••••••••••1: 00 pm. Los hermosos ojos dorados de ese Maitano veĂan con gran atenciĂłn a la mujer recostada en esa cama de sábanas blancas. Alta, de un cabello rubio, lacio y largo; la mujer tenĂa sus ojos cerrados, aĂşn estaba inconsciente. Ella que utilizaba una bata larga, blanca y de tirantes; tenĂa en su cuerpo vendajes y algunos raspones, golpes y heridas visibles, a pesar de que ya habĂa sido limpiada por las sirvientas; el estado en el que estaba la concubina Abril Brown, era lamentable. ÂżQuiĂ©n le hizo eso? ÂżEs un alocado plan de ella misma? ÂżBuscaba llamar la atenciĂłn ya que era la dulce semana? Eran algunas de las preguntas que se hacĂa asĂ mismo ese Rey Maitano. Con su rostro serio y pensativo, no le quitaba la vista de encima a esa concubina inconsciente. El mĂ©dico que habĂa terminado de examinarla junto a sus dos asistentes, se alejĂł de la cama donde se encontraba la concubina rubia. — ÂżY bien, quĂ© fue lo que le pasĂł? — PreguntĂł Lance de inmediato. — Su majestad,
— ¡Espera un momento! — Exclamó la Reina Virginia. — Sé que acepte y te dije que lo haré… Pero… — Ella se ruborizó sintiéndose avergonzada. — ¿Qué es exactamente lo que tengo que hacer? Lance se volvió a poner de pie, él sonrió viendo a ese Gorianita. — Ven conmigo. — Pidió dirigiéndose a la salida. Virginia asintió y le siguió de inmediato. …..Una vez los dos iban en el pasillo, seguidos a una distancia considerable por los guardias y el consejero del Rey. — Lance… — Susurró Virginia acercándose a ese alto hombre. Él posó sus ojos dorados en ella. — ¿Algún problema? — No… Es solo que me incómoda… Esos hombres siguiéndonos. Desde que estoy aquà he estado sola o con Tiana. — Tienes que acostumbrarte. Es probable que cada vez estés más rodeada de personas. Virginia asintió inconforme ante la respuesta de ese Rey. — Tú debes estar bastante acostumbrado a este ambiente, ¿No es as� — Continuaba ella hablando en un tono bajo de voz. — Creciste como único heredero al trono, aun
— Entre el Duque Brown, el BarĂłn Allen Jones, Abril y el marquĂ©s Forsten… El que es más peligroso para ti es el Ăşltimo mencionado, sin duda alguna. — ContinĂşo Lance hablando a su Reina. — No necesariamente por ser el más poderoso e inteligente, todo lo contrario, pero es el más atrevido y actĂşa rápido.  Virginia guardĂł silencio, ella sintiĂł su cuerpo ligeramente tembloroso. — Oh… Si… Él… ActĂşa rápido. — DecĂa ella recordando que hubiese muerto intoxicada con el polvo que Ă©l le diĂł anteriormente. "MentirĂa si dijera que no tengo miedo" "Estoy aterrada… Cada vez todo se hace más real, más peligroso" "Todo apunta a mĂ, que soy la carnada y herramienta de este Rey"  Pensaba ella dirigiĂ©ndose a la silla detrás de ese glamuroso escritorio.Lance se puso de pie, notando rápidamente que Virginia lucĂa bastante pálida e inquieta. Él se acercĂł a la joven Reina y le tomĂł
— Habla, ÂżQuĂ© sucediĂł? — PreguntĂł el Rey Lance sobre Abril al mensajero. — Su majestad, la concubina ha despertado, no deja de llorar y gritar por usted. Lance hizo una expresiĂłn de aburrimiento, para segundos despuĂ©s volver a ver a Virginia que estaba tras de Ă©l expectante de lo que sucedĂa. — Ven conmigo. — PidiĂł el Rey Maitano. — ÂżEh, yo? — Por supuesto que tĂş. — RespondiĂł Lance tomándole de la mano. Virginia sintiĂł una emociĂłn causando un ritmo acelerado en su corazĂłn. — Está bien. — AcatĂł, caminando de la mano de ese alto hombre. "Hay una gran cantidad de sirvientes y guardias en los alrededores y tambiĂ©n algunos siguiĂ©ndonos" "Supongo que fue esa la razĂłn de que me pudiera ir con Ă©l" "Aparentar… Solo es por nuestra reputaciĂłn… Si… Solo eso…" PensĂł Virginia mientras sus ojos azules se posaban en ese Rey que caminaba a su lado. ••••••••••Solo unos minutos más tarde. En la habitaciĂłn donde se estaba quedando Abril despuĂ©s de ser encontrada por Lance esa misma mañana
