LILY BENSON
Su sonrisa se volvió aguda y seductora, entornó los ojos dándole un aspecto más felino antes de que su boca se posara sobre la mía, al principio solo siendo una suave presión, una manera sutil de ejercer su dominancia sobre mí, pero cuando su boca invadió la mía y sus dientes comenzaron a morder mis labios, fue como si estuviera succionando mi alma y yo estaba más que dispuesta a dársela.
Sus dedos se enredaron en mi cabello, apresándolo con fuerza, manteniéndome quieta para él. Cuando su boca se alejó, sus ojos disfrutaron de mis mejillas sonrojadas y mis suaves jadeos que suplicaban por más.
—Si no eres una buena niña, tendré que enseñarte a obedecer —susurró con
LILY BENSONCuando el dolor en mi cadera finalmente comenzó a disiparse, escuché a Max y Alex, con su energía inagotable, llenando la casa de risas y caos. Me asomé fuera de la habitación, era imposible no sonreír al verlos correr de un lado a otro con su imaginación desbordante. —¿Qué vamos a hacer este año, papá? ¿Habrá fuegos artificiales? —preguntó Alex, mientras trepaba al regazo de Ethan, quien estaba sentado en el sofá revisando su teléfono.Max se unió a su hermano con una sonrisa traviesa.—¿Podemos quedarnos despiertos hasta la medianoche?Ethan dejó su teléfono a un lado y los miró con una expresión que, aunque serena, llevaba un rastro de frialdad.—Si eso es lo que quieren, entonces así será —sus palabras parecieron iluminar los rostros de los niños.Pero la paz del momento no duró mucho. Su teléfono comenzó a sonar, y, con un suspiro pesado, lo tomó y se levantó del sofá. Se alejó unos pasos para contestar, y aunque habló en un tono bajo, pude percibir la tensión en su
LILY BENSONEl caos empezó tan pronto como propuse la idea. ¿Cómo podía imaginar que «decorar la sala» y «hacer galletas» se transformaría en una declaración de guerra?Max y Alex parecieron ver mi propuesta como un reto personal para poner a prueba mi paciencia. En menos de diez minutos la cocina era un campo de batalla: harina en el aire, azúcar derramada en el suelo y huevos rotos por todos lados. Alex había descubierto lo divertido que era lanzar puñados de masa como si fueran proyectiles, mientras Max, con una sonrisa traviesa, había decidido que las paredes necesitaban un toque de «arte contemporáneo» en forma de glaseado multicolor.Intenté mantener la calma:—¡Chicos, por favor, paren! ¡Esto no es un concurso de desastres culinarios!Pero mis palabras fueron ignoradas. Max corrió con un tarro de chispas de chocolate, mientras Alex perseguía a un perro imaginario con un rodillo. Cuando vi que el jarabe de arce amenazaba con caer de la encimera, supe que necesitaba refuerzos.To
LILY BENSONHabía una calma engañosa en la casa, una que solo se experimenta después de una tormenta de niños hiperactivos. Monet y yo limpiábamos el desastre que los gemelos habían dejado. Yo fregaba el suelo mientras Monet recogía los cojines que habían sido esparcidos por toda la sala como si un huracán los hubiera arrojado.—¿Sabes? —empezó Monet mientras alzaba una figurita de porcelana milagrosamente intacta—. Los niños son traviesos porque no entienden.La miré con escepticismo.—¿No entienden qué? —pregunté agotada.Ella se sentó en el sillón con un gesto de cansancio y miró hacia donde los niños habían desaparecido, presumiblemente para causar estragos en otra parte de la casa.—No entienden lo que has pasado. Tal vez deberías decírselo. Podría ayudar.Me detuve en seco con el trapo mojado en mis manos.—¿Decirles qué? —Mi voz era más aguda de lo que pretendía.Monet me miró con esa expresión de «no me puedes engañar» que había perfeccionado durante años de litigios.—Que per
