y con sonrisas cómplices en los labios.Denzel besó su frente, apretándola más contra su cuerpo, perdió la cuenta de las veces que lo hicieron, el día y la noche se conectaron en un ciclo sin fin del que lamentó escapar cuando ambos se quedaron dormidos debido al cansancio.Estella le sonrió con algo de vergüenza, el sonrojo en sus mejillas encendió de nuevo su deseo, haciendo que Denzel se lanzara de nuevo a una nueva comunión de sus carnes, ella lo detuvo, dándole un golpe en el pecho, que no tuvo fuerza porque estaba exhausta.—¡No! Debo trabajar… —le recordó ella, tratando de alejarlo.—No, quédate conmigo… —pidió él, ahogando sus palabras con besos.—Denzel, tengo una responsabilidad…—¡No me importa! —la interrumpió, forzándola un poco más hasta que su cuerpo respondió a sus caricias y él se introdujo dentro de su apretada cavidad—. Qu