Por aquí el otro capítulo mis preciosuras, me siento inspirada... ¿Quien sabe si sale otro por ahí? De pasar... con gusto se los regalo... ¡¡¡Disfruten!!!
El resto del viaje se hizo en un silencio casi escabroso, Damián no deja de pensar en el error que evidentemente ha cometido con Lea ya que… las relaciones que comienzan con acostones nunca tienen futuro y aunque el único futuro que él visualiza es el de ser un interesante y atractivo divorciado que rompa bragas solo con mirar, sonreír o tal vez con su porte, debe resignarse a que ella es la mejor opción que tiene. El solo hecho de pensar en Gretta como su esposa le hace doler la úlcera que ni siquiera tiene.El camino es algo largo considerando que Brooklyn es uno de los sectores más retirados del centro de la isla y aunque el trayecto es de una hora aproximadamente a él prácticamente se le hace eterno el paso del puente, no desea dejarla sola en ese apartamento que, aunque es su logro – y la admira por eso –, su futura esposa no puede estar al otro lado de donde él vive.¡Se retracta enseguida!No piensa de forma coherente y menos al ver que la pierna de ella sale de la abertura que
Damián la contempla con resignación, su bello rostro bañado en lágrimas y el vestido arruinado le recuerdan el fracaso que va a ser continuar con esta farsa., piensa con amargura.— ¿Continuarás llorando o nos vamos a buscar un departamento para que te mudes? – ella gime enseñando todas sus pertenencias — descuida ya me encargué – ella lo mira sin entender — un tráiler vendrá por ello, pero estas helada – le acomoda el saco en los hombros — no, mete las manos para que te calientes, esperemos en el auto – ella lo mira con vergüenza.Su boca forma una “U” hacia abajo con lo cual a él se le aprieta el pecho – además del pantalón – y la dirige al auto porque no sabe como manejar la sensación y hace lo que mejor sabe: la ignora.— ¡Gracias! – Damián solo asiente, algo le dice que va a tener que continuar salvándola incluso de ella misma.Resopla enfadado por su suerte.Suspira audiblemente y recuesta la cabeza hacia atrás cavilando posibilidades, no e
Damián baja por el ascensor completamente desconcertado por lo débil que puede ser frente a esa chica – esa preciosa, provocativa y peligrosa chica – que lo deja sin defensas por completo. Debe concentrar su mente y raciocinio en el convenio que tienen. De ahora en más no se acercará tanto, solo lo justo para hacer que su familia – especialmente su abuelo metiche y el dueño de la herencia – se crea el chisme.Realmente se siente desilusionado porque deseaba besarla, saborear esos labios ricos y disfrutar del calorcito que le provocan cuando lo hace, cuando la besa como esta noche en la terraza de la casa mientras fingían la pelea. Sacude la cabeza., pone los ojos en blanco ante el pensamiento crítico acerca de si mismo.Pero al acercarse al auto cree reconocer – pero no está seguro – uno estilo limusina negro, parecido al que se hallaba en la casa esa misma noche. Sonríe.— Creo que estoy cansado – se dice en voz alta
Damián baja la escalera en modo zombi, necesita desesperadamente café fuerte y azucarado para volver a ser persona ya que cierta pequeña loquita no lo ha dejado dormir en toda la noche. No solo la soñó sino que al cerrar los ojos lo único que veía era su pierna fuera del vestido y la casi inexistente noche de sexo que tuvieron aquel día.¿Será posible que haya olvidado la mitad de lo que hizo?La confusión lo agobia y más cuando no es parte de su costumbre analizar situaciones sin importancia. Escucha las voces de su madre y abuelo y pone los ojos en blanco porque puede sin problema alguno adivinar que es él el tema de conversación.— ¿En serio crees que ese noviazgo es verdadero? – Mauricio se encoge de hombros ante el comentario exigente de su hija.— Mariah, realmente no me importa si se casa con amor o porque piensa que soy un fastidioso – responde sin tacto Don Mauricio Del Toro — lo que me interesa es que tenga una familia para que en el momento que quede al frente de la empr
