***************••••••••••***************>>> Virginia Wiztan: El sol de esa mañana filtrándose levemente por las cortinas, iluminaba la espaciosa habitaciĂłn del castillo Maitano en la que dormĂa.Esa mañana fue un poco inusual a otras. PensĂ© que no podrĂa dormir bien anoche, lo extraño, fue que poco despuĂ©s me quedĂ© dormida sin siquiera darme cuenta de nada más. ÂżHace cuanto no habĂa descansado tan satisfactoriamente? No podĂa recordar la Ăşltima vez que me sentĂ tan tranquila y alegre. Tal vez pasĂł más de un año ya… Desde que sentĂa que todo en mi vida iba por buen rumbo. Mis ojos se posaron en ese hombre dormido a mi costado izquierdo. Yo me sentĂ© sobre la cama y me quedĂ© observando a ese Rey, lo normal que parecĂa, pero lo significativo que era para una naciĂłn entera. No sabĂa que hora era exactamente, pero el sol no parecĂa ser el del amanecer, supuse que pronto serĂan las 9am. Hora en la que finaliza una noche más en la dulce semana. SentĂa mi corazĂłn latir de emociĂłn.
…..1: 00 pm.En el salĂłn del consejo Real en Maita. — ¡No puede su majestad! — ExclamĂł uno de los hombres. — Usted habĂa dicho desde un principio que era solo una uniĂłn polĂtica para que Gorian bajara la guardia. — Es cierto, voto a favor de que no lo haga. — HablĂł otro. — Tampoco me parece correcto que nuestro Rey Maitano reconozca a una Gorianita como una propia Maitana de los Lamparth; al pueblo no le gustarĂa eso, odiamos a Gorian desde la muerte de la Reina Cassandra, ÂżNo ha escuchado mi Rey, todo lo que dicen en las calles sobre Gorian, eso en todo el Reino? ¡Lo aborrecen! Lance quien estaba sentado en su elegante silla y los veĂa a todos con aburrimiento, hablĂł: — Nunca dije "ÂżQuieren que lo haga? Habrá una votaciĂłn" Solo dije: "ÂżQuĂ© opinan de eso?" Ya escuchĂ© sus opiniones, aĂşn asĂ, mi decisiĂłn es definitiva. Se comenzaron a ver expresiones de desacuerdo y desagrado entre los miembros presentes del consejo Maitano, algunos murmuraban entre sĂ negando con su cabeza. ¡PAM!
…..Una vez que el BarĂłn Jones llevĂł al interior de una de las grandes tiendas de campamento al hombre misterioso que por sus rasgos fĂsicos era obviamente un Maitano: — AsĂ que eres un mensajero, ÂżEsta es la bolsa que traĂas contigo? — PreguntĂł el BarĂłn Jones, posando sus ojos marrones en ese hombre con aspecto desaliñado y de pueblerino. — SĂ… — RespondiĂł el hombre nervioso siendo retenido por dos de los soldados más confiables de Allen Jones. — Mmm, un par de prendas, agua, algunas frutas, pan y semillas… Oh, aquĂ… Un pergamino, ÂżEs esto lo que querĂas entregarme? — SĂ señor… — DecĂa Ă©l viendo asustado a ese hombre que sabĂa era de los más importantes bajo el mando del Rey Lance Lamparth. Allen comenzĂł a leer el pergamino. Una direcciĂłn y una fecha era todo lo que tenĂa en el, pero no cualquiera. Una en un pueblito cercano a la frontera con el Reino de Gorian. — ÂżQuiĂ©n te dio esto? — PreguntĂł Allen viendo con frialdad a ese pueblerino Maitano. — LlegĂł a mi casa por un mist
***************••••••••••*************** >>> Lance Lamparth: No esperaba mucho de ella, para ser completamente franco, no esperaba absolutamente nada. Virginia Wiztan. Es una mujer Gorianita de apariencia corriente entre las caracterĂsticas fĂsicas de su gente. Cuando supe de ella por primera vez, fue gracias a la descripciĂłn de Allen. >> La hija favorita y primogĂ©nita del Rey Jhonn tercero Wiztan <
Lance sonriĂł ante el pedido de su Reina. — No tienes que pedirme algo como eso; es lo que he estado tratando de hacer. No por amabilidad, lastima o cualquier otro inĂştil sentimiento. Es por que de nada me sirve una Reina no apta. — Entiendo, hablas de un beneficio mutuo despuĂ©s de todo… Mi padre, ÂżQuĂ© tanto conociste a mi papá?