— SĂ, sobre eso. Quiero que vengas conmigo. — ConfesĂł el Rey Maitano. — ÂżIr contigo? Explica bien por favor que te estoy entendiendo nada. — DejĂ© que Abril se quedara en el castillo como una tentaciĂłn para que actĂşe, varios dĂas serĂan dejarla pensar en paz y que planifique bien que hacer, decirle que la enviarĂa al castillo de ella mañana mismo era mi mejor opciĂłn.— Entiendo… ÂżPor eso estabas tan seguro de quĂ© sucederĂa esta noche y has preparado inclusive la destituciĂłn de Chantelle Lorens? Sin embargo, no sĂ© que tiene que ver esa mujer… ÂżAbril la va a involucrar? — SĂ. No tiene a nadie más con poder y fácil de manipular que Chantelle. El Duque la ama y la apoya; pero ese hombre tiene otras prioridades que su propia hija.— Oh… — Virginia no supo que decir en ese momento, ella no entendĂa sobre ser despreciada por un familiar, fue despuĂ©s de todo una princesa Gorianita llenada de amor por la casa Real Wiztan. — Abril no iba a desperdiciar una oportunidad como esta. — ContinĂşo L
••••••••••12: 30 am. Clank~ Abril Brown abriĂł la puerta de la habitaciĂłn que ocupaba en el castillo principal. Ella observĂł que no hubiera nadie más que guardias personales de ella quienes pertenecĂan al ducado de su padre. Una sonrisa triunfal se mostrĂł en el rostro de esa concubina, quien saliĂł con total tranquilidad como si fuera el castillo de ella. — QuĂ©dense aquĂ, cualquier cosa. No dejen que nadie ingrese, digan que ya me he dormido y si lo intentan, amenacen con el nombre de mi padre. — Si, su alteza. — Acataron de inmediato la Ăłrden y ella continĂşo caminando en direcciĂłn a la habitaciĂłn matrimonial. ….."Todo parece estar bastante tranquilo… ÂżEs por el revuelo que causĂł el incendio?""Si es asĂ Chantelle debiĂł hacer un excelente trabajo" "Por supuesto que les tomará gran prioridad y personal para apagarlo, si el fuego llega a esa biblioteca se perderán conocimiento extranjeros ya que ahĂ yace la recopilaciĂłn de la informaciĂłn de Reinos vecinos" "Aunque no creo que
— ÂżNo la quieres cerca de mĂ? — PreguntĂł Ă©l Rey Lance a Virginia. — ¡No! Digo, sĂ… No mejor dicho, no dije nada jaja~ — RiĂł ella nerviosa alejándose de ese hombre. Lance la siguiĂł de inmediato. — Virginia, espera. No puedes alejarte de mĂ. — DecĂa Ă©l preocupado hasta que alcanzĂł los pasos de su Reina tomándola de la mano. Algunos sirvientes que pasaban a distancia se quedaron observando de reojo al Rey deteniendo a esa soldado. — ÂżNo es que en la dulce semana el Rey tiene prohibido estar con otras que no sea la Reina? — PreguntĂł una sirvienta curiosa. — No lo se, Ă©l es el Rey despuĂ©s de todo. Puede divertirse con quien quiera. — Claro que no. Él debe obedecer las leyes Maitanas. — DecĂa otro sirviente. — Pobre Reina, ella encerrada y el Rey gozando de la compañĂa de otras mujeres. — ÂżSerá que se aburriĂł de ella? Tampoco son muy lindas las Gorianitas. …..— Lance suelta mi mano, están viendo hacia acá, llamas la atenciĂłn… Estoy disfrazada, tu reputaciĂłn corre peligro y la mĂa
••••••••••Una vez el Rey Lance se encontraba en su oficina junto a Virginia.El secretario principal quien ya estaba ahĂ, se acercĂł a pasos rápidos, siguiendo el protocolo de saludos. — Su majestad, Rey Lance. — DecĂa el hombre rubio viendo fijamente a su Rey con total seriedad. — La primer concubina a sido llevada al calabozo para miembros de la familia Real en la primera planta del castillo principal; asĂ mismo, se espera que mañana temprano estĂ© aquĂ el Duque Brown por el accidente que tuvo la concubina la madrugada pasada. Lance se sentĂł en un sofá largo de la sala en su oficina y Virginia al lado de Ă©l en total silencio. El sector les siguiĂł, sentandose en un sofá individual unos cuantos metros frente a ese largo, continĂşo informando: — La concubina llevaba un frasco que ha sido decomisado por el departamento de seguridad, ahora en el poder de los de medicina, a excepciĂłn del mĂ©dico Real, ya que se le encarcelĂł en un calabozo de clase alta, pues es sospechoso de proveer a la