— ¡Oh! Casi lo olvido. — ComentĂł Virginia emocionada. Lance que habĂa sacado su reloj de bolsillo viendo que ya tenĂa que volver a sus labores de la tarde, observĂł de reojo a su Reina. — ÂżQuĂ© ibas a olvidar? — PreguntĂł Ă©l curioso. — ¡Mi salĂłn de pintura! — ExclamĂł ella alegre. — Ya soy libre, significa que puedo ir a verlo. — Es verdad. Puedes. — AfirmĂł Ă©l. — ¡Entonces irĂ© de inmediato! IrĂ© por Tiana y—Virginia quien ya se habĂa soltado de la mano de Lance se apresurĂł a caminar, hasta que Ă©l la detuvo apoyando su mano en el hombro izquierdo de ella. — Espera, irĂ© contigo. — ÂżEh? ÂżVendrás? El Rey Maitano asintiĂł. — SĂ. — Le contestĂł. — ¡Pero señor! — ExclamĂł el secretario principal metiĂ©ndose en la conversaciĂłn de los Reyes. — Tiene mucho traba— El hombre rubio guardĂł silencio, al ver la mirada gĂ©lida que le dedicĂł Lance. El tragĂł en seco y desvĂo su mirada de la de su Rey. — No se preocupe mi Rey… Voy a ajustar su agenda. — DecĂa el secretario retirándose. — Todos usted
Lance no soportĂł más sentirse tan confundido por una joven como Virginia. Él se inclinĂł acercando su rostro al de ella, deteniĂ©ndose a pocos centĂmetros de distancia. Virginia abriĂł sus ojos de par en par sorprendida creyendo que Ă©l iba a besarla. La mujer Gorianita se ruborizó… Más no se alejĂł ni siquiera un poco de Ă©l. — ÂżEstás segura que amas a ese hombre? — PreguntĂł el Rey Maitano descaradamente. — No pareces estar enamorada de Ă©l. — AñadiĂł. — ¡CĂłmo puedes decir algo asĂ! — ExclamĂł Virginia, ahora si, alejándose de Ă©l. — ¡No hables de mis sentimientos hacia el señor Jones! — AlzĂł la voz ella enfadada haciendo un puchero. — ÂżEntonces, lo amas? — PreguntĂł Ă©l burlista. — ¡SĂ! — RespondiĂł ella de inmediato, molesta. — Jajaja~ — ComenzĂł a reĂr Lance a carcajadas. — ÂżTanto como una vez amaste a tu prometido, el marquĂ©s Ethan? Lo dejaste de inmediato apenas volviste a Gorian y a Allen "por su bien" le das la espalda por completo, quieres demostrar tu cariño, pero… Virginia Wiztan
••••••••••Dulce semana. Noche 5: 8: 50 pm. — ÂżCĂłmo serĂa esta noche? — PreguntĂł Virginia inquieta a Tiana. La Reina veĂa a esa guardiana que reciĂ©n habĂa traĂdo algunos bocadillos, vino y tĂ© caliente por si Virginia querĂa alguna de esas cosas en esa noche.Una vez las doncellas salieron de la habitaciĂłn matrimonial en el castillo principal.Ellas dos quedaron a solas. — ÂżDe que hablas? Estás en la "dulce semana" Ă©l vendrá a quedarse contigo como de costumbre y por lo que veo~ — Le sonriĂł juguetona Tiana a Virginia. — Has sabido aprovechar muy bien esta semana para poner al Rey Lance de tu lado, Vini. Los rumores en todo el territorio Real y seguro en el Reino, es que tienes al Rey "loco de amor" jaja~ ¡SabĂa que ustedes dos serĂan una pareja muy querida! La mujer Gorianita se ruborizĂł al escuchar lo que le decĂa su guardiana. — ¡No hables asĂ! "Lance de mi lado" o "loco de amor" no he conseguido nada de eso… Bueno… Quizá un poco lo primero… — RespondiĂł ella avergonzada, viĂ©ndo
Él abriĂł la caja rectangular sacando primero los documentos del interior, al final de la caja una más que era cuadrada y de color rojo estaba dentro. — Toma, es una excusa. Si preguntan que te traĂa de obsequio, puedes mostrar eso. — DecĂa Lance entregando el obsequio a su Reina. Virginia de inmediato tomo en sus manos la caja cuadrada viendo que la misma se abrĂa con un cĂłdigo. — ÂżCuál es la fech— — El dĂa de nuestro acuerdo. — Oh… — Virginia colocĂł los dĂgitos y logrĂł abrir la pequeña caja observando el juego de joyerĂa de plata. — Wow… Son hermosos, ÂżSabĂas que prefiero la joyerĂa de plata sobre la de oro? — No. — Dijo Ă©l sin prestar atenciĂłn, revisando los documentos.Lance se levantĂł en ese momento, acercándose a un mueble en ese salĂłn y abriendo un cajĂłn sacĂł los materiales de tinta y una pluma. — Lo usarĂ© en la fiesta de ceremonia, es una linda excusa~ — DecĂa Virginia emocionada sosteniendo en sus manos los pendientes de zafiros. — Se verĂan bien en ti. — SonriĂł Lance