***************••••••••••***************>>> Virginia Wiztan De Lamparth: Era tarde… O mejor dicho: ¿Temprano? Miré el glamuroso reloj marcando las 3: 50 am. Posé mis ojos azules en la ventana cercana, la oscuridad todavía cubría el basto cielo, el cual a distancia permitía observar una hermosa luna resplandeciente. Mi corazón se agitó, latía nuevamente desenfrenado, mis manos se sentían sudorosas del nerviosos que me invadía. Ahí me encontraba yo. En esa habitación en la que nunca antes había estado, esa de la que estudié en mi preparación Maitana. Vistiendo una de mis cómodas batas de un tono tan oscuro como la misma noche. Sin embargo, me encontraba sola… Fue extraño lo que pasó, ahora que me pongo a pensarlo un poco más. Cuando llegamos a su habitación, pedí bañarme de nuevo después de todo lo que había ocurrido y yo vestida como una falsa soldado. Me sentía incómoda y algo sucia. Él accedió con facilidad, sin bromas, sin burlas, simplemente llamó a las únicas tres muje
***************••••••••••***************>>> Virginia Wiztan De Lamparth:¡Le dije que esperara! Por supuesto, ¡Él no lo hizo! Hace unos días atrás estaba dispuesta a entregarle mi cuerpo al señor Jones, creyendo que me amaba, creyendo que yo le importaba de verdad. ¿Por qué entonces me es tan fácil con este hombre que causa un caos en mi mente y corazón como nunca antes sentí? ¿Se debe a la terrible experiencia de la noche de bodas?Creí que jamás volveríamos a estar en esta situación. Nunca creí interesarme en él. Pero…Una semana fue suficiente para despertar sentimientos que jamás pensé sería capaz de sentir con tal fuerza inexplicable. Una noche me bastó para darme cuenta que lo amo… Amo a Lance. Me gusta cada cosa que descubro de él. Su personalidad es su mayor atractivo, pero viéndolo físicamente es un hombre bastante guapo. …..Siento las suaves sábanas bajo mi cuerpo. Mi mirada azul viendo a ese hombre sobre mí. Esos penetrantes ojos dorados y finos que no se de
•••••••••• Hace cinco horas y media atrás. ••••••••••Esa madrugada en el castillo principal de Maita. Tan solo diez minutos atrás, el grupo de soldados maitanos que fueron a la frontera junto al Barón Jones, habían vuelto de su viaje de rutina para resguardar ese sector del Reino. En la glamurosa sala, varios guardias a distancia vigilaban a ese hombre que recién había llegado y fue solicitada su presencia por él Rey al que servía de inmediato. Clack~ Unos minutos después, finalmente la puerta se abrió y anunciaron la llegada del Rey. Lance Lamparth se apresuró caminando hasta el sofá donde se encontraba sentado ese Barón rubio. El Rey se detuvo justo frente a él a poco más de un metro de distancia. — ¿Por qué me has llamado? — Preguntó Allen Jones. — Escuché que a la una de la tarde, hay un juicio… ¿Qué rayos sucedió en mi ausencia? — No te llamé para darte información confidencial. — Contestó Lance tajante. — Debes volver a tu mansión, hay un carruaje listo esperando por
…..— Ante todo los presentes como testigos, el juicio se llevará acabo en dos partes. — Hablaba el vocero del Rey. — Traigan a la doncella de la primer concubina Real de Maita, Lady Chantelle Lorens, hija del Barón y baronesa Lorens. Así mismo a los dos cómplices: los caballeros de la primer concubina, Marko Raid y Fred Lowan. Tras la señal las puertas se abrieron e ingresaron los caballeros que llevaban a Chantelle cada uno a cada costado de ella.Así como los que llevaban a los otros dos cómplices. La mujer de cabello corto oscuro, lucía bastante desaliñada, aún vestía las ropas de hombre con las que se disfrazó e intentó huir en la madrugada. Sin embargo Chantelle Lorens caminaba altiva y con total calma. Ella volvió a ver en el sector de la izquierda, lugar donde estaban sentados los consejeros del Rey Maitano como testigos en representación de cada territorio y departamento del Reino. Sus ojos celestes se encontraron con los cafés del marqués Forsten. "Sé que él me ayudará,