••••••••••2: 00 am. "Ella muriĂł" "No hay duda de ello… Forcejeo y logrĂł huir, pero le tirĂ© encima el polvo del frasco" "Ella lo inhalĂł, estoy muy segura" "Tiene que estar muerta… Tiene que estarlo" Pensaba Abril Brown en la habitaciĂłn de confinamiento para miembros de la realeza, la cual era bastante glamurosa con una decoraciĂłn en tonos opacos. La primer concubina Real, se encontraba sentada frente a una mesita, misma en la que habĂa una copa con agua. Ella la sostuvo en sus manos y se quedĂł viendo el agua fijamente. "No debo ingerir nada de lo que me den, puede estar envenenado" "Ellos me querrán muerta por haber matado a la Reina" Pensaba ella sin tener idea de que la mujer que habĂa atacado… No era Virginia Wiztan. "Sin embargo, tengo todas las de ganar, por que papá vendrá pronto debido al incidente que tuve, entonces Ă©l va a abogar por mĂ" "Todas las culpas van a caer sobre Chantelle, como la mente maestra y una mala mujer que causĂł que me secuestren por envidia" "
***************••••••••••***************>>> Virginia Wiztan De Lamparth: Era tarde… O mejor dicho: ÂżTemprano? MirĂ© el glamuroso reloj marcando las 3: 50 am. PosĂ© mis ojos azules en la ventana cercana, la oscuridad todavĂa cubrĂa el basto cielo, el cual a distancia permitĂa observar una hermosa luna resplandeciente. Mi corazĂłn se agitĂł, latĂa nuevamente desenfrenado, mis manos se sentĂan sudorosas del nerviosos que me invadĂa. AhĂ me encontraba yo. En esa habitaciĂłn en la que nunca antes habĂa estado, esa de la que estudiĂ© en mi preparaciĂłn Maitana. Vistiendo una de mis cĂłmodas batas de un tono tan oscuro como la misma noche. Sin embargo, me encontraba sola… Fue extraño lo que pasĂł, ahora que me pongo a pensarlo un poco más. Cuando llegamos a su habitaciĂłn, pedĂ bañarme de nuevo despuĂ©s de todo lo que habĂa ocurrido y yo vestida como una falsa soldado. Me sentĂa incĂłmoda y algo sucia. Él accediĂł con facilidad, sin bromas, sin burlas, simplemente llamĂł a las Ăşnicas tres muje
***************••••••••••***************>>> Virginia Wiztan De Lamparth:¡Le dije que esperara! Por supuesto, ¡Él no lo hizo! Hace unos dĂas atrás estaba dispuesta a entregarle mi cuerpo al señor Jones, creyendo que me amaba, creyendo que yo le importaba de verdad. ÂżPor quĂ© entonces me es tan fácil con este hombre que causa un caos en mi mente y corazĂłn como nunca antes sentĂ? ÂżSe debe a la terrible experiencia de la noche de bodas?CreĂ que jamás volverĂamos a estar en esta situaciĂłn. Nunca creĂ interesarme en Ă©l. Pero…Una semana fue suficiente para despertar sentimientos que jamás pensĂ© serĂa capaz de sentir con tal fuerza inexplicable. Una noche me bastĂł para darme cuenta que lo amo… Amo a Lance. Me gusta cada cosa que descubro de Ă©l. Su personalidad es su mayor atractivo, pero viĂ©ndolo fĂsicamente es un hombre bastante guapo. …..Siento las suaves sábanas bajo mi cuerpo. Mi mirada azul viendo a ese hombre sobre mĂ. Esos penetrantes ojos dorados y finos que no se de
•••••••••• Hace cinco horas y media atrás. ••••••••••Esa madrugada en el castillo principal de Maita. Tan solo diez minutos atrás, el grupo de soldados maitanos que fueron a la frontera junto al BarĂłn Jones, habĂan vuelto de su viaje de rutina para resguardar ese sector del Reino. En la glamurosa sala, varios guardias a distancia vigilaban a ese hombre que reciĂ©n habĂa llegado y fue solicitada su presencia por Ă©l Rey al que servĂa de inmediato. Clack~ Unos minutos despuĂ©s, finalmente la puerta se abriĂł y anunciaron la llegada del Rey. Lance Lamparth se apresurĂł caminando hasta el sofá donde se encontraba sentado ese BarĂłn rubio. El Rey se detuvo justo frente a Ă©l a poco más de un metro de distancia. — ÂżPor quĂ© me has llamado? — PreguntĂł Allen Jones. — EscuchĂ© que a la una de la tarde, hay un juicio… ÂżQuĂ© rayos sucediĂł en mi ausencia? — No te llamĂ© para darte informaciĂłn confidencial. — ContestĂł Lance tajante. — Debes volver a tu mansiĂłn, hay un carruaje listo esperando por