Por aquí este capítulo preciosuras, por la tarde otro. Estén al pendiente de las actualizaciones. ¡¡¡Disfruten!!!
Lea observa con fascinación la rebeldía y desfachatez de su ahora acompañante además de los dos platos que lleva en la mano con cualquier cantidad de exquisiteces de las que supone tomó de la mesa delante de las miradas atónitas de los comensales. Sonríe con satisfacción ajena ya que la mujer en cuestión es la más irreverente, pero a la vez elegante y suntuosa de las mujeres que en algún momento había visto.Solo en la tele por cierto…— ¡Gracias! – expresa Lea llena de emociones que hasta ahora sabe que existen.Paula frunce el ceño ante las palabras de Lea, suspira dispuesta a ayudarla en este viaje. Toma asiento a la pequeña mesa redonda de jardín y la mira fijamente a los ojos, con afecto, sin juicios y sobre todo… sin segundas intenciones.— ¿Y gracias por qué Lea? – la mira cómplice al indagar con una preciosa sonrisa.— Pues por salvarme ahí dentro – cierra los ojos al hablar — créeme que no habría podido defenderme de no ser por ti – explica con un rubor vergonzoso tiñendo
Damián y Harold abandonan el comedor cada uno por una razón en particular. Damián porque no desea ser descubierto y peor aún, ser cazado por una loca arpía que se cree su dueña, sabe perfectamente que será retado por su madre razón por la cual necesita salir cuanto antes de la mansión junto a Lea que platica alegremente con Paula.— ¡Vaya, cuanta camaradería! – menciona Damián a su hermano-tío, este sonríe.— Es que mi esposa es adorable – dice Harold con ojos soñadores y Damián pone los de él en blanco — y tu Lea es preciosa ¿podrías decirme de donde las sacas? – inquiere con curiosidad.— No lo sé, ellas solo aparecen ¿qué te puedo decir al respecto? – se encoge de hombros.— Sí bueno, eres tan lindo que la suerte no te deja en ningún momento – le sonríe como un tonto según piensa Damián.No pone los ojos en blanco de nuevo concentrado en Lea que sin maquillaje es muy hermosa. Suspira de manera imperceptible sin reconocer el ardor en el pecho. Como sea necesita deshacerse de la
— ¿Podrías esperar por favor? – Lea prácticamente corre detrás de Damián.— ¡No! – responde ofensivo — ¡date prisa! – gruñe — ¿a menos que desees quedarte a platicar con alguien más? – se detiene abruptamente.Lea interrumpe su casi carrera evitando colisionar con el hombre que acaba de gruñirle, no da crédito a las palabras que acaba de soltar, se enfada con él y lo encara de manera dramática.— ¡No entiendo tu molestia! – da un paso al frente decidida a que no se dejará mangonear de él a quien le está haciendo un gran favor — me dijiste que socializara y mantuviera la calma. Tu cuñada o ni idea de lo que es tuyo… - toma una respiración para continuar — es linda y agradable y… y – él la mira con una sonrisa extraña que la enoja — ¿de qué coño te ríes imbécil?— De lo ilusa que eres Lea – expone con aburrimiento — Paula es una excelente persona y goza de todo mi afecto, no quiero que me malinterpretes por favor – baja el tono —, pero ellos dos saben perfectamente que tú y yo
El resto del viaje se hizo en un silencio casi escabroso, Damián no deja de pensar en el error que evidentemente ha cometido con Lea ya que… las relaciones que comienzan con acostones nunca tienen futuro y aunque el único futuro que él visualiza es el de ser un interesante y atractivo divorciado que rompa bragas solo con mirar, sonreír o tal vez con su porte, debe resignarse a que ella es la mejor opción que tiene. El solo hecho de pensar en Gretta como su esposa le hace doler la úlcera que ni siquiera tiene.El camino es algo largo considerando que Brooklyn es uno de los sectores más retirados del centro de la isla y aunque el trayecto es de una hora aproximadamente a él prácticamente se le hace eterno el paso del puente, no desea dejarla sola en ese apartamento que, aunque es su logro – y la admira por eso –, su futura esposa no puede estar al otro lado de donde él vive.¡Se retracta enseguida!No piensa de forma coherente y menos al ver que la pierna de ella sale de la abertura que