Después de que el secretario Real terminó de leer los actos cometidos por la concubina así como las declaraciones…El Rey de Maita se puso nuevamente de pie para dar la sanción. — Primer concubina, Lady Abril Brown, por el delito de invadir una área restringida, como lo es la habitación matrimonial de los Reyes. Se le prohíbe su presencia en el castillo principal, así mismo, se le va a vetar de todo evento Real por un mes completo, esto según las leyes Maitanas. Cuando Lance terminó de dar la primer sanción. Abril sonrió altiva. Virginia quien lo notó, cerró sus manos en puños sintiéndose aún más molesta. — Por el delito de utilizar sustancias prohibidas en el Reino de Maita. — Continúo Lance hablando. — Se registrará absolutamente todo el castillo de las concubinas y sus posesiones en el, para decomisar cualquier sustancia oculta. Así como se comenzará una investigación minuciosa para saber de dónde obtuvo dicha sustancia y castigar severamente al proveedor de acuerdo a las leyes
"Él no será un maldito ni conmigo… Ni con lo que yo protejo" Pensó Virginia conmovida, para segundos después lanzarse a los brazos de su esposo abrazándolo. — ¡Ug!… — Hizo él un pequeño gesto de dolor cuando la cabeza de Virginia se apoyó en el sector izquierdo de su pecho. Ella de inmediato alejó la cabeza un poco de ese sector, volviendo a ver hacia arriba el rostro de su marido. — ¡Oh, no! Es cierto… ¿Te encuentras bien? — Preguntó ella recordando lo que le había hecho esa madrugada a Lance. — No es nada… No le prestes atención. — Te acabo de escuchar quejarte de dolor y dices que no es nada… — Comentó ella viéndolo con incredulidad, mientras seguía aferrada a él. — Así es, no es nada. — Sonrió Lance. Virginia suspiró cabizbaja. — Pero me siento culpable… — Ja, ¿Ahora te arrepientes de— — ¡No, no me arrepiento! — Exclamó ella interrumpiendo a Lance. — Solo pensé que no debí tocarte tanto mientras nosotros… Bueno ya sabes… Lance sonrió maliciosamente. — Sí~ tengo que
•••••••••• — ¿No vendrá? ¿Así de simple? ¿Él si sabía que se trataba del reporte completo de la frontera, no? — Preguntó el Barón Jones al secretario del Rey. — Su majestad, el Rey Lance Lamparth está al tanto del motivo por el que quiere verlo. Aún así, tiene otras prioridades y una agenda que cumplir. Respete. El hombre rubio que se encontraba en el salón de espera previo a la oficina del Rey de Maita, frunció el ceño y se marchó a pasos rápidos de ahí. Estaba molesto. No solo no tenía ningún espía y no estaba enterado de la situación en el territorio Real."Él me está evitando…""¿Pero a qué se debe?"Pensó el Barón mientras caminaba, hasta que se encontró a una persona conocida que parecía iba hacia la oficina del Rey. — Ni te molestes, él al parecer tiene otros asuntos de los cuales ocuparse. — Informó Allen Jones a Charlie Evans, el comandante de la seguridad Real. — ¿Es así? Gracias por el aviso, aún así a quien quiero ver es al secretario. Allen se le quedó viendo ser
…..CLINK~ Un fino sonido resonó en la habitación cuando la espada de Virginia fue a dar varios metro a distancia. Ella se quedó completamente inmóvil. ¡Estaba en shock! Hizo tal como Lance le estaba pidiendo y atacó con un movimiento directo, uno que lo tomó a él por sorpresa y tuvo que evadir con un hábil movimiento para desprender la espada de las manos de esa enfadada Gorianita. "Maldición…"Pensó él sintiendo como su corazón latía rápidamente. "No volveré a provocarla así" Se prometió a si mismo. Los aplausos de parte de Tiana sonaron en ese momento. — Felicidades mi Reina, lo hizo muy bien. — Felicitó la guardiana pelirroja a Virginia. — ¿Si? ¿Realmente… Estuvo bien? — Preguntó ella un poco asustada por el movimiento de Lance. — No te bastó mi pecho, apuntaste hoy directamente a mi brazo, casi me dejas coto~ — Sonrió él falsamente bromeando con su Reina. Virginia se ruborizó.Tiana no entendió nada, viendo a sus Reyes confundida. "¿No le bastó su pecho? ¿De qué habl