Cada vez que hay una noche de tormenta me despierto agitada y con el corazón a punto de salirse de mí boca mientras una angustia se deposita dentro de mí pecho y no me deja respirar. Han pasado seis años desde entonces y aún no puedo quitar de mí mente lo que ocurrió aquella vez. Me abrazo a la almohada y trato de conciliar el sueño nuevamente, pero los recuerdos empiezan a bombardear mí mente y ya no puedo volver a dormir. Me levanto en medio de la oscuridad de la noche y camino por el corredor hasta detenerme en el umbral de la puerta desde dónde la observo dormir plácidamente, entonces me acerco despacio para no despertarla y luego de sentarme sobre el borde de la cama, dejo un beso sobre su frente. —Te amo tanto mí pequeña —le susurré acariciando su hermoso rostro.Después de arroparla bien y de ponerle el osito a su lado, bajé hacia la cocina en busca de un vaso de agua. De vuelta a la sala, tomé la correspondencia que estaba sobre la mesa, la cuál, llegó está mañana y por salir
Capítulo 1 "Seis años antes" Llevaba más de tres horas oyendo hablar a mis compañeros de trabajo sobre la fabulosa fiesta de la empresa y sobre el atuendo que se iban a poner cada uno. Ya estaba harta de su parloteo y para colmo me había dado un terrible dolor de cabeza.—¿Y tú, Jenna? ¿Que atuendo vas a usar para la fiesta? —me preguntó Dina, una de las secretarias de la compañía.—No tengo ganas de ir. No me gustan ese tipo de eventos —le respondí dejando escapar un largo suspiro.Para ser honesta, jamás me agradaron ese tipo de fiestas debido a que siempre están llenas de personas hipócritas y falsas que aparentan ser amigables cuando es realidad es todo lo contrario. —Tu tienes que asistir, Jenna. ¿O ya te olvidaste que eres la asistente del presidente? –dijo Dina, y aunque no quiera admitirlo, ella tiene razón. Si no voy a la fiesta, de seguro mí jefe se va a enfadar conmigo.—Supongo que tendré que ir —respondi a regañadientes.—Asi se habla, linda. Ya verás que nos vamos a di
Capítulo 2 Jenna Taylor—Creo que el Jefe viene a buscarte —me susurró Dina —. Iré por un trago, te veo luego —ella hizo una pequeña reverencia cuando pasó junto a nuestro jefe y después se marchó dejándome sola con él.A pesar de que el señor Fausto es mí jefe, él y yo siempre hemos tenido una relación muy cercana y amena. Casi como la de una padre y una hija.—Jenna, que alegría verte.–¿Como está señor? – digo devolviéndole la sonrisa.–No podría estar mejor, y que bueno que viniste porque quiero presentarte a una persona muy importante para mí. Él es mí orgullo más grande – dijo el señor Fausto con una gran sonrisa en su rostro.–Para mí será un honor conocer a alguien tan importante –le respondí mientras nos encaminabamos al centro del salón.De camino noté como todos los presentes nos miraban y murmuraban cosas, vaya a saber que estarían diciendo, aún así decidí ignorarlos y seguí hacia donde mí jefe me llevaba.De pronto noté un grupo de hombres que se giraron en nuestra direcc
Capítulo 3 Jenna Taylor Aún manteniendo su mirada clavada en mí, él esbozó una pequeña sonrisa que me dejó hechizada.– Es un placer conocerla, señorita Jenna. Me preguntaba quién era la famosa asistente de mi padre de la que siempre oigo hablar – dijo en un tono de voz grave que me erizó la piel.– El placer es todo mío, señor Hugo. Yo también he oído mucho sobre usted a través de su padre.—Espero que hayan sido cosas buenas —respondio mirando al señor Fausto.—Por supuesto que sí —me adelante a responder y él asintió ligeramente.Lo que no entendí es a que se refería cuando dijo que había oído hablar mucho de mí, incluso sus palabras me dejaron un sabor amargo en la boca sin saber por qué. Era como si tratase de insinuarme algo, sin embargo; no me iba a dejar intimidar tan fácilmente. A simple vista se notaba que Hugo Montenegro no era como su padre, él en cambio, parece ser frío e indiferente y hasta incluso me atrevería a decir, que es un hombre con el cuál nadie se arriesgaría