— ÂżPor quĂ© me preguntas por Ă©l? — Mi padre los atacó… Yo quiero saberlo todo, quiero saber que sucediĂł en ese entonces. Quiero saber cĂłmo te volviste Rey y más sobre ti, si voy a ser una Reina no quiero ser una ignorante que crean que no te conoce de nada. Lance dejĂł la copa vacĂa sobre la mesa y seguidamente se levantĂł. — Está bien, hoy estoy de un excelente humor y solo por eso, te contarĂ© un poco~ — DecĂa el Rey Maitano poniĂ©ndose de pie. — Sin embargo, no será aquĂ. Vamos a la habitaciĂłn. "Debe decirlo por que alguien podrĂa escuchar" PensĂł la mujer Gorianita, quien ya habĂa terminado su merienda y se levantĂł siguiendo a ese Rey.••••••••••Dulce sema
— ÂżLance? Le buscĂł Virginia al salir y no ver a ese Rey en el dormitorio, dirigiĂ©ndose ella al anexo de la habitaciĂłn. Cuando ella abriĂł la puerta hacia la sala, ahĂ estaba ese hombre de cabello oscuro sentado en uno de los sofás individuales, tomando un poco de vino. — ÂżPor quĂ© no estás vestida aĂşn? — PreguntĂł Ă©l viĂ©ndo que ella llevaba la bata de baño. — Acabo de salir, pensĂ© que estabas en el dormitorio, Veo que tĂş ya estás en pijama… CreĂ que irĂas directo a la cama. — Mmm, ÂżEsperabas que hablemos en la cama? Por mĂ no hay ningĂşn problema, pero tĂş te alteras cada vez me tienes cerca. — ¡No me culpes! — ExclamĂł ella. — ÂżCĂłmo esperas que reaccione? TĂş has sido todo un tirano conmigo y ni siquiera te has disculpado por ello. Lo hacĂas por quĂ© creĂas odiarme, pero aunque ahora dices no hacerlo, sigues ignorando todo lo malo que me has hecho. — ExpresĂł Virginia avergonzada. Lance se sorprendiĂł, sin esperar un reclamo de su Reina. Él hizo un gesto pensativo apoyando los dedos
"Le eché" "Le dejé en la sala…"Pensaba Virginia sorprendida de su propio acto, sentada en la cama. ¿Fue muy exagerada? ¿Se dejó llevar por su enojo? Eran algunas preguntas que cruzaron por la mente de la joven extranjera, causando que ella se sintiera culpable. Virginia Wiztan exhaló y recostó su cabeza el la cómoda cama, ella cerró sus ojos intentando dormir… Sin embargo, solo unos segundos después, los abrió nuevamente. La mujer Gorianita se sentó sobre la cama. "No tiene caso…""¿Por qué tengo que ser as�""Me siento culpable" "No me siento nada bien y no me gusta nada estar asà de incómoda" "Pero él comenzó" "Quiere matar a todo el mundo y esa no es la manera correcta de pensar" "Sangre y vidas perdidas, para alguien que dice que le importa mucho su Reino, necesita un poco más de calma en esas exageradas decisiones" "Aunque… No sea yo la mejor persona para juzgar las exageradas decisiones" Tras esos pensamientos, ella se levantó de la cama y se dirigió solo unos min
••••••••••12: 30 am. Virginia Wiztan se encontraba sentada frente a la mesa comedor, sus ojos azules posados en los platillos exquisitos y coloridos, sin embargo… Ella se encontraba pensativa. Tiana, quien estaba de pie en el sector derecho a unos metros de distancia, observaba a su Reina. La mujer soldado se sentĂa preocupada. "Desde que se enterĂł de la desapariciĂłn de esa concubina, ella ha estado bastante seria perdiĂ©ndose en sus pensamientos" "Debe cuidarse más. DespuĂ©s de todo no es nuestro problema que le pase a esa mujer, todo lo contrario, serĂa perfecto para la Reina si esa concubina busca separarse del Rey, aunque dudo mucho que ese sea el caso" PensĂł la soldado pelirroja acercándose a la mesa. — Su majestad, disculpe mi interrupciĂłn, ÂżNo se encuentra bien? Virginia volviĂł a ver a Tiana. — No es nada, solo no tengo apetito. — ContestĂł Virginia cabizbaja. — El Rey me pidiĂł que omita las prácticas de hoy… — SusurrĂł Tiana acercándose a Virginia. — Pero podrĂa guardar