Damián la contempla con resignación, su bello rostro bañado en lágrimas y el vestido arruinado le recuerdan el fracaso que va a ser continuar con esta farsa., piensa con amargura.— ¿Continuarás llorando o nos vamos a buscar un departamento para que te mudes? – ella gime enseñando todas sus pertenencias — descuida ya me encargué – ella lo mira sin entender — un tráiler vendrá por ello, pero estas helada – le acomoda el saco en los hombros — no, mete las manos para que te calientes, esperemos en el auto – ella lo mira con vergüenza.Su boca forma una “U” hacia abajo con lo cual a él se le aprieta el pecho – además del pantalón – y la dirige al auto porque no sabe como manejar la sensación y hace lo que mejor sabe: la ignora.— ¡Gracias! – Damián solo asiente, algo le dice que va a tener que continuar salvándola incluso de ella misma.Resopla enfadado por su suerte.Suspira audiblemente y recuesta la cabeza hacia atrás cavilando posibilidades, no e
Damián baja por el ascensor completamente desconcertado por lo débil que puede ser frente a esa chica – esa preciosa, provocativa y peligrosa chica – que lo deja sin defensas por completo. Debe concentrar su mente y raciocinio en el convenio que tienen. De ahora en más no se acercará tanto, solo lo justo para hacer que su familia – especialmente su abuelo metiche y el dueño de la herencia – se crea el chisme.Realmente se siente desilusionado porque deseaba besarla, saborear esos labios ricos y disfrutar del calorcito que le provocan cuando lo hace, cuando la besa como esta noche en la terraza de la casa mientras fingían la pelea. Sacude la cabeza., pone los ojos en blanco ante el pensamiento crítico acerca de si mismo.Pero al acercarse al auto cree reconocer – pero no está seguro – uno estilo limusina negro, parecido al que se hallaba en la casa esa misma noche. Sonríe.— Creo que estoy cansado – se dice en voz alta
Damián baja la escalera en modo zombi, necesita desesperadamente café fuerte y azucarado para volver a ser persona ya que cierta pequeña loquita no lo ha dejado dormir en toda la noche. No solo la soñó sino que al cerrar los ojos lo único que veía era su pierna fuera del vestido y la casi inexistente noche de sexo que tuvieron aquel día.¿Será posible que haya olvidado la mitad de lo que hizo?La confusión lo agobia y más cuando no es parte de su costumbre analizar situaciones sin importancia. Escucha las voces de su madre y abuelo y pone los ojos en blanco porque puede sin problema alguno adivinar que es él el tema de conversación.— ¿En serio crees que ese noviazgo es verdadero? – Mauricio se encoge de hombros ante el comentario exigente de su hija.— Mariah, realmente no me importa si se casa con amor o porque piensa que soy un fastidioso – responde sin tacto Don Mauricio Del Toro — lo que me interesa es que tenga una familia para que en el momento que quede al frente de la empr
Gretta observa detenidamente el camino que recorre el precioso convertible de su amor imposible hacia el horroroso barrio donde vive la “fursia” – como la ha llamado antes – de Lea. Se asquea ante la pobreza y marginalidad de la zona y se rehúsa a aceptar que “su Damián” se quiera casar con ella. Observa al hombre que mantiene las manos poyadas en el timón del vehículo, también es un marginal, pero ella no se casará con él ni lo presentará en sociedad ya que él solo es diversión y delicioso sexo. Ese que debería estar teniendo con Damián en este momento de no estar encaprichado con esa mujer. Resopla enfadada llamando la atención de su cómplice en este viaje.Andrés Navarro se llama el chofer con el cual no solo se revuelca sino que es su mano derecha en el plan que se lleva entre las manos y ese es poner al descubierto la farsa que es Lea Ferrero.Damián sale del edificio de seis pisos seguido de “la mujercita esa”, agradece que los vidrios son tintados y que se encuentran en un lugar