Hugo Montenegro..Hace unos años me fui a España por temas de estudio y al final decidí quedarme allá indefinidamente. Al principio mis padres no estaban de acuerdo, ya que ellos esperaban que yo regresara en cuanto terminara la universidad, pero yo sabía que si regresaba a América, mí padre me iba a obligar a hacerme cargo de la compañía y eso no era algo que yo quería. Después de varios años decidí regresar y quedarme durante algunos meses debido a la insistencia de mí madre. Lo único que me puso triste fue que mí novia Emma no puedo venir conmigo debido a que ella tiene su carrera de modelo en España.Después de dos días de haber llegado a América, mí padre organizó una fiesta para presentarme a los accionistas y demás empleados de la empresa, porque cómo iba a trabajar allí durante el tiempo que esté en este país, él quería que todos me conocieran. Al principio no estaba de acuerdo debido a que odio asistir a ese tipo de eventos, mucho más cuando toda la atención va a estar puesta
Capítulo 5 Jenna Taylor Abrí parcialmente mis ojos mientras sentía un sabor amargo dentro de la boca, también estaba muy sedienta y la garganta me dolía terriblemente.– Me siento muy mal —susurre con la voz entrecortada y entonces me dí cuenta que iba dentro de un auto. –¡Que alivio que ya estás consciente! Debes tranquilizarte, ya vamos camino a tu casa – dice una voz grave y profunda a mi lado, sin que pueda distinguir a quien pertenece.– ¿Qué me está pasando? No me siento bien, me duele el cuerpo. – Te drogaron, pero pronto pasará todo ese malestar que sientes. Solo debes bajar la temperatura de tu cuerpo y estarás bien – dice el desconocido con voz calmada – Si quieres puedo llevarte a tu casa. –No quiero ir a casa. Si lo hago, mis padres se van a preocupar por mí. Por favor ayúdame – Suplico cuando siento que mi cuerpo arde por dentro. – Eso no sería conveniente, yo no puedo ayudarte con lo que te está pasando. Eso sería aprovecharme de tu estado actual y digamos que no es
Capítulo 6 Jenna Taylor Lo que no terminaba de comprender era, ¿qué hacía yo con Hugo Montenegro y en su auto? ¿Cómo se supone que llegué yo ahí? Solamente recuerdo haber estado sintiéndome mal en el baño, pero después de eso, todo se vuelve muy confuso y borroso. Mientras estaba inmersa en mis pensamientos oí la voz de mí madre y de mí mejor amiga desde la sala, al parecer ella acababa de llegar. Tan solo unos minutos después escuché un golpecito en la puerta por lo que inmediatamente le pedí que pasara.Mí amiga Kira entró al cuarto con esa gran sonrisa que la caracteriza, pero en cuanto vió mí expresión, su rostro se puso completamente serio.–Jenna, ¿te pasa algo? No te ves bien –me dijo sentándose en el borde de la cama.–Kira, en realidad, me siento terrible —respondi en un hilo de voz.–¿Por qué? ¿Qué pasó? —me preguntó preocupada.—¡Ay amiga! Creo que cometí el peor error de mí vida.—¿Por qué dices eso?Me tomé un momento para tranquilizarme debido a que estaba tan angustia
Jenna Taylor Hugo Montenegro, entró al ascensor sin pronunciar ni una sola palabra, presionó el botón del piso al que iba y después se paró en el extremo opuesto con la vista al frente y sus brazos detrás de la espalda. Yo estaba tan nerviosa que no sabía que hacer, la situación era demasiado incómoda y para colmo sentí que mí estómago se revolvió de los nervios que tenía. El ascensor siempre demora un par de segundos en hacer su recorrido pero hoy parecía que estaba tardando una eternidad y eso me estaba enloqueciendo. Para colmo, los recuerdos de esa noche llegaron a mí mente haciéndome sentir mucho peor de lo que estaba. De repente un sudor frío empapó mí frente mientras que mis manos comenzaron a temblar involuntariamente. Estaba teniendo una crisis nerviosa, junto aquí y en frente de él sin que pudiera hacer nada para evitarlo.– ¿Te encuentras bien? –me preguntó al ver que me recargue sobre el costado del ascensor – Dime, ¿qué te sucede? ¿Acaso estás así por lo que pasó? —insi