Gretta observa detenidamente el camino que recorre el precioso convertible de su amor imposible hacia el horroroso barrio donde vive la “fursia” – como la ha llamado antes – de Lea. Se asquea ante la pobreza y marginalidad de la zona y se rehúsa a aceptar que “su Damián” se quiera casar con ella. Observa al hombre que mantiene las manos poyadas en el timón del vehículo, también es un marginal, pero ella no se casará con él ni lo presentará en sociedad ya que él solo es diversión y delicioso sexo. Ese que debería estar teniendo con Damián en este momento de no estar encaprichado con esa mujer. Resopla enfadada llamando la atención de su cómplice en este viaje.Andrés Navarro se llama el chofer con el cual no solo se revuelca sino que es su mano derecha en el plan que se lleva entre las manos y ese es poner al descubierto la farsa que es Lea Ferrero.Damián sale del edificio de seis pisos seguido de “la mujercita esa”, agradece que los vidrios son tintados y que se encuentran en un lugar
—¡Lea cálmate! – le dice un Damián completamente confundido por la información que Lea le acaba de proporcionar — ¿estás segura de que dijo Gretta?—¿Qué si estoy segura? – ya su tono no es de susto sino de enojo — ¡¿qué si estoy segura?! – Damián aparta el teléfono de su oído — ¡pues claro que estoy segura Damián! ¿por quien coño me tomas?Su abuelo alza las cejas en una pregunta tácita y él solo resopla negando hacia él. No es de mucho pensar, pero esto si que le causa una muy mala impresión ¿qué gana Gretta con enviar dinero a Málaga?—¡No grites, no seas grosera! – escucha el resoplido inconforme de la chica — voy para allá, por lo pronto no hagas nada por favor… solo espérame – mira a Mauricio — lo siento abuelo, pero creo que la conversación tendrá que esperar un poco – el hombre mayor asiente — espero que no te importe – le sonríe paternalmente.—Descuida hijo, cualquier momento es bueno para saber verdades y secretos – arruga la frente y Mauricio admira el gesto reconocién
— ¡No Damián, no quiero hacer esto! – la mente del aludido queda en blanco frente a esa declaración.— ¿El qué? – indaga sin saber que tanto le costará asimilar lo que le viene.— ¡Esto! - - gime una lea ya vestida y con la respiración entrecortada — no puedo hacer esto porque no quiero acos… - se detiene de súbito cayendo en la cuenta que lo sucedido fue muy real e incluso tangible.— ¡Lea! – intenta acercarse y se detiene, no desea asustarla más aunque él se encuentra bastante espantado por lo sentido y disfrutado antes —. Eso no… no volverá a pasar lo prometo, fue mi error – ella lo mira asintiendo con lágrimas en los ojos ya que ella no lo ve de ese modo —, no volverá a suceder nada como esto, solo nos apegaremos al plan ¿vale? – camina hacia atrás para tomar asiento como niño bueno en el sofá, traga saliva al borde del desespero por la negativa de ella.— Es que no quiero ser parte de su… ella no es buena persona, lo presiento y si le pasa algo a alguno de mis tesoros no sé
La expresión de Damián es casi de terror al mirar el atuendo de Lea, su horrorosa ropa de camionero le quita la belleza y de ese modo no saldrá con él.— ¿Qué? – inquiere ella ya incómoda frente al escrutinio del hombre que tiene enfrente — ¿qué pasa? Parece que viste un fantasma – se acerca a él y este se retira como si en realidad hubiese visto uno.— ¿Qué demonios traes puesto, mujer? – Lea mira su atuendo llevando la vista hacia abajo y pone los ojos en blanco ante la pataleta de Damián.— ¡Pues ropa genio! – resopla como si fuese un caballo, este hombre no es tan inteligente — ¿qué no ves? – se muestra ante él desfachatada y no puede hacer más que restregarse la cara porque se ve espantosa.Lea es hermosa, pero usa ropa horrenda y de mal gusto. Damián no sabe si reír o llorar ante el aspecto que tiene con unos vaqueros desgastados que tienen por lo menos dos tallas más que la de ella y esa camisa a cuadros horrorosa con la que asemeja un camionero.¡Parece indigente con ese p