LILY BENSONNo había mucho que guardar, todo lo que tenía en esta mansión había sido comprado por Ethan. Había llegado sin nada y planeaba irme sin nada, no tomaría algo que me hiciera recordar esa breve sensación de sentirme amada y al final ser desechada. De pronto escuché pasos pequeños y apresurados detrás de mí. Me detuve un momento, respiré profundamente y me preparé para lo inevitable.—¿Qué estás haciendo? —preguntó Max con su tono cargado de una mezcla de confusión y curiosidad.Alex lo seguía de cerca con las cejas fruncidas y los brazos cruzados. No los miré directamente, pero pude sentir sus ojos fijos en mí, intentando descifrar lo que sucedía. Cerré la cremallera de mi chamarra con un movimiento firme antes de responder.—Por fin los dejaré en paz, como ustedes querían desde un principio —les dije con un tono suave pero decidido—. Supongo que fue bueno mientras duró. Un silencio pesado llenó la habitación. Por un instante, creí que se habían marchado, pero entonces escu
LILY BENSONLos días siguientes fueron un torbellino de emociones. Monet me ofrecía palabras de consuelo, pero yo sentía que nada podía llenar el vacío que se había formado en mi interior. Me di cuenta de que el dolor que me causó Ethan fue más grande del que sentí con Bradley, tal vez se debía a que me había ofrecido un futuro esperanzador y lleno de amor, para después dejarme caer, mientras que Bradley siempre fue malo conmigo. ¿Qué era peor?Me conseguí un trabajo como mesera en una pequeña cafetería, intentando distraerme, pero el dolor y la confusión seguían persiguiéndome. Todos los días esperaba ver llegar a Ethan, intentando recuperarme, pero ni siquiera una llamada, un mensaje, era como si… se hubiera aburrido de mí
ETHAN BLACKWOODLa música de fondo retumbaba con fuerza en el enorme salón, pero apenas podía concentrarme en ella. Mis ojos estaban clavados en la escena frente a mí, como si se tratara de un accidente del que no podía apartar la mirada. Mi hermano gemelo, Blake, estaba en medio de la pista de baile, enredado con una mujer que parecía una mala imitación de una estrella de cine de los años ochenta. Su vestido era tan ajustado que parecía que iba a romperse en cualquier momento, y el maquillaje en su rostro era tan pesado que me preguntaba si debajo de todo eso habría algo genuino.—¿En serio? —murmuré entre dientes antes de abrirme paso entre la multitud, lo cual no fue difícil, al verme parecían estar ante un fantasma o peor, la misma muerte. Mi reputación me preced&
LILY BENSON—El empresario Bradley Foster sorprende al mundo al confirmar la existencia de un hijo ilegítimo de tres años fruto de su relación con la modelo Rebecca Hart— dijo el presentador del noticiero proyectado en una de las enormes pantallas del Time Square, luciendo su impecable traje y esa sonrisa ensayada con la que destrozó mi corazón—. En un comunicado, Foster declaró que Rebecca es «el amor de su vida» y que no niega su relación con ella. ¿Cómo estará tomando esto la señora Foster?Así es… yo era la señora Foster, y ahí estaba, en medio de las calles de Nueva York, mientras la nieve caía suave alrededor, cubriendo todo con un manto blanco que reflejaba las luces navideñas, escuchando el eco de los villancicos y los vendedores ambulantes, siendo empujada por los turistas que no dejaban de tomarse fotos, mientras mi corazón se rompía, podía escucharlo resquebrajarse dentro de mi pecho de manera dolorosa y caer pedazo a pedazo como hojas en otoño. Quería gritarle al mundo qu
LILY BENSONEl aire estaba cargado de un silencio espeso, roto solo por el leve zumbido del calefactor. Desperté lentamente con la mente nublada y los sentidos alerta, mi cuerpo reaccionando antes que mi consciencia. Sentí el roce áspero de una cuerda alrededor de mis muñecas mientras la capucha negra mantenía mi nuevo mundo en completa oscuridad y con olor a tela vieja, impregnada de un rastro metálico que me provocaba náuseas.Intenté mover mis manos, pero el esfuerzo solo consiguió que las cuerdas se clavaran más en mi piel, dejando un ardor punzante. Las lágrimas afloraron sin permiso; no por miedo, sino por la humillación de saberme completamente vulnerable.El corazón me latía con fuerza cuando escuché el sonido de unos pasos. Eran firmes y decididos, resonando contra el suelo de madera. Mi captor estaba allí. La puerta se cerró con un chasquido y un silencio sepulcral se instaló en la habitación.—Veo que estás despierta —dijo una voz masculina, profunda y calmada, cargada de u